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Channel: Un cigarrito y a la Cama
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Si yo fuera o fuese rico

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Todo el mundo tiene sus sueños. Y por la mañana temprano, mucho más. Pero esa es otra historia. Todos hemos imaginado en alguna ocasión qué haríamos si fuéramos o fuésemos ricos (alguna vez nos tendrán que explicar por qué nos han dado la opción de decirlo de las dos formas, y no podemos escribir almóndigas y cocretascomo nos dé la gana). ¿¿Por qué??


¿O nunca has pensado lo que harías (o harieses) si estuvieras forrado? (como un libro de texto a principio de curso ;))… Quiero decir si fueras rico, muy rico, asquerosamente rico.


Vale, todos lo habéis hecho alguna vez. ¿Pero a que nunca has pensado en lo que NO harías si fueras muy rico? Yo sí. Y como me caes bien, te lo cuento. Vamos allá

Madrugar

Más nunca, jamás, ni de coña, never, ever. ¿De qué te sirve ser rico si tienes que madrugar? Eso no es ser rico ni nada. Que hay gente que le gusta madrugar. Pues no seas rico o te acuestas más tarde. Pero debería estar prohibido levantarse antes de las 12. ¿Por qué creéis que se le llama mediodía? Porque te queda la mitad del día para disfrutar. El otro es para dormir o lo que quiera que hagan los ricos por la noche. ¡Dejadme dormir!


Comprar una mansión

Nada de mansiones, que dan muy mal rollo. Ni grande ni pequeña. ¡Stop mansiones! Todas las películas de terror pasan en una mansión. No me hago rico para estar preocupado si hay fantasmas (bastante fantasmas somos los ricos. Como para tener competencia), o si te ponen la cabeza de un caballo dentro de la cama, o que la casa esté encima de un cementerio visigodo (que a lo mejor los visigodos son tranquilos y no arman escándalos por la noche y son buenos vecinos), pero no vamos a tentar a la suerte.


Ni dúplex, ni truplex, ni “chaleses”

Que no quiero una casa para mí solo. Soy más de compartir. Un hotel, o dos, o vivir en las suites de los mejores hoteles. Una semana en cada uno. De cada sitio del mundo. Cuando me aburra de saber cómo funciona la ducha en uno, o en qué lado está el botón de las burbujas del jacuzzi, me cambio. Así no me aburro. Un rico no puede aburrirse. Tiene que ser divertido descubrir que tu nueva suite tiene una piscina de 2000 metros cúbicos (que viene siendo muchos campos de fútbol), vistas al mar (aunque esté en el centