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Channel: Un cigarrito y a la Cama
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Gente que va a las bodas. Capítulo II, los señores que aunque no quieran, van

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En el capítulo anterior os contaba la clase de mujeres que van a las bodas. Te preguntarás si a las bodas que voy, no hay hombres. Los hay, y aunque algunos no quieran ir, van.


En esta segunda parte, vamos a hablar de los señores, los que comen naranjitas y limones (o eso dice la canción, ¿Dónde cojones están esos señores que comen esas mierdas?).


Vamos al lío. Lo hacemos cortito, para que puedas llevarte la chuleta y reconocer a todos los señores que hay en las bodas. Los 11 principales, como un equipo de fútbol.


Con el número uno…

El asustao

En casi todas las bodas puedes encontrarte a un tío vestido, casi siempre van vestidos, a la puerta de la iglesia con cara de acojonao. Es el novio. Te digo por si vas por la parte de la novia y aún no conoces al señor que se va a casar. Pues es ése. El que está rodeado de gente sonriendo y él intenta hacer algo parecido. Lo intenta, pero no le sale. Es como esos presentadores del tiempo que les sacan para demostrar que en la calle están a 10 grados bajo cero. Y ellos intentan ser profesionales y dar la crónica. Pero no les sale y los músculos de la cara no le obedecen.  Esa es la cara del señor que luego dirá que es el día más feliz de su vida.


El hermano

Da igual que sea hermano del novio o de la novia. Le han nombrado relaciones públicas de la boda. Tiene que saludar a todo el mundo, incluso aunque no sepa quiénes son los invitados. Se han dado casos de hermanos que se han equivocado de boda y siguen dando la mano, abrazos y besos a todo el que se cruce por su camino. Y así, desde una semana antes de la boda, hasta que los novios se vayan de luna de miel. No está pagado ese trabajo. Y siempre con una sonrisa, como las azafatas del cupón de la ONCE, pero con traje de novio de boda.


El ahorcado

Suelen ser jóvenes a los que el cuello aún no se les ha hecho para llevar corbata o camisas de cuello duro. Pasan toda la boda, en la iglesia o en el juzgado, luchando con la corbata. Suelen ir acompañados por un personaje femenino que se pasa la boda haciéndole señas para que deje de tocarse (seguimos hablando de la corbata). Ya puede ser su madre, o su pareja. No ven el momento de desabrocharse el nudo y el botón de la camisa. Si les dan a elegir entre todo el oro del mundo o quitarse la corbata y la chaqueta, te preguntarán que si pueden quitarse las dos cosas a la vez.


El del traje de otro

No os habéis dado cuenta de que siempre hay alguien que llega con el traje de otro. Siempre es alguien más alto, o más bajo, o más gordo, o más delgado. Se vé que el traje no está hecho para él. Pero ahí le tienes, aguantando como un campeón. Pero todos sabemos que no es tuyo... Es como llevar una peluca. El "pelucado" piensa que no nos damos cuenta, pero...


El del mismo traje

20 años más tarde y 50 bodas después, ahí le tienes. El mismo traje. No ha pasado de moda. El traje sí. Es el señor el que no ha pasado de moda. Con cambiar la camisa y la corbata, todo vale. Lo difícil es no cambiar de peso durante tanto tiempo. Pues este señor, que suelen ser enjutos (no mojamutos), sigue igual.


El chuzo

Puede ser que no esté acostumbrado a beber, o que haya bebido tanto que da igual el entrenamiento que tenga. El caso es que es incapaz de hacer los 20 metros lisos. Necesita una carretera más ancha que larga para poder caminar. Habla poco, para que no se le note... pero se le nota. Y sonríe, mucho, se le podría confundir con el hermano del novio o de la novia... A veces es la misma persona.


Bailarín

Que los hombres no bailan lo sabe todo el mundo. Menos este hombre. Ahí le tienes. Le encanta mover el esqueleto y decir cantidubi y todas esas cosas. Y baila como si estuviera en un programa de Jose Luis Moreno… de esos de los 80... Uy, me dicen que vuelven esos programas... Bueno, pues este tío vuelve a estar de moda.

 BALLET ZOOM

El tío del pueblo

Todos tenemos un tío del pueblo. En toda boda que se precie hay señores que parecen sacados de otra película. Es como meter a un guerrero de Juego de Tronos en Mad Men. Canta. Pues hay muchos, y suele ir en pareja, pero de eso ya hablaremos en el próximo capítulo.  Es muy probable que lleve tirantes y una chaqueta de cuadros. Como un hipster, pero con 80 años.



¿Qué hago yo aquí?

No conoce a nadie. Ni al novio, ni a la novia.  (4 bodas y un funeral). Pero ha venido de acompañante de su pareja, que sí que conoce a uno de los contrayentes (lo que viene siendo el novio o la novia). Y está más perdido que el tío del pueblo. pero es muy probable que hablen diferentes idiomas... aunque hablen español.



El modelno

¿Ves aquel disfrazado de ridículo? Pues ahí le tienes. El moderno. Es el primo que se fue al extranjero a estudiar. Ya era ridículo antes de irse y nadie le echaba de menos, pero ahora ha vuelto en versión empeorada. Lleva puesto todo lo que tú no te atreverías a ponerte. Y todo junto. Como la versión joven del tío del pueblo, pero él no es antiguo, es vintage... Lástima de madre que no le diera con la mano abierta hace tiempo.




El camarero

No forma parte de la boda, pero está en todas. Siempre hay un camarero enrollado en las bodas. Al final te aprendes su nombre y todo. Y al chuzo, le pone los cubatas (qué palabra tan antigua) más cargados, y si te portas bien, te pone un poco más de carne en el plato.


Seguro que hay muchos más, pero tampoco es cuestión de abrumar. Vamos a dejarlo aquí...


Elecciones, encuestas, el escrutinio en España es excelente... espero

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¿Has visto que ingenioso? Por si no te has dado cuenta en el título todas las palabras empiezan con E. Esto es escandaloso. ¡Lo sé, lo he vuelto hacer! Soy Estupendo. ¿Quieres que siga todo el post así? ¿Todo con la E? No me tientes que lo hago… Pero tratándose de un post sobre las elecciones, voy a ser coherente y no voy a hacer lo que se espera de mí. Que las encuestas dicen una cosa, pues yo hago la otra.



Soy rebelde porque el mundo me ha hecho así, pero tampoco mucho. Y por eso, porque soy un rebelde light, de garrafón, voy a contar cosas que pasan en la mayor parte de las elecciones de las que tengo memoria. Y mejor no las cuento, porque ya habido urnas cuantas (¿Veis como soy el cubo de la risa?).

Las elecciones siempre siguen un plan. Que se cumple siempre. Puede tener un orden distinto, pero vamos a ver si damos con él. ¿Preparados?

Los candidatos

Hay gente que dice que sin candidatos, no habría elecciones. Yo no estoy muy convencido, pero vamos a seguir con la mayoría.  Los candidatos. Son esos señores y señoras que casi siempre son los mismos. Y sonríen, y dan besos a los niños, y se montan en transporte público y van al mercado. Son como el resto de nosotros… Por unos días. Luego ya no. Son como esos jovenzuelos en la primera cita. Parecen buenas personas, pero sólo quieren una cosa. Bueno, dos, tu voto y lo de los jovenzuelos.


La campaña

Dure lo que dure, es muy larga. ¡Y tú más! ¡Pues anda que tú! Y tú el triple. ¡Pues tú menos! ¿Que yo menos? ¡Pero si yo era más! No, pero es que tú y tú y tú. Parece una canción de Pablo Alborán. Y así 15 días. Lo de la campaña me refiero. Que no sé yo que es peor si la canción (aunque sea una vez) o la campaña. Y algunos te dicen lo que les gustaría hacer, pero luego las circunstancias, y las cosas no son como parecen, y qué más quisiéramos nosotros que cumplir con lo que hemos dicho, pero es que…



Los eslóganes y los carteles electorales

Es lo que viene siendo las frases que ponen junto al careto facial del señor candidato. Y toda frase tiene que llevar al menos una de estas palabras. A saber: Futuro, tú, progreso, avanzar, contigo, trabajo, ilusión, cambio, vota, podemos, ganemos y nos lo llevemos (igual la última no la dicen, pero es a lo que van). Luego, sí te he visto no me acuerdo.

¿Le votaron? ¿Y le azotaron?

Las encuestas

Pocas o muy pocas veces aciertan. Al Partido Poscialista le van a votar 20 personas, al Partido Osculista otros tantos. Y a esos nuevos, 10 mil millones de votos. No aciertan nunca, pero ahí seguimos teniendo a señores expertos hablando durante días en la tele, la radio y periódicos de lo que nunca se cumple. Luego, una vez que salen los resultados te lo explican. Es como si me tiro 10 días hablando de un partido de fútbol, te doy el resultado, no acierto y luego te explico por qué se han equivocado los jugadores al marcar o no marcar los goles. Esto no estaba previsto. Y es que la gente no sabe lo que vota.


La gente no quiere ser mesa

Normal. No hay cosa más fea que una persona con cuatro patas. Todo el mundo escribiendo encima de ti. Hay gente voluntaria, que se llaman interventores, porque intervienen. Y siempre hay algún presidente de mesa que se siente indispuesto (normalmente se indisponen bebiendo mucho y así no se puede ejercer, como es bien sabido. Al menos de Presidente, si ejerce en su vida privada, ya no nos metemos). Por si no sabéis de qué mesas hablo, ya te lo cuenta la Wikipedia


Las monjas que votan

Siempre hay algún pueblo o ciudad en las que salen monjas votando. Como si no pudieran votar. Lo que pasa es que ellas van con disfraz de monja. También van picadores a los colegios electorales, pero al no ir con el caballo, su tripa de picador, el traje de señor picador y la lanza en astillero y adarga antigua (me he vuelto a confundir de cuento)…, pues no llaman tanto la atención.


La señora que llevan a votar y no sabe si la entierran o la llevan de paseo

Es muy mayor y a la gente de la tele y de la radio les parece buena idea entrevistarla. Y le ponen un micrófono y no sabe si tiene que morderlo, o es un sacerdote con el cacharro de los santos sacramentos o qué. Pero ella quiere votar… o no, pero la llevan a votar. A veces sin su consentimiento.


Sentimos la confusión. Esta señora sí quiere botar. Desconocemos si también quiere votar.

Las israelitas

Siempre hablan de estas señoras, pero no las he visto nunca. Creo que son gente que está a la salida de los colegios. Para mí, que son las famosas que te dan caramelos con droja, pero ya te digo que estoy seguro de quiénes son.


El escrutinio

¿Hay alguna palabra más fea que esta? ¿Cómo vas con el escrutinio? Pues ahí está. Me molesta al sentarme, pero parece que voy mejor. Bueno, pues ya nos veremos cuando dejes de escrutar. Y resulta que no es una enfermedad. Es el recuento de votos.


Porcentajes

No hay día en el que hablen más de porcentajes que durante unas elecciones. Ni en las rebajas se habla tanto. Al X por ciento escrutado, el Frente Popular de Judea, tendría el Y por ciento de los votos, y los del Frente Judáico Popular perderían sus escaños.


Escaños

Durante la noche electoral, la gente anda perdiendo, ganando y recuperando escaños. Resulta que son las sillas esas tan cómodas que todo el mundo está deseando pillar y luego cuando las tienen, ni siquiera se sientan en ellas. Son como niños. ¡Mama, cómprame un piano! No, que luego solo lo tocas un día y luego nada. Pues estos igual. Y ahí, siguen, dándoles el escaño para que luego no se sienten.



Pueblos en los que terminan de votar a las 10.

Es que somos pocos en el pueblo. Fuimos a misa de 8, nos acercamos a por el pan y la leche, y ya de paso votamos. El único, el alcalde, que es un rojo y no va a misa y se levantó más tarde.

Y todos tan contentos. Chimpún

Pues ya ha votado todo el mundo. Todo el que ha querido, que hay gente pató. Han salido las señoras israelitas, se siguen haciendo cuentas, se escrutiña o escudriña (o como cojones se conjugue el palabro) y ya tenemos los resultados. Es lo mismo que sea para alcalde, comunidad, gobierno y portero de discoteca, que al dar los resultados todo el mundo está contento. Puede que les hayan quitado todos los asientos o escaños, o hayan perdido el gobierno, es una fiesta. Todo el mundo sale a hablar por la tele tan contento. 

Es lo que llaman, la fiesta de la democracia.


Las fotos: antes y después

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No, no voy a hablar de las fotos en las que sale gente sin pelo y luego como un cantante yeyé. O con tripa y sin tripa.


Os voy a contar algunas cosas sobre las fotos. Cómo eran antes y cómo son ahora. Cómo las hacíamos y cómo las hacemos.

No es que haya demasiada diferencia, básicamente se hacen igual. Miras y aprietas un botón. Pero ahora no sólo las hacemos con una cámara de fotos, también utilizamos un teléfono, o una Tablet, o un ordenador… o un reloj. En breve, las escobas harán fotografías también, mejor que algunos. Y la nevera, y las cámaras de fotos de juguete.


Vamos al lío.

Cámara y acción

Antes había las cámaras buenas, que eran las que tenían los cuñados (que siempre eran las mejores) o profesionales (no quiero decir que los cuñados sean profesionales... bueno algunos cuñados sí que son profesionales), y el resto. Ahora hasta el teléfono móvil que sólo tiene botones para llamar, mensajes y cámara hace buenas fotos. Y tienen 2000 voltios de resolución y no se mueven, ni traspasan, y con un montón de colores.



El camarón

¡Qué cámara tan buena! ¡Seguro que hace unas fotos cojonudas! El mismo razonamiento que: “¡Vaya máquina de escribir! ¡Tiene que escribir unos libros maravillosos! Y con los teléfonos pasa lo mismo, o con las tabletas. Por tener una cámara con 200 maxisingles por minutos, no se hacen buenas fotos. Lo que importa es el señor o señora que le da al botón.


¿Ya está?

Sí señor. Las haces y las ves. Incluso puedes ver cómo va a quedar antes de hacerla. Antes tenías que acabar el carrete, llevárselas a un señor o señora para que te las revelara y ver cómo habían quedado. Si el señor o señora era muy rápido, las podían revelar al instante (que tardaba entre 1 hora y un día). Como para pedirle que te hiciera un café instantáneo.


¿Has dicho carrete?

Así es. Eran unas cosas que se metían en la cámara para que se guardaran las fotos. Como la memoria, pero enrollado (no voy a hacer chistes con memorias guays). Pero tenían muy poca memoria. Como mucho 36 fotos. Y te ibas de vacaciones 3 meses a recorrer mundo y volvías con 5 carretes y la gente te decía que menudo cansino estabas hecho. Que si no tenías otra cosa que hacer. Ahora en un fin de semana sin salir de casa, haces 200 fotos y se las enseñas a todo pichichi.


¿Repetimos?

Ahora ves las fotos ipso facto (que quiere decir rait nau, o nada más hacerlas). Y antes. ¿Habré salido bien en la foto con mi Paco en el altar? No había opción de cambiar a Paco por otro.  Ahora si no te gusta la foto, paras la boda, y le dices al cura que te suelte otra hostia. Y el cura, seguro que te la da. Así son de solícitos los curas. Y si no te gusta cómo sale algún familiar, pues le borras con el Photoshop y santas pascuas plin. Así se arreglan los problemas.


¿Álbum?

El único álbum es el de los cromos. Si te queda alguno, seguro que está lleno de fotos de gente muy antigua. O tú, pero cuando eras antiguo. Ahora todas las fotos están en la nube. Como tu primo el bobo que está en Babia, pues, las fotos igual. O en Facebook o Instagram, o vaya usted a saber dónde cojones se guardan.



Menudo artista

Hay gente que hace la foto de un alambre y le queda bien. Da igual que el alambre esté retorcido y que no haya más que el jodío alambre. Otros hacen una foto del lugar más bonito del mundo o de una modelo, y te dan ganas de coger el alambre y…. Sujetadme que… Es como Pitingo escogiendo una canción. Y es que para todo hay que tener arte. Hasta para apretar un botón. Hay que saber a qué, cuándo y cómo apretarlo. Diréis que no tiene mucho misterio… pero lo tiene. Y mucho.


Filtrando

Hay gente que podía filtrar las fotos que hace. No es que le ponga filtros, sino elegir un poco. Que hacemos fotos a todo. A la comida, a la habitación del hotel, al camarero, al baño, a lo que haces en el baño (a todo lo que haces en el baño) y estamos tan contentos. Y aquí está la azafata que me dijo que no podía subir con la maleta en el avión. Y aquí el avión, y unos amigos de Murcia…


Fistros pecadores

Antes el único filtro era el que te ponías tú. O tu padre o tu madre. Piensa en si le gustaría a tu padre o tu madre ver la foto que vas a publicar. ¿Crees que no? Pues ahí tienes el mejor filtro. Ahora el filtro te lo da el señor Instagram, o el señor Google, y el “fotosó”. Y lo pinto de verde, y ahora le pongo un brillo, y “calurosidad” y un poquito de… Mira lo que pasaba a Van Gogh por liarse con los filtros en sus fotos… (¿o no eran fotos?).


Los autorretratos

Hablando de Van Gogh, a algunos que se hacen fotos, era para cortarles las orejas. Lo del rabo ya me parece excesivo. Hay que parar lo de los selfies. Y no me digas que tú no te has hecho alguno. O te lo han hecho. Que si te lo han hecho ya no es un selfie, pero ya sabéis de lo que hablo. Aquí no vale decir que es cosa de mi hermano, de mis amigos que me obligaron. Si no quieres no sales. Y es que hay más gente posando en el baño que fotos de boda y comunión. Y tenemos que poner esa cara de sopla. O enseñar musculitos. Y hay selfies que no deberían publicarse.


Un palo a los de los selfies

Yo les daba un palo a los que se hacen selfies. Literal. Y luego otro, y otro, hasta que dejen de hacérselos. Pero, espera, que a lo mejor hay gente que no sabe lo que es un selfie. Es lo que venía siendo el autorretrato de toda la vida. Es poner la cámara a la altura del hocico, estirar un poco el brazo, poner cara de pato, apretar el botón, mirar cómo ha salido y volver a repetir hasta que salga bien… Y es muy probable que nunca salga bien.



Con lo bonito que es un retrato

Yo no estoy en contra de los selfies… O sí, pero da igual. Con lo que costaba revelar una foto, no era cuestión de hacer experimentos y que sólo saliera una oreja (sonriendo eso sí, pero una oreja), o te pegabas un flashazo en el careto facial que te quedabas ciego durante 15 minutos. Y no ponías cara de pato a la naranja porque te metía tu padre una hostia que te quitaba el pico en un santiamén (qué bonita palabra).  Por eso, le pedías a un amable señor que si te hacía una foto… Y conocías gente, y el señor te daba charleta. Ahora, todo lo hacemos solos… y con nuestros 200 amigos todos juntos en la foto. Y no ponías cara de pato.


Fotos y bebés

Yo no sé vosotros, pero de pequeñitos todos teníamos la típica foto cayéndosete la baba y en una bañera en pelotas, otra con los pañales puestos, otra gateando y la de la comunión. Ahora los pobres niños y niñas tienen 300 fotos con Papa Noel, con los Reyes (los de Oriente), disfrazados, desnudos, con ropa de invierno, de verano… y todo en un año. Si lo multiplicas por las ganas que tendrán esos críos de matar a sus padres, te da un total de…


Y dicho esto, por favor, seguid haciendo fotos. Quiero ver cómo ponéis cara de pato, cómo crecen vuestros bebés, los sitios a los que habéis ido de vacaciones, vuestro desayuno, la merienda y la cena.  Pero no os hagáis fotos de los pies. No me vale que los vuestros sean bonitos, no hay pies bonitos. Y si podéis utilizar los filtros, mucho mejor… los de antes. Y ahora, ¡A hacer fotos!


¿Te imaginas que los animales hicieran…?

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Yo no sé ahora, pero de pequeño, de las cosas más divertidas que se podía hacer era imaginar. Ahora también lo hago, pero no voy por la calle diciéndole a la gente. ¿Te imaginas? Eso lo hacen los políticos y los creativos de publicidad y luego nada.

Y todo esto viene a que hace poco tuve un momento ¿te imaginas? Vi a una joven con un tatuaje de un delfín en la espalda. Saltando. El delfín. La chica no saltaba en ese momento. Y me imaginaba cuando fuera mayor, muy mayor. Ahora sí que hablo de la chica. Con la espalda arrugada y con el delfín allí pintado. Y empecé a imaginarme a los delfines tatuándose a personas mayores en la aleta. 


Y a partir de ahí. Ya me empecé a imaginar más cosas que harían los animales. Es como mi propia versión de las fábulas y los cuentos. ¿Y si hicieran cosas como los humanos? Pobres… ¿Te imaginas? Como por ejemplo…
Un lobo, dos lobos, tres lobos

¿Y si los lobos fueran a clases de aullidos? Y ahí tienes al profesor diciéndole al lobezno que mejore su técnica. “Que así no vas a llamar la atención de ninguna loba ni vas a salir en los documentales de la 2 ni nada. Que los agudos bien, pero hay que mantener la nota durante más tiempo. Y no te olvides de sonreír y de abrir el diafragma”.


Ovillos de lana en Youtube

Ahí les tienes. Todos los gatos enviándose vídeos de señores y señoras  jugando con ovillos de lana. ¡Qué divertida es la señora haciendo punto! ¿Y este señor con la colcha de ganchillo? Y mira éste con una rueca. ¡Os estáis perdiendo cómo trabajan con el telar! ¡Esto lo subo a Facebook y lo peto!


¡Vaya pelos!

Ni moda, ni modo. Te vas a la peluquería pero ya. Que estoy harta de encontrarme pelos por todas partes. Si se ríen los otros leones, que se rían, pero o te cortas el pelo o conmigo no te acuestas, o te tumbas, o lo que quiera que hagamos los leones y las leonas”.  Y el león, pues ya sabes. Desmelenao.


Usain Bolt es una apuesta segura

Ahí tienes a los caballos yendo al personódromo a ver, como su propio nombre indica, a personas correr. Y apostando por ver quién es el más rápido. “Sin nadie encima, tampoco tiene tanto mérito. Ya pueden correr sin peso. Los blanquitos no ganan nunca. No serán pura sangres”.


Los campanarios se están poniendo por las nubes

Esta es una de las conversaciones más frecuentes entre las cigüeñas. “Que mira que precios. Que ya no se puede vivir en las grandes ciudades. Que los nidos son cada vez más pequeños y somos 10 familias en un campanario de segunda mano. Ni intimidad ni nada”.


Pero si yo me cuido y mira

“Sigo la dieta a rajatabla y nada. Que sigo engordando. El pan ni tocarlo. Y beber mucha agua, Y nadar, y comer verdura y no probar el alcohol. Y aquí estamos. Soy de constitución fuerte, pero no es normal que pese tanto. Yo creo que voy a tener que ir al endocrino o algo”.


Se me olvidó la letra

Esos canarios que están en mitad de la canción y de repente se callan. Que se les ha ido la letra. Y no hay nada que hacer. Ahí les tienes intentando recordar cómo seguía y nada. Tú crees que es que les da vergüenza por que les estás mirando y nanay de la China (expresión viejuna donde las haya). Menos mal que no tienen que cantar el himno.


¿Has probado a adoptar a un humano?

Perros que no pasan por su mejor momento, o tienen una depresión, o están pensando en jubilarse ya. Lo mejor es adoptar un humano. Y sacarles a pasear y ver lo contentos que se ponen cuando te ven. Lo de mover la cola lo tienen que entrenar un poco más, pero es tan bonito verles sonreír. Lo que no llevo tan bien es que me den besos…


Este año, nos vamos a la playa

“Ya está bien, siempre a la montaña. Este año nos vamos a la playa. ¡Pero es que nosotras siempre tiramos al monte! Pues nada, hay que cambiar y abrir nuevos horizontes, que estamos muy encasilladas y ya es momento de cambiar. Tenemos que salir de nuestra zona de confort y probar nuevas experiencias”. Y así lo hicieron.


Nosotros también queremos sol

Hablando de cambios. Ellos necesitan un cambio también. Y es que vivir siempre con esa humedad les está matando. Y mira que se dan golpes en el pecho. Es el propio cabreo que tienen. Que están hartos de vivir en la niebla. A ver por qué ellos no pueden vivir en un sitio con sol, y salir a tomar algo a una terracita. Todo el día en un sitio tan triste. Ni un día más en Londres… ¿O los gorilas no viven en Londres?


Ni bolsa ni bolso

- Que ya está bien que te lleve el tabaco, las llaves, la cartera y el móvil.- Ya me gustaría tener bolsa, pero es que… - Se acabó, a partir de ahora lo llevas en la mano, o en la pata, que para pegar saltos no te hacen falta las patas de delante. La bolsa es para que vaya Joey y no para guardar tus cosas. Que ya me dirás para que necesitas el móvil en medio de Australia, que ni hay cobertura ni nada.


Ojos como Pelegrini

Bueno, igual no sabéis quién es Pellegrini. Es un entrenador de fútbol que tiene los ojos un poco perjudicados. Como los círculos de las cocinas vitrocerámicas, pero en señor. Pues así les pasa a los peces del mar. Que ya les gustaría que les quitaran la sal. Tú trata de estar 10 minutos con la cabeza bajo el agua (utiliza un tubo, que te conozco) y ya verás cómo se te ponen los ojos. Pues a los tiburones, y las merluzas y los chipirones, les pasa lo mismo. Y llevan tiempo quejándose, pero nadie les hace caso.


Ponte en su piel

No es fácil ser una serpiente. Sin poder andar, todo el día arrastrao, sin sangre caliente… Todo son desventajas. Dirás que al menos cambian la piel. Ya, pero es la misma. El mismo color y todo. Que si pudieras elegir. No sé, que esta temporada se llevan los tonos ocres, pues nada, una serpiente durante toda su vida, sin poder cambiarse el color ni nada. ¡Qué injusticia!


Se me ocurren muchas más cosas, como caracoles que buscan personal coaches para mejorar su velocidad, monos que necesitan revistas pornográficas para… ya sabes… ardillas que van a Ikea para decorar su agujero (donde viven, que todo hay que decirlo), pavos reales que tienen complejo de superioridad, tigres que van al afilador, elefantes que se operan para reducir sus orejas, conejos que te hacen la pascua, osos panda que se quitan las bolsas de los ojos, hienas tristes, focas que no les gusta el pescado, camellos con problemas de bebida, koalas que no soportan los caramelos de eucalipto, cebras que cruzan por donde no se debe, vacas que dan leche desnatada, ovejas que tienen mantequilla para toda la semana, hámster que se niega a dar vueltas en la puta rueda, burros que se meten en política, y llegan a Presidentes del Gobierno...

La verdad verdadera de los Reyes Magos

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¿Sabías que hubo un cuarto Rey Mago? ¿Los pajes son siempre los mismos o los van cambiando? ¿Camellos o dromedarios? ¿Qué hacen el resto del año?

Estas y muchas más preguntas sobre los Reyes Magos por fin tienen respuesta. ¿Qué cómo las he conseguido? He podido hablar con Baltasar. Y sí, ya sé lo que estáis pensando. No, no he cogido al primer concejal que se ha pintado la cara con betún como hacen algunos ayuntamientos. Es el verdadero. El único e inimitable Baltasar. Verdad, verdadera. Y ha accedido a responder mis preguntas. Lo único que me ha pedido es que no le haga fotos, que le he pillado en chándal y tiene una reputación que guardar.

Rechace imitaciones. 

Me hubiera gustado tener tiempo para que me enviarais vuestras preguntas. Seguro que se me ha escapado alguna, pero era una ocasión que no podía rechazar y sólo tuve 15 minutos para hablar con él. Vamos con la entrevista.


Muchas gracias por aceptar la entrevista y recibirme en su casa. Es usted mi Rey favorito 

¿También soy tu favorito? Todos decís lo mismo. No sé si creérmelo. Como soy el más fácil de distinguir… ¿No será que no sabes quién es Melchor o Gaspar?

De verdad lo digo. Melchor es el del oro y Gaspar el del incienso.

Muy bien. ¿Y la barba? ¿Quién tiene la barba blanca?

Yo diría que los dos…

¡Vaya! Un listillo. Pues efectivamente. Los dos, pero Gaspar se la tiñe y se le ha puesto color pollo. No gana para Grecian 2000. El sueldo se le va en tintes y cosas para el pelo. A nuestra edad ya deberíamos olvidarnos de esas chorradas. La magia no entiende de canas.

Si no es indiscreción ¿Qué edad tiene?

Pues sí es una indiscreción, pero vamos; no hace falta ser muy listo para decir que algunos más de 2015.

Claro, Majestad ¿Y de qué parte de Oriente son exactamente?

Esta sí te la voy a contestar. Se han dicho muchas cosas sobre nuestro origen. Que si somos de Tartessos, de Mesopotamia... Cada uno somos de un sitio. Melchor es de Ciudad Real, Gaspar nació en Guadalajara, Julián de Soria  y yo soy de Burgos.

Perdón, ¿Julián?

Bueno, todos le llamábamos el chino porque era así como amarillo y los ojos rasgados, pero conoció una moza, se casó y montó un supermercado de esos que tienen de todo y que no cierra casi nunca. Hemos perdido el contacto con él. Creo que vive en Tarragona.

¿Cómo se conocieron ustedes?

Haciendo la ruta de Santiago. Siempre hemos sido unos adelantados. Nos llamaban hípsters y todo. Antes de que Santiago se pusiera en marcha, nosotros ya estábamos ahí haciendo el camino. En aquella época no había mapas, ni Google ni nada. Nos liamos a andar y aparecimos en Belén. 

¿Y la estrella?

Nosotros vimos la estrella al llegar al portal. Eso que dicen que fue nuestra guía, nada de nada.  Nos lió un chaval que llevaba un tambor. Muy majo, pero un poco pesado. Todo el día con el rom pom pom pom, rom pom pom. Nos dijo que había un camino que llevaba a Belén. Nos liamos el turbante a la cabeza y allí nos fuimos. 

¿Y los camellos?

Eso fue cosa de Melchor. Venía de una familia de posibles y siempre le mandaban cofres con oro. Como es el mayor de los tres y anda un poco tocado de la cadera, pues compró unos camellos. ¿O dromedarios? Chico, no sé, siempre me hago un lío con las jorobas. A mí me gusta más el coche, pero ya sabes cómo son los mayores y las tradiciones. Y como paga él, pues nada.

¿Por qué regalaron oro, incienso y mirra?

Pues ya sabes cómo son estas cosas. Ya te dije que Melchor siempre llevaba oro y además tampoco se quería complicar. A Gaspar y a mí, entre unas cosas y otras, se nos echó el tiempo encima y tuvimos que parar en una estación de servicio y comprar el regalo deprisa y corriendo. La gente dice que no sabe para que sirva la mirra ¿Y el incienso? Al principio te gusta el olor, pero luego ya huele todo a hippy haciendo yoga que tira para atrás.

Pero ¿Mirra?

Pero Mirra cómo beben… Perdón por la broma, pero me la dejabas a huevo. ¡Chico, yo que sé! Las prisas. Luego me enteré que servía para elaborar perfumes y medicinas. Y la verdad, que en el portal un ambientador o algo no hubiera estado mal. Que la mula y el buey daban calorcito, pero ahí parados durante días, ya tú sabes.

Tiene usted cierto acento cubano

¿De dónde te crees que me viene el color? En Burgos no hay mucha tradición de gente de color. Soy negro por parte de padre. Raúl Labarca se llamaba. El apellido no lo uso mucho por los problemas que tuve en el colegio.

No entiendo

Te puedes imaginar. Llamándote Baltasar Labarca todos los niños me cantaban la cancioncita de me dijo el barquero, las niñas bonitas…Y así año tras año. Al final lo cambié por González que es el apellido de mi madre. 


¿Cómo era Belén?

Pues como lo pintan. En esa época, todo era campo. El castillo de Herodes en una montaña con su soldado romano más grande que la puerta. Un río que parecía hecho de papel de plata, hilanderas, señores haciendo de vientre que luego llamaron caganer, pastorcillos con requesón, manteca y vino… El vino se lo pimpló todo San José… Hay que entender que al final se diera a la bebida. ¡Pobre hombre!

Cuénteme algo de él. Es de los personajes que menos sabemos.

Pues un hombre muy cabal. De la carpintería a su casa y de casa a la carpintería. Luego ya con todo el lío del espíritu santo y todo, se le vino el mundo encima. Pero muy buena persona y amigo de sus amigos.

¿Y María?

Guapísima. Y un poco coqueta. Siempre peinándose entre cortina y cortina. 

¿Conoció a Herodes?

¡Claro! Muy mal carácter. Pero también hay que entenderle. Si a ti te dijeran te jodes como Herodes, todo el tiempo, seguro que no te gustaba.  No le hacían gracia los niños.

¿Cómo es un día normal en la vida de un Rey Mago?

Pues como cualquier persona jubilada. Los pajes hacen casi todo el trabajo. Con la pensión que me ha quedado no les puedo pagar mucho pero trabajan sólo un par de meses al año. Diciembre y enero son una locura, pero el resto del tiempo estamos en Benidorm. Hace muy buen tiempo y tenemos bastante éxito entre la población femenina.

¿Qué le parece que haya gente que se haga pasar por ustedes?

Pues hombre. A veces lo agradecemos. No podemos estar en todas partes y nos quitan bastante trabajo, pero podrían currarse un poco lo del maquillaje. Pero bueno, al gordo le pasa lo mismo. 


¿Es cierta esa rivalidad con Papá Noel?

Yo personalmente no tengo nada contra el imperialista yanqui. ¿Pero eso que dicen que trabajamos menos desde que está él? Antes traías una bici, una muñeca o un balón y ya está. Ahora que si la PlayXbox, el móvil, la camiseta de CR7, la Nancy con todos los complementos, una mascota… Hay que turnarse.

Sé que está feo hablar de temas monetarios, pero ¿De dónde sacan el dinero para comprar los regalos?


Merchandising. Nuestros derechos de autor… ya sabes que si las figuritas de chocolate, el dinero de los roscones. Eso lo lleva nuestro representante. 

¿No se han planteado un cambio de vestuario?

Pues sí. Yo personalmente estoy un poquito harto de ir disfrazado como la baraja de Heraclio Fournier. Ya me gustaría ir en chándal. Con el trajín que llevamos la noche del día 6 sería mucho mejor ir con algo más cómodo.

Algún mensaje para los niños

Te podría dar el típico discurso de que hay que portarse bien para que no tengamos que traer carbón, pero es que ya no hay carbón ni para los peores niños. Se ha perdido la tradición. No sabríamos dónde comprarlo. Sin embargo aprovecho para dar un mensaje a todos aquellos que nos dejen la copita de coñac. Yo soy más de ron y Melchor es de gin-tonic, pero de los tradicionales, sin mariconadas. Ni verdura, ni nada.

¿Y Gaspar?

El abuelo se bebe hasta el fairy. Es ver una copa y tirarse en plancha. Luego nos toca a Melchor y mí llevarle en brazos hasta su casa todos los días 6. Su mujer le tiene muy controlado el resto del año y ya se sabe.


No quiero robarle más tiempo Majestad. Muchas gracias por su tiempo. 

De nada majo. Pásate cualquier día. Hasta diciembre tengo la agenda libre.

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Pues ya sabéis, Si tenéis alguna pregunta para Baltasar, me la dejáis en los comentarios para la próxima vez que pase por su casa. 


10 cosas que no echo de menos

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Tenemos cierta tendencia a echar de menos cosas del pasado. Olores, sabores, lugares, gente. Todo era mejor antes, y más grande, y más divertido,  y los tomates sabían a tomates, no como ahora.


Y es que hay gente para todo. Conozco a uno… bueno, no le conozco, pero le he oído decir que echa de menos, la cama revuelta, ese zumo de naranja, y las revistas abiertas, y el crujir de tus tostadas y el sentir por el pasillo, tu gato que araña. Claro que llamándose Kiko Veneno, tampoco hay que fiarse demasiado. ¿Quién puede echar de menos que te arañe un gato y la cama revuelta?

Vozarrón de Willy Toledo

Pero también hay cosas que no se echan de menos. Vamos allá.

Nota: Las opiniones expresadas en el blog son responsabilidad única del irresponsable que escribe este blog. Las opiniones pueden sufrir modificaciones en siguientes posts. Y es que hay veces que no me pongo de acuerdo conmigo mismo.

1. La carta de ajuste

Que habrá gente que lo eche de menos, pero me da que son muy pocos. No veo ya a la gente poniendo la tele para escuchar la música de la carta de ajuste. ¿Y quién ajustaba la tele con esa carta? Sube un poco más el color, que el rojo está un poco apagao… Y es que en aquel entonces (unidad de medida muy utilizada para cuando no estás seguro de cuánto tiempo hace de cualquier cosa) el color rojo no estaba muy de moda.



2. Que empieza el telediario

Quitando el deporte, hay muy pocas cosas que vemos cuando las ponen en la tele. Las series preferimos verlas todo seguido, las películas sin anuncios, los programas resumiditos. Cuando llega el telediario ya te sabes todas las noticias. Y según qué telediarios, las noticias no tienen nada que ver con la realidad. Cada vez más la gente ve los programas de la tele, cuando quieren, pueden o tienen tiempo. Estaría bien poder ver el telediario del futuro, pero por ahora, nos tenemos que conformar con saber las cosas que han pasado… y aun así, tampoco aciertan.


3. Levántate a cambiar de canal.

Hubo un tiempo (en aquel entonces) en el que no había mando a distancia. Total, no había mucho que cambiar. Sube la voz, baja la voz, enciende o apaga. Había dos canales. Estaba la Primera Cadena y el uacheefe, que duraba un ratito. Ahora ya no hay que levantarse para encender la tele… es más, casi te da pereza encenderla… aunque tengas mando.


4 Los sellos.

Que sí, que habrá gente que siga enviando cartas. Los señores de los Bancos, y los que te mandan facturas, pero gente normal (como dice Rajoy), poca. Pero yo no echo de menos las cartas (ni las de póker siquiera), ni los sellos. Eso de ver al Rey Juan Carlos y chuparle la nuca y pegarle en un sobre me ha parecido siempre muy poco elegante. ¿Y ahora a Felipe? ¿O a la reina Leti? Y a esos bueno, que son casi de la familia (de su familia), pero chupar a señores desconocidos? Nanay. Que no digo yo que esté mal, y que hay señores filopédicos, o filarmónicos que se dedican a hacer colección de sellos… Tiene que haber gente para todo. Y es que echar de menos sellos no yo (Yoda style).


5 Ir al banco.

No es que fuera demasiado al banco antes, pero es que ahora, que casi lo puedes hacer todo por internez, no hace falta pisar el banco. Antes ibas a cambiar dinero, y te daban francos, y liras y violines (eso no, pero es poético, ¿no? Ahora casi todos usamos euros. Y los sacamos en los cajeros. Y cajeros sí que visitamos, pero esos están casi todos fuera de los bancos, como si les diera vergüenza formar parte de la sucursal. Ahí en la calle, expuestos al frío, al calor, y a los chorizos… Bueno, que dentro, también hay algunos…


6. El olor a tabaco

¿Os acordáis cuando al comprar un billete de avión os preguntaban si eras fumador? Y no, no era para hacerte descuento, cobrarte más o echarte colonia. ¡Se podía fumar! Y no, no lo echo de menos. No me gusta que se fume en cualquier sitio. Yo soy así. Ni cuando fumaba. Otros no quieren que a los toros te pongas la minifalda. Yo prefiero las minifaldas al tabaco. Y es que antes, olía todo a tabaco, la ropa, el pelo, las nubes. ¿A qué huelen las nubes? Olían a tabaco. ¿Y ahora?


7. Cabinas y teléfonos

No sé dónde se cambiará Supermán ahora. O si se cambia siquiera, porque yo creo que hay tantos malos, que se ha dado la baja por estrés. El caso es que no hay casi cabinas. Algunas en Londres, pero para que la gente se haga fotos. Pero lo que no echo de menos para nada es el pagar una fortuna por hablar por teléfono. Ahora cada vez hablamos menos. Nos enviamos “guasas” o mensajes por redes sociales. Tampoco llamamos a cobro “revenido”. Y cuando hablamos, lo hacemos a través de Internet, Skype, hangouts y todas esas cosas con nombres raros para que no podamos pronunciarlas correctamente y se rían los demás.


8. Poner un fax

Puede que alguno no sepáis lo que es un fax incluso. Era un cacharro (todavía los hay) que metías un papel escrito y lo mandabas a otro sitio, aunque fuera muy lejos. El mismo papel, escrito con la misma letra.”¡Ameisin!” Yo, personalmente odiaba el fax. Imaginaos, enviar una nota de prensa a través de fax a 100 contactos. No había correo electrónico todavía, y llamar a las 100 personas para leerles la nota, no estaba bien visto. A una media de 3 minutos por fax, teniendo en cuenta que no diera ningún problema, no tuvieras que llamar para que te dieran su número, que el fax no diera problemas, que el tren vaya a 100 kilómetros por hora ¿A qué distancia se encontrará con el tren con destino a Barcelona? Creo que me he liado. Que te tirabas todo el día, vamos.


9. Consultar libros gordos

La gente no iba a los gimnasios. Cogía una enciclopedia, o un diccionario y tan contentos. Por eso ahora está la gente tan pasada de peso. No consulta libros gordos. Se va a internet y santas pascuas plín. Que quieres saber cómo se dice recorcholís en esloveno y está disponible en la red. Ya me contarás quién lo busca, pero seguro que lo encuentras… Por cierto, se dice gee-čarovnik.


10. Desdoblar un mapa

Realmente no es desdoblar lo que no echo de menos, sino volver a doblar el mapa una vez abierto. Trata de hacerlo, sin enfadarte. Respira, y vuelve a intentarlo. Sí, Galicia es lo que va encima de Portugal. No Valencia y Málaga no están en el mismo doblez. Ya no hace falta… Pero a ver, cuando Google, o Microsoft o quien sea, crea una aplicación para doblar sábanas ajustables.


Pero a lo mejor tenía razón el señor Veneno y deberíamos echar de menos algunas cosas como al gato que comía tostadas, bebía zumo de naranjas y leía revistas abiertas… ¿O me estoy volviendo a liar?


¿Sabes que hay un montón de cosas que no sabemos?

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No sé si os pasa lo mismo, pero yo es oír ¿sabías qué? e inmediatamente soy todo oídos. Lo que venga detrás ya da un poco igual. Puede que sea un cotilleo o un dato  interesantísimo, me da lo mismo. Tengo los oídos, y las orejas, abiertas. 


Somos curiosos por naturaleza. No lo podemos evitar. Los hay que además de curiosos, son también cotillos, pero eso es otra historia. Aunque no a todo el mundo le atraen las mismas cosas, a todos nos interesa algo. Puede que te de igual lo que se publica en una revista del corazón, o en un periódico deportivo, pero basta con que una frase empiece por “sabías qué” y todos, de una manera o de otra, le prestamos atención.


En el post de esta semana os voy a hablar de esas cosas inútiles que me gustaría saber. También me encantaría saber algunas cosas útiles, pero ya me pasé estudiando mucho tiempo y me he dado cuenta de que no se puede saber de todo.

Lleva andando desde que tenía 1 año

- Mi hijo lleva andando desde que tenía un año. - ¿Pues ya debe estar muy lejos, no? Además de ser un chiste horrible, ¿No te gustaría saber cuántos kilómetros has caminado en tu vida? Ya, ya sé que hay aparatos que miden los pasos, los kilómetros, los julios divididos en agostos que necesitas para recorrer 100 metros (seguro que me he equivocado en alguna cifra). Hay gente con mucho tiempo libre que ha calculado que si vives 70 años, llegas a andar el equivalente a dar la vuelta al mundo 8 veces. Una “jartá” de kilómetros. Pero igual tú eres un poco perrete y los fines de semana te los pasas tirado en el sofá y haces menos ejercicio que Falete a la hora de la siesta, pues ya tienes que quitar alguna vuelta al mundo. ¿De verdad no te gustaría saber cuánto llevas andado?


¿Cuántos ochomiles?

Hay gente que no hace más que salir en la tele contando las veces que han subido las montañas más altas. Los 8 miles les llaman (a las montañas, no a los que las suben). ¿Tú sabes las veces que he tenido que subir andando hasta un quinto piso hasta que pude utilizar el ascensor yo solito? Así a ojo de buen cubero (lo que quiera que sea un cubero), ya te lo digo yo. Un huevo de veces. Como del infinito y más allá (ya sé que no es una medida muy científica), pero seguro que algún 8 mil sí que he hecho subiendo escaleras. Y dicen que es muy sano y evita el colesterol y no provoca caries. 


2400 calorías al día, hacen un total de….

Hay gente que está midiendo constantemente las calorías que tiene cada cosa que come. Otros también miden el ejercicio que tienen que hacer para perder esas calorías. 5 kilómetros corriendo a 10 km/h un desnivel del 5% a las 6 de la mañana, corresponden a tener mucho sueño, acabar sudando y querer volver a la cama en cuanto acabes. Un sinvivir. El cuerpo humano, que está muy mal acabado, debería ser como las aspiradoras antiguas. ¿Tienes la bolsa llena? Pues a vaciarla. Aunque algo de esto hay, no siempre la vacías del todo. Lo que de verdad me gustaría saber es cuántos kilos de comida me he metido al cuerpo. Cuántos filetes, barras de pan, huevos, tabletas de chocolate… El tema de la bolsa, ya os lo dejo a los escatológicos. Pero daría para abonar varios campos de fútbol.


¿Y cuántos litros de…?

¿No te gustaría saber cuántos litros de agua has gastado en tu vida? Entre beber, lavarse (por favor, y sobre todo si vais en transporte público), cocinar… He visto en Internet (todos sabemos que si lo pone en Internet, será verdad) que la media es de 140 litros diarios por persona. Si lo multiplicas por las veces que te ha dicho tu madre que cierres el grifo o hijo, no sé qué haces tanto tiempo en el baño, hacen un total de… Muchos litros. Tota para luego ponerte a sudar, o llorar, o a miccionar (que es lo que viene siendo orinar) o... mejor no sigo. ¿Sabías que según mis cálculos, a los 50 años, habrías consumido una cantidad de agua equivalente a llenar una piscina olímpica? Si ya lo medimos en lágrimas y siendo muy llorica, no te da para tanto, pero estaría bien calcularlo ¿verdad?


¿Nos conocemos?

¿Habéis oído esa teoría que dice que entre cualquier persona del mundo hay, como mucho, 6 grados de separación? Por ejemplo, yo conozco a alguien  que a su vez conoce a otro… y así sustantivamente hasta terminar por decir: El mundo es un pañuelo. Que nos conocemos todos, vaya. Seguro que hay mejores maneras de explicarlo, pero esto es lo que hay. ¿No te gustaría saber el número de personas que has conocido en tu vida? ¿Con cuántos has hablado? ¿A cuánta gente le has dicho encantado de conocerte? Creo que el término que estamos buscando aquí, es mogollón, pero tampoco sería una cantidad muy científica. En Internet (¿os he dicho que no os fiéis de todo lo que pone en Internet?) dice que en nuestra vida conoceremos a 1700 personas, pero eso serán otros que son unos sosos y no salen mucho y no quieren conocer a nadie.


¿Cuántas palabras has dicho?

¿No te gustaría saber cuántas palabras has dicho en tu vida? Como eso que tienes en el ordenador de señalar un párrafo, o una frase y que te diga 50 palabras, 3 líneas… Conozco a algunos que se quedarían sin números. Ni con el infinito y más allá tendrían bastante. También me gustaría saber todas las palabras que he escrito. Desde los cuadernos Rubio (los de mi mamá me mima), hasta los textos del post. ¿Y no te gustaría saber cuántas palabras conoces?


Si la he visto, no me acuerdo

¿Tú te acuerdas de todas las películas que has visto? ¿Y de todas las series? Dicen que el cerebro es muy sabio y olvida las cosas malas. Pero es que mi cerebro debe ser el más sabio de todos porque no recuerda cosas que me han gustado. Deberíamos venir con una base de datos de serie. ¿El Padrino? Ya la he visto pero la volvería a ver una y otra vez. ¿Rambo 2? Que la vea otro y me haga un resumen. ¿Titanic? La he visto y no me acuerdo. (Pues va a ser verdad  que el “celebro” es muy sabio.


Has dormido 10 años, 3 meses y un día

Mucho sueño para una persona mayor que no se llame Bella y se apellide Durmiente. Nos pasamos un tercio de la vida durmiendo. Pero ¿no te gustaría saber en qué ocupas el tiempo que estás despierto haciendo cosas importantes? Como por ejemplo buscando algo que tenías en la mano, el tiempo que has pasado esperando para entrar al baño, o para secarte las manos (hay que lavárselas después de ir al baño, amiguitos). O los minutos que has pasado mirando al teléfono esperando esa llamada y asustarte cuando suene. El tiempo que has pasado intentando empujar cuando deberías tirar de la puerta (o viceversa), o las horas que has perdido jugando al buscaminas o leyendo blogs en “Internez”… Casi mejor no saberlo ¿verdad?

Bueno, que no quiero hacerte perder más tiempo. ¡Hasta la semana que viene!

PS: Seguro que necesitabas leer estos datos sobre este post:

  • 1269 palabras
  • 5588 caracteres sin espacios
  • 27 párrafos
  • 116 líneas

Yo sonrío, tú sonríes, él sonríe... no todos sonríen

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¿Os habéis dado cuenta de que la gente cada vez sonríe menos? Nos estamos volviendo poco sonrisueños (o como quiera que se llame a la gente que sonríe). Vamos siempre con prisa, enfadados, mirando al teléfono y no levantamos la cabeza para ver un montón de cosas que nos hacen sonreír.

Hay veces que no te apetece reír, ni sonreír, ni nada. Algunos parece que han nacido para sinreír. Todo el día enfurruñados (no me digáis que no es una palabra bonita de leer). Ellos se lo pierden. 


A ver si coincidimos en los momentos sonrisibles. Allá vamos.


10 cosas que me hacen sonreír.



Acertar los números de la lotería

Empieza fuerte la cosa ¿verdad? Pero no es lo que os pensáis. No es hacerme millonario lo que me hace sonreír. O sí, pero es que nunca he sido millonario y no os puedo decir. Pero alguna que otra vez sí he acertado algún número de la lotería o del cupón de los ciegos. Esas ocasiones en las que dicen en la radio o en la tele los números, yo siempre intento adivinarlos. Y a veces lo consigo. Me conformo con bien poco. 


¿Estoy guapa?

Si tu chica te pregunta si está guapa o si le favorece la ropa, sonríe. Es la respuesta correcta. No digas nada más. Sonríe y asiente. Y si puedes, escápate corriendo. Luego vendrán más preguntas. Y ya no hay escapatoria, tendrás que argumentar tu respuesta y estarás perdido. ¡Calla y corre como decía Mortadelo a Filemón!


La lluvia desde la ventana

Hay gente que le pone triste la lluvia. A mí no. Me encanta mirar la lluvia desde la ventana. Esos días en los que no te apetece salir y ver cómo resbala el agua por los cristales. Ese sonido tan particular de la lluvia, la gente corriendo, el reflejo de las luces en los charcos. Y ese olor especial…. Es todo tan bucólico… Pero ya llevo dentro del coche más de una hora…  Y no deja de llover. ¡Puta lluvia! Y habrá gente que le guste la mierda esta... ¿Serán $%&@#? Y se me quita la sonrisa, pero fue bonito mientras duró.


El saludo de un extraño

Se están perdiendo las buenas costumbres. Antes, cuando te cruzabas con alguien, saludaba. Cada vez queda menos gente así. Creo que deberíamos seguir haciéndolo. Y siempre con una sonrisa en la boca… Espera, que el extraño me está diciendo algo… ¿Que si quiero qué?... ¡Pues no va el tío y me ofrece caramelos! ¡Será degenerado!


Ver a una pareja bailando

Ya decía Sergio Dalma que bailar de lejos no es bailar. Un hombre solo no debe bailar. Nunca. Pase lo que pase. Pero una pareja es diferente. Ver a esos jovenzuelos danzar… Ahí todo cambia. No puedo evitar la sonrisa… Con unas parejas más que con otras. 


Cuando las cosas salen bien

Me encanta ver que a la gente le salen las cosas bien. No entiendo a los que se alegran del mal ajeno. De verdad que no lo comprendo. Es tan bonito ver a todo el mundo contento. Lo que pasa es que no siempre puede salir todo perfecto… A veces lo que parece que ha salido bien…


Los encuentros en el aeropuerto

Me refiero a la gente que se encuentra, no a los partidos de fútbol que se pueden ver dentro, que a veces con lo que hay que esperar te da tiempo a prepararte para jugar la “Championlí”. Pues eso. Que sonrío al ver a la gente encontrándose. - ¡Qué bien te encuentro! - Pues no me encuentro bien. -Bueno, espero que luego te encuentres mejor. Y así pasan el rato. 


¡Nuestra canción!

No me digas que no te pones contento cuando ponen tu canción. Yo sólo sonrío, pero hay algunos que no pueden ocultar lo felices que se ponen. Dentro vídeo.  


Ver a los padres leer

Y no, no me refiero a un sacerdote leyendo la Biblia o a una monja leyendo los Grites jits del Papa Francisco. Cada vez que veo a un padre, o madre, o abuelo, o abuela, o tío o tía, (¿te quieres callar ya, que la idea ya la han pillado?, leer a los niños, me provoca una sonrisa. De mayores nos siguen contando cuentos, pero son más increíbles que los libros infantiles (y ya es decir). 


Los chistes malos

Cuanto más malos mejor. Pero aunque sea más malo que Rodrigo Rato. Bueno tanto no. Los buenos también me hacen sonreír. La verdad es que soy muy fácil en el tema de la sonrisa y los chistes. ¿Cómo no vas a sonreír con una cosa tan tonta como el chiste del vídeo?


También sonrío con otras cosas, como ver a un señor mayor con coleta, o el olor a pan, o pillar a la gente mirándose en un espejo poniendo posturitas, o la gente que va en un autobús turístico y saluda (en cuanto se bajan ya no hay saludos que valgan), y ver a amigos y que leáis el blog. 



Pues ya está, se acabó, ya podéis salir a la calle a saludar a gente y contar chistes malos, bailar con alguien, acertar los números… Lo que se os ocurra. Pero siempre, con una sonrisa… y te vale también en el extranjero.



10 cosas que nos cuentan, o no, en los cuentos

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Esta vez es literal. Os voy a contar cosas que nos cuentan en los cuentos. Los de verdad. Los que nos leían de pequeños y en los que se basa el señor Sidney… (¿o es Disney?) para hacer películas. Y es que hay algunos temas que no me cuadran.


Hay cosas muy sospechosas en los cuentos. Como ver a un chino paseando a un perro o a un político viajando a Suiza. Vamos con las cosas que nos cuentan en los cuentos.

Cuándo

Que los cuentos siempre son en un lugar muy muy lejano, en un reino junto al mar, en otro mundo, en los tiempos de Maricastaña, antaño… Pero no concretan. Érase una vez….(pero ¡qué vez! ¿cuándo). Y es que creo que esto es una estratagema (¡Qué bonita palabra!) para escribir sobre cosas que no son ciertas. ¡Que se lo inventan vamos!


Dónde

¿Y por qué siempre pasan cosas en los bosques? Con la de cosas que pasan en las ciudades y ni un cuento allí. Siempre en un pequeño pueblo, o en una urbanización de la sierra. Y en sitios en los que no hay ni un Carrefour, ni un Mercadona… ni un triste establecimiento regentado por asiáticos. No hay chinos en los cuentos… ¿Por qué se llaman cuentos chinos?

Hablan hasta debajo del agua
Todo el mundo habla en los cuentos. Que sale un lobo, habla, un cerdito, también, tres cerditos, también (pero ese es otro cuento). Y da igual que sea un oso y un mono, hablan entre ellos. ¡Y se entienden! O sea que los bichos hablan todos el mismo idioma. A mí me da que hay truco. Con lo difícil que es entender a algunas personas y en los cuentos no hay problema.


Y todos mezclados

En los bosques hay lobos, tigres, y toda clase de monos, boas, un oso pardo, buitres. Y todos en el mismo sitio. Tigres, leones, todos quieren ser los campeones, y un oso polar… ¡Como en Lost!


Muy limpitos me parecen

Limpio mi casita, laralalarita. ¡Que es una rata! ¿¿Barriendo?? Y Blancanieves tiene que arreglar la casa de los enanitos. Y Cenicienta todo el día con el trapo. Y no sé yo si eran ya mayores de edad. Explotación infantil.


Cantando a trabajar

Que serán dibujos y esto es ficción, pero ¿Quién se puede creer que 7 señores bajitos vayan cantando a trabajar? Hasta el gruñón cantaba. Que si fueran a Caja Madrid a un consejo de administración una vez al mes y llevarse un pastón y tarjetas con premio, bueno, pero es que iban a la mina a picar. ¡Como el abuelo de Victor Manuel! Calla, que ahora que vuelvo a ver el vídeo, era al salir del trabajo… Ya decía yo que no podía ser.



Anda, tira para el bosque

Qué afición tienen al bosque en los cuentos. No pueden hacerlo en una ciudad, o en una urbanización o en un sitio con semáforos y civilización. No, todo en el bosque con lobos, y lleno de árboles… Y qué madre deja a su hija ir sola por el bosque con una cestita. Y encima vestida de rojo, para que se la vea bien y el lobo la pille en un momento. También podríamos hablar de la miopía de Caperucita. ¿Tan fea y peluda era la abuela que tienes que preguntar tantas veces lo de las orejas tan grandes, y los ojos y la boca?


Fuera de la ley

Gente muy mala a la que no meten en la cárcel ni nada. Me suena que esas cosas pasan en algunos países. Madrastras malérrimas, lobos que se comen niñas y abuelas… Los tres cerditos por poner un ejemplo. Se hacen una casa cada uno. Y ni piden permiso al Ayuntamiento, ni pagan el IBI, ni les hace un proyecto un arquitecto ni nada… Así les va, que luego un lobo sopla un poco y a tomar por saco la casa… Seguro que pagaron en negro y ni IVA ni nada. Y ¿de dónde sacan dinero unos cerditos para pagar los materiales?


Los príncipes

Su única preocupación es buscar a alguien para casarse. Ni prepararse para reinar ni nada. Su obsesión es encontrar a una joven. Como Marujita Díaz, pero en príncipe. Hasta llegan a organizar bailes. Es como Mira quién Baila pero con otro tipo de cuentistas. Y dicen que son príncipes azules. Que mira que es un color feo para una persona.


Todos son guapos… o casi

No hay término medio en los cuentos. O muy guapos y apuestos y bellísimas o más feos que Modricestornudando. Cuanto más malos, más feos. Madrastras y brujas, jorobados, bestias… Pero algunos tienen buen corazón y las bellas se casan con los buenos… ¿Ahora entendéis por qué lo llaman cuento? 


Os podría contar muchas más cosas que me parecen increíbles, pero es lo que tienen los cuentos, que cada uno se hace el suyo propio… y a veces, nos los creemos. 

Tú también eres un friki aunque no lo sepas

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¿Friki yo? ¡“Amosnomejodas”! Los raros, extraños y estrambóticos son los demás. Los otros.


Pues tienes razón, los otros son un poquito especiales… pero tú también. No es nada personal. Todos somos frikis. ¿Qué pensabas? ¿Qué sólo los que visten un poco extraño o tienen gustos diferentes son los frikis? ¿Te has parado a pensar que tú eres diferente para los demás? Ya sé que es difícil de admitir, pero así es y así te lo estoy contando.


Y os voy a razonar mi teoría.


Antes de nada, vamos a ver qué consideramos friki. Del inglés freaky, y este de freak, ‘extraño’, ‘extravagante’, ‘estrafalario’, ‘fanático’) es un término coloquial para referirse a una persona cuyas aficiones, comportamiento o vestuario son inusuales. Y tú dirás. Yo no soy friki. 

Aunque te pienses de que no, pero es de que sí. No sólo son frikis los que se disfrazan de personajes de Star Trek o de la Guerra de las Galaxias, o esos raros que no salen de casa jugando en el ordenador con programas impronunciables en inglés para matar gente como World of Battles after midnight together forever, o a destrozar coches como los de Tú fás, tú furius (ya me contaréis quién es fás, y quién es furius... Tendré que ver alguna de sus películas para enterarme). Me explico:

Una partidita al Candy Crush

¿Qué pensabas? ¿Que sólo los que juegan a programas complicados son raros? ¿Te parece normal tener 50 años y estar juntando piruletas, u otra clase de dulces (al precio que están “los chuches”) en un teléfono? ¿Y andar pidiendo vidas a los demás en el Facebook? Y ya hay mil variantes del mismo juego. Y no me vale la excusa de que sólo me pongo a ello para matar el tiempo… cuando espero el autobús o el metro… Y cuando conduces, y antes de hacer la comida… Por lo menos quítale el sonidito.


Envidio al pito doble

Vamos a ver. Esos señores que se juntan para hacerse señas y envidiarse unos a otros… Te envidio, yo más, y ahora vamos con las chicas… Cosas que se dicen los que juegan al mus. Y otros que se arrastran y pintan copas. ¿Y los que tienen un pito doble? Si eso no es de frikis, que venga Luke Skywalker y lo vea.


Gente en calzoncillos fluorescentes

¿Os creeréis muy normales con esas pintas? Que cada vez haya más especímenes como vosotros no os hace menos raros. ¿Y esos colores? Que vayáis con calzoncillos largos verdes, zapatillas pronadoras y supinadoras (que parecen nombres de anfibios de las Galápagos) de color rosa chicle, con teléfonos que os marcan los pasos en relación a la bolsa de Tokio cuando X tiende a infinito. Y los cascos que os ponéis para ir en bici tampoco son normales. ¡Id en autobús como todos!



¡A cantar en la ducha!

Parece que se ha pasado un poco la moda de los Karaokes. Allí veías a un montón de gente cantando el Amante Bandido, Libre de Nino Bravo y Bailar Pegados. No, todas a la vez no, pero según quién cantara, tampoco podíamos distinguir una de otra….

         
Los domingos por la misa me abandonas

Que yo respeto lo que haga todo el mundo y sus creencias y a lo que dedique el tiempo libre, pero no me digáis que no es extraño ir a un sitio a escuchar a un señor leer lo que pone en un libro, y levantarse, y sentarse y ahora nos damos la paz, que tiene su coreografía y todo, y cantan… Y así todos los domingos, desde hace muuuchos, muchos años. Si eso no son comportamientos inusuales…


¡Gooool!

¿Y qué me decís los que se disfrazan de futbolistas para ver un partido? Señores mayores, que parecen respetables, con camisetas de Messi, o de Cristiano Ronaldo gritando a otros (para animarle o desanimarle). Y los que no se disfrazan tampoco es que sean menos raros. Ahí les tienes, sufriendo porque los jugadores han metido menos goles que el contrario, o alegrándose porque han ganado. Que si te dieran una parte del sueldo de los jugadores se entendería, pero encima te toca pagar su nómina. Te lo digo por experiencia, que yo también me agarro unos cabreos de aúpa (expresión viejuna dónde las haya, pero muy socorrida para el deporte)… aunque un poco menos que este señor del vídeo.   


Ahora voy y me visto como los de Mocedades

No os imagináis a gente por la calle disfrazada como los de Mocedades por la calle ¿verdad? Pero sí habéis visto a jóvenes y jóvenas vestidos como los cantantes de sus grupos favoritos. Yo es que soy heavy, y me dejo los pelos largos y pantalones “asustaos”, yo rocker, y llevo tupé y cazadoras de cuero,  y el otro punki y se pone cresta como Gallina Blanca y pinchos como la valla de Melilla, o con los pantalones cagaos, por que…. Ni idea, no entiendo por qué se ponen los pantalones así.


Coleccionando cosas

El nivel de frikismo (¿o se dice frikerío?) lo medimos por lo extraño que sea lo que se coleccione. Cuanto más raro, más friki… Pues ahí, me váis a perdonar, pero por ejemplo hay gente que colecciona monedas con las que no se puede comprar nada y las paga con billetes con las que se pueden comprar otras cosas. O sellos ¡Sellos! Si, ya nadie escribe cartas…. Bueno el banco y el señor Heraclio Fournier.


El devorador de series

Si ves Lost o todos los capítulos de Juego de Tronos eres un friki…. ¿Y si te has visto la serie entera de La Dama de Rosa o Cristal, qué? ¿Eso no cuenta?… Que eso era a diario y tenía más episodios. Pero claro, como de eso hace tiempo, pues no son frikis… Y la de palabras que aprendimos… ¡Lo pasábamos chévere!


¿Te he convencido de que eres un friki o sigues pensando que eres una persona normal de las que saludas a los vecinos, vas a la compra y tiras la basura como si tal cosa?  … Esos suelen ser los más raros… pero eso es otra historia. 

33 tipos de malos malísimos, aunque seguro que hay más

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En casi todas las películas hay malos. No suele haber muchos porque hay poco presupuesto para personajes malignos. Sin embargo, en otras películas todos son malos, hasta el presupuesto. El guion, los actores, los diálogos, pero esa es otra historia.


Seguimos con los malos. Como os iba diciendo, los malos aparecen en las pelis con cara de muchos enemigos (anteriormente era con cara de pocos amigos). Son esos que cuando salen ya te avisan con la música de que van a aparecer. Por cómo suena, ya sabes que va a salir un tipo o tipa malo o mala (prometo que es la última vez que voy a ser políticamente correcto y utilizar masculino y femenino. A partir de ahora todos son malos, así en plural y masculino). Los malos suelen fumar, están enfadados y se ríen poco, aunque cuando se ríen son un poco escandalosos.


Pero, no sólo en el cine hay malos. En la vida real también. Y aunque no sean tan malos como los que salen en las películas quería dedicarles este post. Es a ese tipo de personas a las que les deseas que se queden sin papel higiénico en un baño público, o que pierdan el autobús o el metro siempre, o que se acabe su plato preferido en el restaurante.


Dedicado a todos estos malos y a todos los que se os ocurran. Aquí van 33 tipos de malos. 

  • A ese dentista que recomienda chicles con azúcar y quiere que se te caigan los dientes para hacerte una dentadura nueva con todos sus caninos, molares, premolares, postmolares e incisivos. A los que no ponen Calgón en las tuberías y en las lavadoras, les perdonaremos… por ahora.
  • A los que no sujetan las puertas en el ascensor y corren como Usain Bolt para que nadie más se suba con ellos.

  • Al comercial de Vodafone, Movistar, Ono, Yoigo o similares que llama a la hora de la siesta para venderte más “jigas” y teléfono por cable e Internez y televisión con más colores y más velocidad en las llamadas.
  • Al que te pregunta si ha pasado el autobús que llevas esperando media hora… Sí, ha pasado, pero no me ha dado la gana de cogerlo. ¡Que se joda el autobusero!
  • A los que aparcan en doble fila cuando tienes que salir y vuelven a la media hora diciendo que cómo te pones por 1 minuto que han dejado el coche allí. Haciendo un Espe le llaman. Un saludo a Espe, ya que estamos… No por mala, que también.




  • El que cruza por el paso de cebra muuuuuy despacio y mirando fijamente a los conductores de los coches para que les digas algo y se monte la de San Quintín Tarantino. 


  • El que no saluda nunca. ¿No te enseñaron educación en el cole? Vale que por la mañana estamos todos de un humor de perros, pero hay que empezar el día con una sonrisa. Como si estuvieras bailando con Leticia Sabater… o mejor no. Pobres niños, no me extrañaría que no saludaran nunca más en su vida.



  • El que pega mocos o chicles debajo de las mesas, sillas, “sofases” y todo tipo de mobiliario urbano e interurbano. Dejad esas cosas para cuando vayáis conduciendo y lo pegáis en el volante de vuestro coche. 
  • Los que pintan partes del cuerpo humano en las  puertas de los baños públicos o escriben frases poco originales como yo estuve aquí, el Yonatan quiere a la Yesy y movidas por el estilo. Que dejan los baños como los brazos de un futbolista.



  • Los que se cargan las farolas de las ciudades porque eso debe ser muy gracioso. Estaría bien que les obligaran a poner las bombillas de las ciudades, pero sin escalera ni nada.
  • El que hace ruido con la moto a las 3 de la mañana las calurosas noches de agosto.
  • Al primo del de la moto que llega con el coche un poquito más tarde con las ventanas abiertas y con la música a todo trapo. A peor gusto musical, más volumen. Dentro música de coches de choque. Perdón (entro de cabeza en la lista como malo por poner esta música)


  • El que suelta todo el polen para que la gente con alergia lo pase fatalmente.
  • El que no avisa que se ha acabado el papel higiénico.
  • Los que sacan el paraguas los días de lluvia, no para evitar “mojamientos”, sino para meterlo en el ojo al prójimo. 



  • Los que se duchan durante tanto tiempo que no dejan agua caliente al resto de la población.
  • Los que no se duchan y huelen a zumo de alerón.



  • Los que fuman en sitios cerrados. Era para encerrarles y que no pudieran fumar. (Me molestaba también antes de ser exfumador). 
  • Los que se cuelan en todas las colas. Entendiendo colas por filas, que os conozco y empezáis con el humor culocacapedopis. Mención especial a los que se hacen el orejas y hacen como si fueran más listos que los demás.



  • Los que se hacen el dormido en el autobús y metro para no ceder el asiento.
  • Los que hablan a gritos Milagritos (Milagritos, no es nada personal, es que es la rima perfecta junto a la del 5).
  • Los que tiran cosas al suelo y no respetan lo que es de todos. Como no es mío, pues…



  • Los que llaman a los camareros gritándoles ¡Jefe! o dando palmas. Serán los que llamen parienta a su mujer. Que también tiene delito.
  • Los que te dicen todo lo que piensan sin que se lo preguntes porque ellos son muy auténticos.
  • Los que no devuelven los libros o los discos que les prestas. “A ver si eso, ya si eso”, suelen decir cuando se lo recuerdas.
  • Los que no ponen el intermitente nunca, ni cuando se confunden al darle al limpiaparabrisas.
  • Los que por hacer una broma te cuentan el final de una peli, el capítulo de la serie que estás viendo, o el resultado del partido que quieres ver después.



  • Los que se ríen de sus chistes y los repiten una y otra vez hasta que tienes que asesinarle.
  • Los que hacen la tortilla sin cebolla. No me digáis que no es para odiarles…
  • Los que siempre llegan tarde y los que siempre dicen que vienen y luego no van.
  • Los que colocan la mesilla por la noche para que te des con ella en el dedo meñique del pie



  • Los que plantan la mano y todos los dedazos (como 20 o 30 dedos que tienen en cada mano) en los cristales recién limpios.
  • Los que no leen….Y mucho peor, si no leen este blog. A esos… no sé yo qué les haría… Si conocéis a alguien que no lo lee, me lo dices y ya me ocupo yo de ellos y les mando a todos los anteriores. Ya veréis cómo se les quita las ganas de no leer…




Veinte cosas que pasan siempre

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¿No os llama la atención que el cumpleaños siempre caiga en el mismo día? Y ya para rizar el rizo (algún día hablaré de frases típicas) que también coincida el mes. Aquí hay tema para la gente de Cuarto Milenio La gente, la mayoría de la gente, tiene la costumbre de cumplir años cada cierto tiempo, y a mí me parece muy sospechoso que sea cada 365 días.


Hay algunos que, incluso, hacen coincidir sus cumpleaños con un sábado, para poder celebrarlo con sus familiares y amigos. Esto ya me parece demasiado. Tengo que confirmar el dato, pero es, cuando menos, sospechoso.


Sin en cambio (prometo que sigo oyendo a gente decir esto), sí que hay cosas que siempre pasan, situaciones que no cambian. Vamos con ellas.


Cierras los ojos y… ¡No ves nada! Te parecerá una chorrada, pero eso es así. No prometí contar cosas extrañas, son cosas que pasan, y pasan siempre… Pero vamos a hablar un poco más en serio.


1.- Las cosas se arreglan solas. El ordenador, el coche, cualquier cosa, se arregla en cuanto ven al informático o al mecánico o al señor arreglador de cosas. A mí me pasa lo mismo cuando me duele una muela. Con tal de no ver al dentista deja de dolerme todo.

2.-Los políticos siempre ganan en las elecciones. Da igual que hayan perdido todos los votos, un escaño o el móvil. Siempre ganan. Que si son los mejores, los más votados, los que más confianza generan, los que más amigos tienen en su barrio, los más chorizos… 


3.- Tras la tempestad, viene la calma. Es lo que tienen los tiempos “tempestosos”. Que se acaban. No hay mal que 100 años dure, y el tiempo todo lo cura… Mira el jamón por ejemplo.


4.- Si pone No tocar, la gente toca. Siempre. Tu pon una señal de prohibición y como si invitaras a la gente a hacer lo contrario. A que incumplan la ley. Tú fíjate la de veces que te han dicho que no te toques cuando eras joven y te tocabas. Porque te tocabas. No hace falta que respondas, pero todos sabemos que te tocabas.


5.- No te manchas nunca hasta que te ensucias. Lo único que hace falta para que algo se ensucie es que estuviera limpio. Y cuanto más limpio, más posibilidades de que se manche. Podría ampliar algo más esta teoría, pero es que todavía me queda explicar unas cuantas más cosas que pasan siempre.

6.- Los pájaros y los cristales. Siguiendo con el tema de las manchas, vamos a tratar el tema de los pájaros y su fijación con las cosas que se acaban de limpiar. Cualquier objeto que tenga un cristal (coche, edificio, gafas) es susceptible de recibir la visita de los pájaros. Y no cualquier tipo de visita. Ya me entendéis. Malo sería que te cagara una cigüeña en las gafas, pero un gorrión… 


7.- Deja de estudiar un tema y entrara en el examen. La pregunta que no te hayas estudiado y que pienses. “Esto no entra seguro”. ¡Error! No entraba en tus planes, pero en el examen…

8.- Paraguas y lluvia. El paraguas está disponible siempre, y tú lo llevas en caso de lluvia. ¿Dónde? Seguramente en otro continente o al menos en otro país. Llover, llueve, pero en otro sitio. Ahora bien, olvídate el paraguas y ya sabes lo que hay. Mirá Noé… ¿llevaba paraguas?


9.- ¿Cómo es posible que no vieras el…? Termina la frase como quieras. El agujero, el bache, el hoyo, el mueble, el otro coche… Pues no lo has visto. Pero en cualquier accidente siempre hay alguien que te dice que cómo es posible que no lo vieras… Pues sí es posible, de hecho, es lo que tienen los accidentes.

10.- Más ridículo, más gente. A mayor número de gente más posibilidad de que te pase algo ridículo. Es directamente proporcional a la cantidad de gente que te está mirando. Y probablemente termines siendo estrella de Youtube. 


11.- Para que se entere todo el mundo… dilo bajito. No, no me he equivocado. Piénsalo… ¿Ya? Para que no se entere nadie, mejor no lo dices. Pero basta que lo digas muy, muy bajito, para que se enteren todos…


 12.- Ascensor que no asciende. Prueba a llevar dos maletas. O la compra de la semana. O llevar muletas. Pues el ascensor no funciona. Nanay de la China (me pregunto si alguien en China utiliza esa expresión).

13.- Empujar/Tirar. Vas a hacer lo contrario de lo que ponga en la puerta. Y da igual que lo ponga en inglés. Lo del push y pull pasa igual. Haz lo contrario de lo que piensas, y dará lo mismo. Es como lo de meter un USB en el ordenador. Siempre lo harás al revés. 


14.- Baterías, pilas, cargadores… Los enchufes de los políticos funcionan siempre, pero trata de encontrar pilas, o un cargador o una batería. La electricidad está en tu contra. No es nada personal, va en contra de todos. Y ya la factura de la electricidad aún más.

15.- No hace falta reservar… ¿Seguro? ¿Cuántas veces te han dicho que no hace falta reservar un restaurante y te has quedado sin mesa? ¿O esas veces que reservas dos meses antes y llegas al restaurante y aquello está más vacío que la biblioteca de la casa de Gran Hermano?

16.- Llámame cuando quieras. Dices a la gente que te llamen a cualquier hora, y va la gente y te llama por la noche o de madrugada… No se dan cuenta de que te referías a la hora que no te despertaran, que no te pillaran comiendo o que no te molestaran. 


17.- Te has perdido lo mejor. En el momento en que te vas de una fiesta es cuando mejor se lo ha pasado todo el mundo. Apaga la tele y empezará la mejor película de la historia. Eso es así, desde los tiempos inmemoriales.

18.- A leer de nuevo. Estás leyendo un libro y te das cuenta que llevas 5 páginas sin haberte enterado de nada. Lo mismo pasa con las películas que les gustan a los críticos, pero durante 2 horas. 


19.- No encontrar la palabra correcta cuando más la necesitas. Y siempre es la palabra más importante de la frase y te quedas clavado en la jodía frase por una palabra. Mira que tenemos vocabulario en el diccionario, pues te falta una y no hay manera de arreglar el discurso ;)


20.- Me preocupo cuando me dicen que no me preocupe. A lo mejor esto me pasa a mí solo, pero quería compartirla con vosotros. Y si es la primera frase que te dicen, me preocupo aún más. ¿Es preocupante?


Si te ocurre algo más, llama al número que aparece en pantalla. A cualquier hora. De verdad. No me importa que me despiertes… ¿Qué? ¿Que no hay número? Pues entonces, déjame un comentario en el blog, que ya cuando me despierte, ya te contesto.

El inglés: 12 razones por las que ese cabrón nos tiene manía.

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No es nada personal. Nos tiene manía a todos, pero sobre todo a los españoles y a los franceses. Pero bueno, que los franceses también tienen lo suyo. Y esta inquina (Santa Catalina no tiene nada que ver aquí) viene de lejos.

Pero no me refiero a un inglés en particular, que seguro que también nos tendrá manía. Os voy a hablar del idioma. Del English. Que si eres antiguo, dirás English pitinglish y te morirás de risa oyéndotelo decir a ti mismo y seguirás con guayominí two points y entonces es cuando te quedas sin amigos… pero esa es otra historia. El caso es que el idioma inglés en particular y los españoles en general no nos llevamos bien.


Ya os conté que los ingleses no entienden inglés, pero esto también es otra historia. Yo os voy a dar las razones razonadas de por qué el inglés nos tiene manía. No es el profesor de inglés, es la asignatura en general, que es muy mala, como la mujer de este señor.


El inglés. ¿Por qué es un cabrón? Dos puntos. Sigue leyendo y ya verás como me das la razón.

Nociones básicas

Nos tiramos toda la vida estudiando inglés. Desde pequeñitos con los números y el Jau are llu? Ai an fain zenquiu. Y luego vas a un sitio y no te dicen nada de esto. Y tú contando tal que así: Uan, chu, zri, for, fai, sis, seven (este lo decimos de puta madre), eit, nain, ten (también muy bien, aunque con un poco de acento). Total 2 bien de 10, y después de estudiarlo durante toda la vida.



Los colores y la semana

Estos también vienen en el pack con los números y los días de la semana. El jodío lío que tenemos con Chusday (el día de María Jesús) y Zursday (el día de los zurdos). Pues los colores son más fáciles, y los utilizamos casi todos los días. Un Brown es un marronazo, Black son las tarjetas de algunos señores que cogen dinero de otros, Pink era una pantera, Blue era el nombre de la madre de unos cantantes de blanco y negro, y así nos vamos acordando de los colores.


El jodío acento

Es muy difícil que tengas un acento perfecto. Y aquí no es cosa solo del inglés. Mira Torrebruno y Rafaella (no, no te los imagines juntos, cada uno en su programa), la de años que pasaron en España y cómo hablaban inglés. O Cruyff. Pues nosotros en inglés nos pasa igual. Que si lo aprendes de muy chiquitito todavía, pero si no, lo del relaxing cup of café con leche se queda corto. Con los argentinos también la tienen tomada… Debe ser cosa de las Malvinas.


Las palabras se dicen de otra manera

Llega un momento en que te confías, y ves que hay palabras que se dicen casi igual. Tú ponle un “eision” al final y a tomar por saco. Celebración, celebreision, congratular, congratuleision. Otras suenan muy parecido, león, lion (léase laion), conferencia, conference, Constipado, constipated. ¡Error! Es mejor que no le cuentes a nadie que estás constipado en inglés. A nadie le interesa el tiempo que llevas sin ir al baño.


Las mismas cosas significan algo distinto

De estas cosas tienen mucha costumbre en los diferentes idiomas, pero como ahora estamos a lo que estamos, vamos a echarle la culpa al inglés. Me explico. Pants en inglés americano, que llegó más tarde, significa pantalones y en inglés se dice trousers (que es mucho más complicado, ¿dónde van a parar). Si dices pants en Inglaterra creerán que hablas de los gayumbos, y está muy feo salir a la calle así… Otros ya van enseñando las dos cosas a la vez para que no haya mal entendidos.


Las H son muy sonoras.

En inglés no se mudan. Quiero decir que no son como las h españolas que son silenciosas, mudas que se dice, no se pronuncian… A excepción de las intercaladas (que son las que dices mientras te echas un cigarrito) y la h de “güevo”, “güeco” o la de “yelo” y muchas otras que no me cabrían o cabriesen en el post. Pues nosotros, los que hablamos español le ponemos una j, pero de las grandes, como la de Aragón, o la J de Pedro J.


¿Que una palabra empieza por S?

Nada, nosotros le ponemos una E delante. La E de España. Como es posible que España empiece por una S. ¿Serán catetos? Nosotros somos españoles, o como mucho ESPANISH DE ESPEIN.


Llamando la atención

Somos muy especiales. Nos gustan las palabras raras. Os pongo un ejemplo. Reina, como el portero que cuenta chistes o la joven que se casó con Felipe VI (más que un rey parece el nombre de una calle). En castellano y catalán fácil, reina, en gallego raiña, incluso en vasco que les gustan las palabras largas y con K,erregina. Hasta la gente de fuera lo dice más o menos parecido, rainha en portugués o reine en francés. ¿Y los ingléses? ¿Queen? Como las drag, ¿Te drag queen?


¿Verbos regulares?

¿Qué me decís de los verbos? Ni siquiera tienen verbos buenos, casi todos son regulares. Y algunos irregulares. Nosotros, todos pata negra. Cada uno con su primera persona del singular, del plural, su segunda persona del subjuntivo yugular pluscuamperfecto. Ni siquiera diferencian entre ser y estar. ¿La salita de estar o la salita de ser? Pues, no, para ellos es la sala de vivir… ¿Serán mamarrachos? (con todo el respeto a los mamarrachos) ¿Quién vive siempre en el mismo sitio?


Chu bí

No, no es la primera estrofa del chu bí, chu bá, cada día te quiero más.  Es el verbo más importante junto con tu dú que sirve para todo y más que nada para preguntar. Como por ejemplo Do you “espikinglish”? Pues el verbo to be (o chu bí, como lo pronuncian ellos) es estar y ser, todo mezclado. Y claro, no se aclaran.



Complicado, ¿no?

¿Veis qué fácil es hacer una pregunta?.  Pues ellos no utilizan ese NO.  Nosotros sí que lo hacemos… En todos los idiomas. Te das cuenta que alguien es español porque diría algo así. It is very complicated todo esto ¿no?



Si lo digo bien sueno a imbécil y si lo digo mal…

Prueba a pronunciar bien Bruce Springsteen sin que se te caigan los dientes o pongas perdido a todo el mundo de saliva. Y además sonarás un poco mal. Y si lo digo en español brus espristeen, peor. Lo digas como lo digas, nada… Por eso es mejor no decirlo y llamarle The Boss.



¿Te han convencido mis razones? Seguro que hay muchas más, pero no es cuestión de que nos tomen más manía aún.


  

Animales, fauna y otras 10 cosas que se ven en el Zoo

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Hace poco estuve en el Zoo. Ya sé que no es la manera más original de empezar un post, pero es que fue así. Y me dio por pensar algunas cosas que pasan, o podrían pasar allí.

Os imagináis por un momento que estáis tranquilamente en vuestra casa, en la cama. Suena el despertador; os despertáis (es lo que tienen los despertadores). Os pegáis una ducha, preparáis el café y un par de tostadas… Y todo esto visto por un montón de adolescentes gritando, abuelas corriendo con los nietos, enteradillos que creen que saben todo sobre el ornitorrinco de los Pirineos a través de un cristal o una jaula. Pues así se tienen que sentir los bichos del zoo.  Y algunos, se cabrean. ¡Normal!


Y es que un día en el zoo da para muchos pensamientos y reflexiones. Vamos allá con 10 cosas que se ven o no, en el zoo.  


Tigres y leones

Ya lo decía la canción. Tigres y leones siempre quieren ser los campeones. Y todo el mundo quiere verlos, pero no de cualquier manera. Queremos verlos en movimiento, no tumbados a la bartola como suelen estar. Pero si nos ponemos a pensar, estos bichos se mueven para cazar y a estos se lo dan todo hecho. Son una panda de ninis. Ni se mueven, ni cazan, ni ná de ná.


La foto de la entrada

Tampoco es que haya ido a todos los zoos del mundo, pero a los que he ido, siempre hay amables fotógrafos que te intentan vender la instantánea (o foto, para los de ciencias) de la entrada triunfal al zoo. Que igual soy yo muy raro, pero por qué no se ponen también en el Carrefour, o en el dentista, o en el cine. Total, seguro que también hay gente que compra la foto. Los de abajo estaban huyendo de los leopardos… Creo que no se salvó ninguno.


Los Osos polares comen naranjas?

Esta y otras preguntas similares son las que siempre nos hacemos en el zoo. Mira que ponen documentales en la 2 explicando usos y costumbres de los bichos. Pero claro, vosotros os echáis la siesta y no prestáis atención. ¿Y si le tiro una naranja a un oso polar, se la comería? Pues probablemente, sí… o no (pero no soy yo experto en osos, ni polares, ni de otros sitios). Teniendo en cuenta que el hábitat natural de estos animales está bastante retirado de la Comunidad de Valencia o de China (que también dicen que hay naranjas), pues no creo que le diera por hacer demasiado caso… Seguramente, viendo el tamaño, Rita Barberá, tampoco está de comer mucha fruta y eso que ella sí que es de Valencia.


Elefantes asiáticos, africanos y ¿americanos?

Nos hacemos un poco de lío con la procedencia de los animales. Si hay elefantes asiáticos, más pequeños, con los colmillos más cortos y con los ojos más rasgados (este dato lo tengo que confirmar), y africanos, con las orejas más grandes, para oírte mejor… ¿Qué pasa con los americanos? ¿Por qué no se habla de ellos? Aquí hay para un programa de esos de misterio y de conspiraciones “judeo-marrónicas”. ¿De dónde era Dumbo entonces?  No creo que naciera en desiertos remotos ni en montañas lejanas… ¿O esto es de otra película?



La osa panda no quiere relaciones con Prin-Gao

Mira que somos metijosos. ¡Pues dejadla en paz! ¿O es que se tiene que liar porque vosotros queráis? ¿Y si le han traído a un oso más feo que una nevera por detrás? Porque para vosotros a lo mejor todos los osos panda son iguales, como son de China… Pues no, los habrá más guapos, más feos. Y además, que no tienen intimidad ni nada. Hala, ahí a chingar con el oso, delante de todo el mundo. ¡A procrear en cautividad! Pues la osa dice que ni hablar del peluquín. Que es muy joven para tener pareja y que lo quiere es viajar, bailar, salir con las amigas, ir al parque…


Escatología y niños

Ya sabemos cómo son los niños… y algunos mayores. Caca, culo, pedo pis. Estás viendo a un bicho tan alucinante como un rinoceronte y lo que te llama la atención es el mojón que acaba de soltar. O el culo del mandril, o los cojones del leopardo, o a los macacos haciendo guarreridas sexuales. “Mamá, ¿qué están haciendo?”. Y ahí es cuando la madre tiene que explicar lo de la semillita.


Animales difíciles de explicar

El oso hormiguero, el perro lobo… sí, pero ¿Habéis visto alguna vez un okapi? En casi todos los zoos hay uno. Y suele haber nada más que uno. Y es que es un bicho raro. Hay muchas teorías sobre este animal pero… ¿No os habéis fijado que las cebras y las jirafas siempre están juntas? Los días en el zoo son muy largos. Los bichos se aburren… Y ya se sabe.


Los mamíferos maman, los reptiles reptan, y los anfibios ¿Anfibian?

No tengo muy claro a qué se dedican estos bichos que respiran por esporas (tampoco es una teoría totalmente confirmada). Son todos esos animales que están ya casi a la salida del zoo (no, no son los que cortan las entradas). Y los meten en un acuario o terrario pequeñajo, con un charco y palos… Y a veces ni se ven ni nada de lo pequeños que son. Tienes que leer los cartelitos para saber qué hay dentro… y a veces tampoco te enteras.


No golpeen en los cristales

Esto es un clásico. Ya sabemos que para que alguien haga algo, no tienes más que decir que no lo haga. No des de comer a los bichos, pues alguien les tirará patatas fritas, porque los animales en cautiverio son muy de patatas fritas, pero tienen que ser onduladas, que las otras no les gustan. O si te dicen que no acaricies a los bichos, siempre habrá alguien que lo intente… Puede ser que el bicho tenga aviesas intenciones.


¿Una vaca?

Seamos serios. ¿Qué es esto de poner animales domésticos en el zoo? ¿Pues no hay cabras, ovejas (churras y Meninas mezcladas), cerdos, vacas? En breve meterán lagartijas, hormigas, gorriones… o cualquier animal de los que tenemos en casa.


Pasan muchas más cosas en los zoos, como tener la sensación de que has perdido algún animal durante el recorrido (no valen bromas de cuñados, suegras y otros familiares), o que el bicho que querías ver hoy no tenía ganas de visita o que al delfín no le apetezca dar saltos… Ya sabes, esas cosas de los zoo-ilógicos.

Gente del futuro, poneos de acuerdo y a ver si os aclaráis

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Cada vez más en las películas, series de televisión y anuncios, viene gente del futuro. En las canciones todavía van un poco más atrasados y viene la Chica de Ayer, pero todo se andará. Ya vendrán.


Y no tengo muy claras las intenciones de esta gente. No saben muy bien a lo que vienen. Unos para invadirnos, otros para salvar el mundo, otros para traernos una lejía con perlas de oxígeno hidráulico con parábolas hiperbáricas y no sé cuántos elementos activos y unos pocos inactivos. ¡Poneos de acuerdo! O nos dejáis la ropa blanca o empezáis la tercera guerra mundial. Va a llegar un día que vengáis de verdad y no sepamos qué hacer con vosotros. A mí me da que vienen nada más que a olisquear.



Son gente extraña estos visitantes del futuro. Ya podrían venir a celebrar la navidad con los seres queridos del pasado como los del Almendro, o a ayudarnos a curar enfermedades, o a acabar con el hambre en el mundo. Como personas civilizadas, que digo yo, que para eso está la evolución. No es cosa de que se nos vaya cayendo el pelo y cada vez seamos más altos. Deberíamos ser más listos. Pero yo sigo con mis dudas.


Yo, si pudiera viajar al pasado me gustaría hacer muchas cosas, te cuento algunas, para luego ponerlas en común. Vamos al pasado, como los hombres del futuro  :-)

Todo esto antes era campo

¿No os gustaría ver las ciudades cuando todo era campo? Ser como vuestros abuelos, o padres (como vuestros cuñados no, que eso es pasarse) y poder ver tu barrio, o tu ciudad cuando no había casas, cuando los niños podían jugar en la calle y no había semáforos, ni todo estaba lleno de tiendas de chinos. Ojo, que no tengo nada contra los chinos, pero antes, sólo se veían en las pelis de Kung Fú o Bruce Lee.


Más campo todavía

Vamos más para atrás en el tiempo todavía. Imaginad que no había ni siquiera ciudad. Ni la panadería de la Antonia, esa que lleva tanto tiempo, antes de que Jordi Hurtado saliera en la tele. Que no se habían inventado las rotondas, ni las casas. Todo campo, pero de verdad, con bichos y todo. Y que por donde ahora está la Gran Vía, hubiera tigres y leones y todos quisieran ser los campeones. Y “mamuses” y rinocerontes yendo a beber al Guadalquivir donde ahora está la Expo de Sevilla (tampoco es que haya mucha gente ahora…) o Velociráptores y Tiranosaurios “Rexes”o Diplodocus por las Ramblas de Barcelona (ahora también hay cada bicho por allí…). ¿No os gustaría?



Ver cómo pintaban los bisontes

Os conozco y alguno va a decir que los bisontes no pintan. De acuerdo. Pero quiero decir que me gustaría viajar a la época de las cavernas y ver cómo pintaban las paredes. Eso sí, sin que ellos pudieran verme que dicen que esa gente gastaba muy mal carácter. Y que iban con vestidos de piel como las señoras mayores que van a misa, pero sin pendientes ni tacones y sin laca ni muy peinados. Y verles cómo se las apañaban para poner la cueva decente y las mujeres diciéndoles que a ver si les pintaban un poco más delgadas que hay que ver qué gorda me habían sacado… o que se espabilaran dando una manita al techo que la cueva de los de los señores de Cromagnon molaba mucho más.


Mi héroe

El inventor del fuego se merece una calle o algo, pero ¿y el de la rueda? Ese es mi verdadero héroe. Nadie sabe cómo se llama, no le han dado bola ni nada, ni un reconocimiento, ni un polideportivo con su nombre, ni una peli sobre su vida, nada. Y darle un premio o algo, aunque fuera un Goya. Y poder decirle que hay gente que sigue intentando inventar la rueda. Ya me le imagino intentando explicar para qué servía y todo el mundo diciendo que estaba loco… Que eso no va a funcionar, que no era un invento redondo… que nadie va a utilizar ese trasto, que eso cómo se enchufa… las típicas movidas de las cosas novedosas.


Campanas de Belén

Pasar una temporada por Belén y esa zona hace unos 2015 años. Soy así de caprichoso. Y luego pasarme unos años después. Y ver cómo les va por Galilea, Jerusalén, Corinto (por probar las pasas), Éfeso y esas ciudades de por allí. Y ver qué comieron en la última cena aparte de pan y vino. Seguro que había algo de jamón del bueno, langostinos y croquetas como en casi todas las cenas de empresa. Y hacer un especial Sálvame (qué bien traído el nombre) pero de aquel entonces (expresión que sirve para hablar de cualquier época). Y hacer entrevistas a los apóstoles, a María Magdalena, y a la Virgen María (para ver cómo se peinaba entre cortina y cortina), y a José (que no se supo mucho más de él ni de su carpintería). Y escribir algún libro sobre la historia de toda esta gente… ¿Qué? ¿Qué ya se han escrito muchos libros sobre ellos? A ver si me pongo al día con los best sellers.


A Roma con amor

Me encantaría pasarme por allí y ver la caída del Imperio Romano. No es nada personal, pero es que un sitio en el que llevan sandalias no puede ser serio. Y esos cascos con un cepillo en la cabeza, y todo el día en el circo, y las carreras de cuadrigas, y esos señores que mandaban que todos tenían nombre de mes del año. Un imperio sin números, todo con letras no puede ir bien. Y la gente con túnicas como si estuvieran todo el día de fiesta o en una orgía. Así no hay quién sostenga un país, ni siquiera una comunidad autónoma, ni un imperio ni nada.



Marco Polo y sus viajes

Dar una vuelta por China y ver a Marco Polo como se llevaba la pasta (la de comer, macarrones, espaguetis, fideos y movidas de esas) por la aduana al volver en avión (porque iría en avión hasta allí tan lejos). ¿Algo que declarar? ¿Quién yo? ¡No señor! ¡Nanay de la China! Se lo prometo. Nada. ¿No se llevará algo nuestro para su país, donde quiera que esté y luego hacerse famoso en el futuro? Palabrita del niño Jesús, o de Mahoma, o Buda, o del niño que quiera que crean ustedes.

Colón descubriendo cosas

Y otra cosa que no me perdería es ver cuando llegó Colón a América y la cara que pusieron los americanos al ver a un señor con ese pelo... bueno que los indios también se las traían, pero ver a un tío que llega con polainas y una chaqueta y zapatos...¡Al Caribe, nada menos! Que ahí iban todos en pelotas. Y verle sudar y no llevar ni bermudas, ni chanclas como el resto de guiris que van por aquella zona… y hablar tan raro. ¡Que os he descubierto. Tomad unos espejos y unas cuentas de colores, como si fuérais adolescentes para haceros fotos en Instagram. Ahora sois súbditos de Isabel y Fernando! Y los indios a su bola, apretándose un mojito y fumándose un puro.


Próxima estación, El Escorial, correspondencia con…

También me molaría ver cómo empezaron la obra de El Escorial. Ver allí tan chulo al rey Felipe... a otro Felipe, a 4 Felipes antes que el que tenemos ahora. Acercarse desde Madrid, y verle coger el cercanías de aquella época para vigilar las obras de la casa nueva, como un jubilado. Así se las gastaban los reyes de antes, como no tenían que hacer discursos de Nochebuena, ni viajar allende los mares como hacen ahora, pues tenían más tiempo. Y verle ahí, sentado en su silla. Esta piedra no está bien, un poco más a la izquierda. Anda, déjame, que al final lo tengo que hacer todo yo.


El del bigotito, venga usted para acá

Las guerras y ver cómo empezaron no me haría tanta gracia. Que seguro que fue por una chorrada como todo lo que pasa. Que si esta tierra es mía, que no que es mía, pues te invado, que me vas a invadir, de qué… o que si me cargo a un archiduque o algo. Igual sí que me acercaba para pegarle un par de collejas a algunos malos de la época como el ruso con bigote (con esa descripción seguro que sabéis de quién os hablo), o al alemán también con bigote, o al español que ahora no tiene bigote, pero que lo parece y que está trabajando en ellou... El caso es que no hay que fiarse de gente con bigote. Mira José María Iñigo, que el único pelo que le queda es el del bigote.


Ver a George y a Ringo… y a esos otros dos, John y Paul

Pero también, ya más cercano me apetecería darme una vuelta por los sitios donde empezaban a tocar estos cuatro jovenzuelos yeyés... y hacerme el listillo. Estos chavales tienen futuro... Y luego volver al futuro y decir. Yo ví tocar a los Beatles. Ya sabéis, lo normal.


Lo importante es que si quieren seguir viniendo gente del futuro, se comporten como personas civilizadas. Que quieren hacer turismo, pues muy bien. Que quieren probar como eran los tomates de antes que los de ahora no saben a nada, estupendo. Conocer a gente famosa que ha hecho cosas por el mundo como Belén Esteban o Paquirrín (y si quieren llevárselos tampoco pasa nada), pues también lo respeto.



¿Y tú qué harías si pudieses viajar al pasado? O al futuro… o dónde quiera que te apetezca viajar. 


Rafaella Carrá bailando un pasodoble en un Tractor Amarillo o la música en las bodas

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La música es una de esas cosas de las que todo el mundo entiende. Da igual que te guste la clásica, seas un yeyé con el pelo largo, e incluso si disfrutas con la Oreja de Van Gogh. No me voy a poner a juzgar si disfrutas jugando con orejas de señores difuntos.


Todos creemos que tenemos buen gusto musical. Pasa como con la ropa. Tú te pones unos leggins de leopardo (no os recomiendo que le quitéis los pantalones al bicho… y al leopardo tampoco) y una camiseta ajustada y vas tan elegante como para ir a un concierto (en algunos puede que tengas problemas para entrar… y para salir), o salir de compra, o incluso ir a una boda. Que a las bodas va gente muy elegante. Seguro que causas sensación.


A lo que iba. Que estábamos hablando de música y bodas. Ya puede ser el enlace de los Altomontano-Quijoso de los Valles con los Gil de Biedma-Oriol (por poner apellidos largos, que esta gente suele tener pasta) o la boda de la Jenny con el Yonatan. Siempre hay el mismo tipo de música. Que los novios se pondrán muy estupendos y te digan eso de que es su boda y eligen lo que quieren… Muy bien, pues no invitéis a nadie y bailad solos en casa. Pero esto es una fiesta.


Y es que no es tu boda. Es una fiesta para los invitados (y alguno que se cuele) y tiene que haber música molona superchachi para mover el body (definición de un cuñado de cómo tiene que ser la música). Vamos con los ejemplos de música. 



¿Bailamos un vals o qué?

Pues cada vez más los novios optan por la segunda opción. El qué. Quiero decir que siempre se bailaba un vals; y hasta lo ensayaban para que quedara bien en el vídeo con el que torturan a la familia; y el novio no pisara a la novia ni se cayeran y salieran en otros vídeos (en los de Primera, algo viejuno me está quedando esto). Pues ahora ya hay otra moda. Y es que los novios bailan su canción favorita. Y ahí empiezan los problemas, porque no siempre se tiene buen gusto. Y puede ser algo de La Tuna, o cualquier otro horror.


Sevilla-Las Palmas

Esta categoría de música está presente en todas las bodas de España. Puede que sólo haya una canción, pero que va a haberla, la habrá. La de la peregrina que estaba en un pino a la sombra, la de mirar a la cara que es la primera, la del color especial de Sevilla… y algunos bailarán. Unos bien, y otros mal, y otros tocarán las palmas… casi todos mal.


Allende los mares

Hace muchos, muchos años, sólo había tangos y rancheras, peeeero, vino el Caribe Mix y Juan Luis Guerra y sus amigos, y el café en el campo, la bilirrubina, y la cumbia y la bachata y el arroz con leche (esto creo que ya se me ha colado), y el hijo de Julio Iglesias que es muy cansino y quiere estar contigo, vivir contigo, hacer la compra y la declaración de la renta juntos…


¡Asuuuucar!

Si suena una canción de Celia Cruz en una boda, tiene que haber alguien gritando lo de asúcar y los que hayan ido de vacaciones al Caribe y tengan el certificado de dos clases de salsa, se liarán a dar vueltas a las “agraciadas” que se atrevan a bailar. Las señoras peonza les llaman. Un tío que no hace más que darles vueltas…


¡Que viva España!

Estamos en la fase de exaltación de la amistad y tiene que haber pasodobles. Antes de que se vayan los mayores a la cama, les ponen un par de bailes para que los tíos del novio o la novia pillen cacho con las amigas jovencitas. “¡Vamos rubia! Que esto sí que es música de verdad”. Y se enganchan a la moza como si su vida dependiera de ello. Y serán los 3 minutos más largos en la vida de la “jóvena”. Y también se animarán las señoras y bailarán entre ellas… Toda una orgía, vamos.


El guateque

Según la RAE un guateque es una fiesta celebrada en un local privado o casa en la que se ponían canciones de Marisol y todo era una Tómbola, tom tom tómbola y las chicas eran yeyés y tenían mucho ritmo y cantaban en inglés (Concha Velasco dixit) y los chicos llevaban chaqueta y se parecían a Jose Luis López Vázquez. Y se intentaba pillar cacho. (Puede que sea, sólo puede, una interpretación de la definición de la RAE).  Pues también se bailan este tipo de canciones en las bodas… y  a veces dan tanta vergüencita como verles cantar ahora a esos grupos.



Canciones Ikea o pasos militares

Todas las que vienen con instrucciones. Esas que llevan en su bonita melodía cosas como una mano arriba, movimiento sexy, “folou the Lidl”, izquierda, derecha, un pasito “palante” María, y un pasito “patrás”. Pues ni así habrá gente que las baile correctamente. Como ya no hay mili pues no hay disciplina ni nada (y eso que hemos ganado).


Internacional

Llega el momento de darle caña al body (estamos en una boda y se oirán expresiones peores que estas). Y ahí es cuando el señor pinchadiscos (otra viejunez) pone los 40 “siempre iguales” y la gente se vuelve loca en la pista… o no, pero con un par de cuba libres (es lo que pedirá un señor mayor en la barra), se anima cualquiera. Y llegará alguno que pida lo último de esta chica que baila y canta raro y que está casada o juntada con el jugador del Barcelona y tiene dos hijos…. Sí, hombre… ¡la “Chaquira”! Y habrá quien no esté contento con la decisión.


Clásicos populares

No hay boda en la que no esté Rafaella Carrá. Físicamente no, que no le daría tiempo. Sus canciones. Y Rafael, Camilo Sesto, y Nino Bravo. Karaoke boda guateque style, todo mezclado y todos gritando, como si quisieras demostrar que te las sabes todas (seguimos hablando de las canciones). Por eso, viene lo de los grites jits (que significa berrear a pleno pulmón en inglés) Pero lo malo es que no nos ponen los letreros para seguir la letra… Esos bellos vídeos de karaoke.


A echarnos unas risas

No entiendo muy bien el humor de alguna gente y les parece gracioso bailar el Tractor Amarillo o la Macarena, o el achilipú (¿o es el aserejé?). Sin embargo, soy muy fan del Sarandonga nos vamos a comer un arroz con bacalao, cuchiviri, cuchiviri. ¡Qué letra! Y ya si lo bailas como si hicieras que sabes flamenco, es la pera limonera (no se acaban las expresiones antiguas).


Para todos los públicos

En algún momento tiene que aparecer Little Francis, the Chocolate Maker (o Paquito el Chocolatero en versión española), los Pajaritos o cualquier otra ¿canción? para que bailen los niños, los jóvenes, y se parta la cadera la abuela. Ya sé que podríamos ahorrarnos este mal trago, pero hay que pasar por él. Y casi que cuanto antes mejor. Y ya aprovechamos y formamos una conga.


Me he dejado muchas en el tintero, como la Lambada, el rock and roll de la plaza del pueblo de Tequila, Miguel Ríos dando la Bienvenida, el señor epiléptico de Boney M, alguna canción de los dibujos animados que les haga recordar a los novios que son mayores, el suavemente besamé, Georgie Dann, los “vilas pipol”, la Danza “toduro”, y muchas más, pero no queremos que la boda dure más de 2 días ¿verdad? Con esto tenéis para ir tirando… De nada J. Nos vemos en la próxima boda… o no.





¡Como alcalde vuestro que seré, os prometo estas 10 cosas!

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Parece que ya todas las ciudades en España tienen alcalde o alcaldesa. Yo, por si acaso queda algún pueblo vacante o el que os han puesto no os convence demasiado, aquí os presento mi candidatura. Y con programa y todo, no como otros/as que como nadie se lo lee, por que ¿paqué?



Que pueda cumplir el programa ya es otra cosa, pero vamos, sería el primero que lo hiciera. Yo os lo dejo escrito y si os gusta, se lo contáis a los del pueblo y nos ponemos de acuerdo. Que si es para una ciudad también vale. Para Presidente de Gobierno, ya no puede ser. Se me tendría que olvidar el inglés que he aprendido. 

Aquí están mis propuestas (pim pam). Algunas son deshonestas. Yo ya aviso.

No más impuestos

Ni IBI, ni IVA, ni IRPF y todas esas cosas que nos ponen de muy mala leche. En el pueblo no se pagarán impuestos. Cada año nos tocará la lotería a todos los del pueblo. Incluso al triste que no compra el décimo. A todos nos toca. Eso sí, parte irá para los presupuestos del pueblo. Millones y millones de “leuros” en la lotería de Navidad, la del Niño, las quinielas, el “eurosillón”, la ONCE y las doce y la una y las dos. Y saldremos en los telediarios de la 3, 4 y de la 5 y la 6… Qué “jartón” de números :-)


Instalaciones deportivas

Y como tendréis tiempo libre porque seréis todos ricos, pues a hacer deporte, que os estáis poniendo ternescos. Los mejores “ginasios”, y piscinas. Pistas de deporte, campos de fútbol, y de béisbol, petanca y de todo. Pero de lo mejor. Que si las piscinas olímpicas son de 50 metros, las nuestras serán de 100 o 200 metros. Y las pistas de atletismo sin obstáculos ni nada que son muy molestos. Y un estadio más grande que el Nou Camp y el Bernabeu juntos. Como el campo de Oliver y Benji. Y si me votáis en las siguientes elecciones, pedimos las Olimpiadas… Por pedir…



Equipo en primera división

Pensaréis que se me está yendo la olla con esto, pero también va en el programa. ¿No decían unos que iban a acabar con el paro y hubo gente que se lo creyó? Pues esto es más fácil. Da igual de dónde sea alcalde. En Primera División y con jugadores del pueblo… Ya hemos empadronado a Cristiano y a Messi. En la imagen decidiendo cuándo se vienen a vivir al pueblo.


Y en las fiestas vendrá U2 y AC-DC

Estos no serán más que los teloneros. Estamos preparando (cuando digo estamos, hablo de mi equipo de asesores que me asesoran en cosas en las que necesito asesoría) las fiestas con los grupos yeyés más de moda. Y votaremos para ver quién queréis que venga. ¿Que elegís a Madonna? Pues Madonna, o a Beyoncé o Bruno Mars.  ¿Qué votáis a Julio Iglesias? Repetimos la votación, que seguro que no habéis contado bien.



No más coches oficiales

Se acabó lo de los coches oficiales. Que son todos muy feos y oscuros y alargados. A partir de ahora todos en Ferraris y Maserattis y Aston Martínez (o como se apelliden). Y todo el mundo en coches bajitos y chulos. Pero sin chofer ni nada, todos los del pueblo conduciendo. Y se subvencionará el carnet de conducir para todos… Ya veréis que risa la gente con la L en el parabrisas del coche.


Infraestuctru… infaestru… inflastruc… Las calles del pueblo

Vamos a dejar las calles “niquelás”, alicatadas hasta el techo. Con adoquines nuevos y todo a estrenar. Y sin cuestas, que son muy molestas y cansan mucho. Pero ni cuesta abajo ni cuesta arriba. No va a quedar ni una. Eso sí, no se os ocurra tirar ni un papel al suelo, que os achucho a los municipales. Y ya tenemos a Mr. Proper (o cómo se llame ahora) para hacerse cargo de que esté todo reluciente.



Nuestras fuerzas vivas

Los municipales del pueblo van a ser como los bomberos. Macizos y macizas dispuestos a proteger y servir a nuestros vecinos y vecinas (ya voy hablando como los políticos… y las políticas). Y en vez de multas, regañarán a la gente. Como todos seréis ricos no va a haber multas. Eso sí, se chivarán a vuestra madre si hacéis algo mal, y os harán copiar 100 veces frases muy largas, y os castigarán sin salir el fin de semana, ni tele, ni Play Station, Nintendo, ni nada.


Wifi gratis sin contraseña ni nada

Da igual que no quieras Internet. Todo el mundo a poner fotos de lo bonito que está el pueblo. Y lo compartís en Facebook, en Instagram con sus filtros y en el “tuister” y en las Páginas Amarillas. Y pondremos un carril para que vayáis sin preocupación mirando el teléfono que os patrocinará el ayuntamiento. La última moda. Ya podéis tirar esos teléfonos para ver bien los números.



¿Fuentes?

Y enormes, como la Cibeles o Neptuno pero más grandes todavía, y más bonitas. Y en vez de agua, con vino, o cerveza, o Licor 43, lo que queráis. Y gratis. Pero sólo para los del pueblo… Los forasteros, al pilón. Que también hay que seguir las tradiciones…. Eso sí, habrá pilones de distintos sabores.


Playa garantizada

Da igual que sea un pueblo de Extremadura, Madrid, o Castilla Naranja o Castilla Limón. Tendremos playa. Pero no de las playas que solo te mojas hasta la cintura. Con olas y todo, y peces como si fuera de verdad. Eso sí, quitaremos las medusas y los tiburones y todos los animales que hay en las playas.


Y estamos abiertos a todo tipo de propuestas. ¿Que queréis un aeropuerto? Lo ponemos. Casinos y Parques de “atracaciones”, también. Y vendrán los de Master Chef todas las noches a hacernos la cena y así no tengáis que preparar nada. Y camiones de la basura que no hagan ruido, y no habrá señores que os despierten con la jodía moto a escape a las 3 de la mañana, ni música de Camela a todo volumen… Como Marina D’or pero a todo confort. ¿A qué estáis esperando para votarme?

* Como todos los programas, tiene letra pequeña. Avisados estáis. Hela aquí. a

Gente que va a las bodas. Capítulo II, los señores que aunque no quieran, van

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En el capítulo anterior os contaba la clase de mujeres que van a las bodas. Te preguntarás si a las bodas que voy, no hay hombres. Los hay, y aunque algunos no quieran ir, van.


En esta segunda parte, vamos a hablar de los señores, los que comen naranjitas y limones (o eso dice la canción, ¿Dónde cojones están esos señores que comen esas mierdas?).


Vamos al lío. Lo hacemos cortito, para que puedas llevarte la chuleta y reconocer a todos los señores que hay en las bodas. Los 11 principales, como un equipo de fútbol.


Con el número uno…

El asustao

En casi todas las bodas puedes encontrarte a un tío vestido, casi siempre van vestidos, a la puerta de la iglesia con cara de acojonao. Es el novio. Te digo por si vas por la parte de la novia y aún no conoces al señor que se va a casar. Pues es ése. El que está rodeado de gente sonriendo y él intenta hacer algo parecido. Lo intenta, pero no le sale. Es como esos presentadores del tiempo que les sacan para demostrar que en la calle están a 10 grados bajo cero. Y ellos intentan ser profesionales y dar la crónica. Pero no les sale y los músculos de la cara no le obedecen.  Esa es la cara del señor que luego dirá que es el día más feliz de su vida.


El hermano

Da igual que sea hermano del novio o de la novia. Le han nombrado relaciones públicas de la boda. Tiene que saludar a todo el mundo, incluso aunque no sepa quiénes son los invitados. Se han dado casos de hermanos que se han equivocado de boda y siguen dando la mano, abrazos y besos a todo el que se cruce por su camino. Y así, desde una semana antes de la boda, hasta que los novios se vayan de luna de miel. No está pagado ese trabajo. Y siempre con una sonrisa, como las azafatas del cupón de la ONCE, pero con traje de novio de boda.


El ahorcado

Suelen ser jóvenes a los que el cuello aún no se les ha hecho para llevar corbata o camisas de cuello duro. Pasan toda la boda, en la iglesia o en el juzgado, luchando con la corbata. Suelen ir acompañados por un personaje femenino que se pasa la boda haciéndole señas para que deje de tocarse (seguimos hablando de la corbata). Ya puede ser su madre, o su pareja. No ven el momento de desabrocharse el nudo y el botón de la camisa. Si les dan a elegir entre todo el oro del mundo o quitarse la corbata y la chaqueta, te preguntarán que si pueden quitarse las dos cosas a la vez.


El del traje de otro

No os habéis dado cuenta de que siempre hay alguien que llega con el traje de otro. Siempre es alguien más alto, o más bajo, o más gordo, o más delgado. Se vé que el traje no está hecho para él. Pero ahí le tienes, aguantando como un campeón. Pero todos sabemos que no es tuyo... Es como llevar una peluca. El "pelucado" piensa que no nos damos cuenta, pero...


El del mismo traje

20 años más tarde y 50 bodas después, ahí le tienes. El mismo traje. No ha pasado de moda. El traje sí. Es el señor el que no ha pasado de moda. Con cambiar la camisa y la corbata, todo vale. Lo difícil es no cambiar de peso durante tanto tiempo. Pues este señor, que suelen ser enjutos (no mojamutos), sigue igual.


El chuzo

Puede ser que no esté acostumbrado a beber, o que haya bebido tanto que da igual el entrenamiento que tenga. El caso es que es incapaz de hacer los 20 metros lisos. Necesita una carretera más ancha que larga para poder caminar. Habla poco, para que no se le note... pero se le nota. Y sonríe, mucho, se le podría confundir con el hermano del novio o de la novia... A veces es la misma persona.


Bailarín

Que los hombres no bailan lo sabe todo el mundo. Menos este hombre. Ahí le tienes. Le encanta mover el esqueleto y decir cantidubi y todas esas cosas. Y baila como si estuviera en un programa de Jose Luis Moreno… de esos de los 80... Uy, me dicen que vuelven esos programas... Bueno, pues este tío vuelve a estar de moda.

 BALLET ZOOM

El tío del pueblo

Todos tenemos un tío del pueblo. En toda boda que se precie hay señores que parecen sacados de otra película. Es como meter a un guerrero de Juego de Tronos en Mad Men. Canta. Pues hay muchos, y suele ir en pareja, pero de eso ya hablaremos en el próximo capítulo.  Es muy probable que lleve tirantes y una chaqueta de cuadros. Como un hipster, pero con 80 años.



¿Qué hago yo aquí?

No conoce a nadie. Ni al novio, ni a la novia.  (4 bodas y un funeral). Pero ha venido de acompañante de su pareja, que sí que conoce a uno de los contrayentes (lo que viene siendo el novio o la novia). Y está más perdido que el tío del pueblo. pero es muy probable que hablen diferentes idiomas... aunque hablen español.



El modelno

¿Ves aquel disfrazado de ridículo? Pues ahí le tienes. El moderno. Es el primo que se fue al extranjero a estudiar. Ya era ridículo antes de irse y nadie le echaba de menos, pero ahora ha vuelto en versión empeorada. Lleva puesto todo lo que tú no te atreverías a ponerte. Y todo junto. Como la versión joven del tío del pueblo, pero él no es antiguo, es vintage... Lástima de madre que no le diera con la mano abierta hace tiempo.




El camarero

No forma parte de la boda, pero está en todas. Siempre hay un camarero enrollado en las bodas. Al final te aprendes su nombre y todo. Y al chuzo, le pone los cubatas (qué palabra tan antigua) más cargados, y si te portas bien, te pone un poco más de carne en el plato.


Seguro que hay muchos más, pero tampoco es cuestión de abrumar. Vamos a dejarlo aquí...

10 cosas que podrían pasar en otro sitio, pero pasan en Irlanda

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Primero os explico el título y luego ya vamos con la chicha. Todo lo que os cuento en este post son cosas que pasan en Irlanda. ¿Podrían pasar en otro sitio? Sí, pero como no podemos estar en todos los sitios a la vez, todavía, pues vamos poco a poco.


Y es que hay muchas cosas que pasan en Irlanda. Algunas incluso, sólo pasan aquí. Puede que sean curiosas para los que no vivís aquí, o no, pero yo os las cuento por si acaso. Otras, pasan en todas partes, hasta en el patio de tu casa, que cuando llueve se moja, como los demás… Y aquí saben un poco de lluvia. 


Vamos con algunas cosas de Irlanda.


¿Hay 2 Irlandas?

Pues aunque solo haya una isla (grande), hay dos Irlandas. Una es muy verde, está llena de ovejas y hay muchos pelirrojos. La otra, también. Pero una es un país independiente, y la otra es parte del Reino Unido. Que tan unido no está porque está repartido, como la lotería de Navidad. En cualquier caso, yo os cuento cosas de la República de Irlanda. En la que no manda la señora que se pone cosas en la cabeza. La del centro de la imagen. Los de la falda son señores.


Mira antes de cruzar

En Irlanda, en las dos, conducen al revés que todos los seres humanos que conducen por el otro lado. Tú por si acaso mira a los dos lados antes de cruzar. Aunque te digan que mires a la derecha antes de cruzar, yo te aconsejo que mires a los dos lados. Si el que conduce eres tú, te darás cuenta de que el volante está en otro sitio. Más concretamente frente al asiento delantero de la derecha. Que a vosotros se os dice en otro sitio y empezáis a rebuscar entre los asientos, el maletero…

Momento en el que Fernando Alonso encontró su volante

Rotondas everywhere

Everywhere, en inglés quiere decir rotondas. Si estás acostumbrado a conducir con el volante a la izquierda tendrás momentos de sudores intensos a la hora de elegir hacia dónde vas. Como cuando pone push y pull y siempre lo haces al revés… En un momento rotonda, sigue al coche de delante y si no hay ninguno, confía en la fuerza.


En Inglaterra, inglés, ¿En Irlanda?

Pues también. Hablan inglés. Raro y con acento irlandés… Ya ves. Es imposible quitarse el acento. Luego dicen que nosotros tenemos mal acento J Y en algunos sitios pronuncian mucho las uses, o ues o las us. Como queráis. El caso es que por ejemplo en Thank you very much, tu oirás zenquiu bery muuch.  Y también hablan en gaélico o irlandés, que es como cuando hablan los elfos en El señor de los Anillos.


Nombres

No todos se llaman Patrick. Ni siquiera los chicos. Tienen muchos nombres, pero no es plan de contarte cómo se llaman todos. Lo que sí te adelanto es que tienen muchas letras y algunas no se pronuncian. Dentro vídeo.


El tiempo

Irlanda es como un ascensor. Todo el mundo habla del tiempo. Y de lo que llueve, y que cuándo saldrá el sol. Pero hay veces que deja de llover, y sale el sol y entonces los irlandeses son como los caracoles. Salen de su casa o del pub y se tiran al monte…  o al parque, o a la calle… Pero suele llover… y lo que se ahorran en regar esta gente. Eso, sí, se gastan una pasta en pintarlo todo de verde.
 

Tanto tinte tinto

En Irlanda se ha puesto de moda lo de teñirse el pelo de naranja. Es una locura. Que dicen que es pelirrojo, pero no. Es naranja, lo que pasa es que pelinaranjo no suena muy comercial. Que podían elegir otros colores, pero no, naranja. Y se ponen pecas por todo el cuerpo. Así de caprichosos son algunos.


La moneda se llama como un grupo de música

La moneda también es redonda como en España, pero aquí les llaman iuros (como los melenudos que cantaban “de fainal coundaun”). Lo único es que en lugar de la cara de Juan Carlos o de Felipe, tiene un arpa (seguimos hablando de las monedas, no de los melenudos o los reyes). No es nada personal, ni tienen nada en contra de nuestra monarquía. Son más de instrumentos musicales por esta zona.


También tienen la 1 y la 2

Lo que pasa es que no lo llaman la Primera ni la Dos. Son muy suyos estos irlandeses y lo llaman One y Two. Eso sí, se ahorran Tele Five y a Belen Esteban and Little Francis, también conocido como Paquirrín. Eso sí, si vives en Irlanda tienes muchas probabilidades de salir en la tele. Que te comes tres hamburguesas y te sientan mal, o te roban la bici ,sales en el informativo. Y es que al ser poca gente en el país, no hay muchas noticias locales. Eso sí, las señales, las clavan… o no.



Tampoco beben tanta Guinness

Qué injustos sois algunos. No sería justo decir que beben mucha cerveza. Beben muchísima. Y lo de que los irlandeses solo beben cerveza negra es un mito. No tienen ningún problema con la cerveza de otros colores. Ni con el vino, ni la sidra… Ojo, que hay sitios en los que beben más… pero no tan deprisa como aquí. Y es que el clima da sed. ¿No os pasa que cuando veis una piscina os entran ganas de beber? Pues en Irlanda pasa igual… Y es que en algunos pubs puedes hacer la compra, y ya de paso…


Os podría contar muchas más cosas, como que la gente es muy amable, que no tienen demasiado cariño a los ingleses, que entre pubs e iglesias tiene que haber más de 10 millones, sin exagerar (y 200 millones exagerando), que el fútbol no se les da demasiado bien, pero al rugby nos machacarían en un open and close de ojos, que las patatas están para mojar (y no sólo en kétchup), que hay músicos everywhere (en todas las rotondas)… Y más, pero mejor os venís por aquí y probáis la Guinness, os teñís de pelirrojos, habláis del tiempo y conducís… y casi mejor, no salís en la tele. 

Elecciones, encuestas, el escrutinio en España es excelente... espero

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¿Has visto que ingenioso? Por si no te has dado cuenta en el título todas las palabras empiezan con E. Esto es escandaloso. ¡Lo sé, lo he vuelto hacer! Soy Estupendo. ¿Quieres que siga todo el post así? ¿Todo con la E? No me tientes que lo hago… Pero tratándose de un post sobre las elecciones, voy a ser coherente y no voy a hacer lo que se espera de mí. Que las encuestas dicen una cosa, pues yo hago la otra.



Soy rebelde porque el mundo me ha hecho así, pero tampoco mucho. Y por eso, porque soy un rebelde light, de garrafón, voy a contar cosas que pasan en la mayor parte de las elecciones de las que tengo memoria. Y mejor no las cuento, porque ya habido urnas cuantas (¿Veis como soy el cubo de la risa?).

Las elecciones siempre siguen un plan. Que se cumple siempre. Puede tener un orden distinto, pero vamos a ver si damos con él. ¿Preparados?

Los candidatos

Hay gente que dice que sin candidatos, no habría elecciones. Yo no estoy muy convencido, pero vamos a seguir con la mayoría.  Los candidatos. Son esos señores y señoras que casi siempre son los mismos. Y sonríen, y dan besos a los niños, y se montan en transporte público y van al mercado. Son como el resto de nosotros… Por unos días. Luego ya no. Son como esos jovenzuelos en la primera cita. Parecen buenas personas, pero sólo quieren una cosa. Bueno, dos, tu voto y lo de los jovenzuelos.


La campaña

Dure lo que dure, es muy larga. ¡Y tú más! ¡Pues anda que tú! Y tú el triple. ¡Pues tú menos! ¿Que yo menos? ¡Pero si yo era más! No, pero es que tú y tú y tú. Parece una canción de Pablo Alborán. Y así 15 días. Lo de la campaña me refiero. Que no sé yo que es peor si la canción (aunque sea una vez) o la campaña. Y algunos te dicen lo que les gustaría hacer, pero luego las circunstancias, y las cosas no son como parecen, y qué más quisiéramos nosotros que cumplir con lo que hemos dicho, pero es que…



Los eslóganes y los carteles electorales

Es lo que viene siendo las frases que ponen junto al careto facial del señor candidato. Y toda frase tiene que llevar al menos una de estas palabras. A saber: Futuro, tú, progreso, avanzar, contigo, trabajo, ilusión, cambio, vota, podemos, ganemos y nos lo llevemos (igual la última no la dicen, pero es a lo que van). Luego, sí te he visto no me acuerdo.

¿Le votaron? ¿Y le azotaron?

Las encuestas

Pocas o muy pocas veces aciertan. Al Partido Poscialista le van a votar 20 personas, al Partido Osculista otros tantos. Y a esos nuevos, 10 mil millones de votos. No aciertan nunca, pero ahí seguimos teniendo a señores expertos hablando durante días en la tele, la radio y periódicos de lo que nunca se cumple. Luego, una vez que salen los resultados te lo explican. Es como si me tiro 10 días hablando de un partido de fútbol, te doy el resultado, no acierto y luego te explico por qué se han equivocado los jugadores al marcar o no marcar los goles. Esto no estaba previsto. Y es que la gente no sabe lo que vota.


La gente no quiere ser mesa

Normal. No hay cosa más fea que una persona con cuatro patas. Todo el mundo escribiendo encima de ti. Hay gente voluntaria, que se llaman interventores, porque intervienen. Y siempre hay algún presidente de mesa que se siente indispuesto (normalmente se indisponen bebiendo mucho y así no se puede ejercer, como es bien sabido. Al menos de Presidente, si ejerce en su vida privada, ya no nos metemos). Por si no sabéis de qué mesas hablo, ya te lo cuenta la Wikipedia


Las monjas que votan

Siempre hay algún pueblo o ciudad en las que salen monjas votando. Como si no pudieran votar. Lo que pasa es que ellas van con disfraz de monja. También van picadores a los colegios electorales, pero al no ir con el caballo, su tripa de picador, el traje de señor picador y la lanza en astillero y adarga antigua (me he vuelto a confundir de cuento)…, pues no llaman tanto la atención.


La señora que llevan a votar y no sabe si la entierran o la llevan de paseo

Es muy mayor y a la gente de la tele y de la radio les parece buena idea entrevistarla. Y le ponen un micrófono y no sabe si tiene que morderlo, o es un sacerdote con el cacharro de los santos sacramentos o qué. Pero ella quiere votar… o no, pero la llevan a votar. A veces sin su consentimiento.


Sentimos la confusión. Esta señora sí quiere botar. Desconocemos si también quiere votar.

Las israelitas

Siempre hablan de estas señoras, pero no las he visto nunca. Creo que son gente que está a la salida de los colegios. Para mí, que son las famosas que te dan caramelos con droja, pero ya te digo que estoy seguro de quiénes son.


El escrutinio

¿Hay alguna palabra más fea que esta? ¿Cómo vas con el escrutinio? Pues ahí está. Me molesta al sentarme, pero parece que voy mejor. Bueno, pues ya nos veremos cuando dejes de escrutar. Y resulta que no es una enfermedad. Es el recuento de votos.


Porcentajes

No hay día en el que hablen más de porcentajes que durante unas elecciones. Ni en las rebajas se habla tanto. Al X por ciento escrutado, el Frente Popular de Judea, tendría el Y por ciento de los votos, y los del Frente Judáico Popular perderían sus escaños.


Escaños

Durante la noche electoral, la gente anda perdiendo, ganando y recuperando escaños. Resulta que son las sillas esas tan cómodas que todo el mundo está deseando pillar y luego cuando las tienen, ni siquiera se sientan en ellas. Son como niños. ¡Mama, cómprame un piano! No, que luego solo lo tocas un día y luego nada. Pues estos igual. Y ahí, siguen, dándoles el escaño para que luego no se sienten.



Pueblos en los que terminan de votar a las 10.

Es que somos pocos en el pueblo. Fuimos a misa de 8, nos acercamos a por el pan y la leche, y ya de paso votamos. El único, el alcalde, que es un rojo y no va a misa y se levantó más tarde.

Y todos tan contentos. Chimpún

Pues ya ha votado todo el mundo. Todo el que ha querido, que hay gente pató. Han salido las señoras israelitas, se siguen haciendo cuentas, se escrutiña o escudriña (o como cojones se conjugue el palabro) y ya tenemos los resultados. Es lo mismo que sea para alcalde, comunidad, gobierno y portero de discoteca, que al dar los resultados todo el mundo está contento. Puede que les hayan quitado todos los asientos o escaños, o hayan perdido el gobierno, es una fiesta. Todo el mundo sale a hablar por la tele tan contento. 

Es lo que llaman, la fiesta de la democracia.


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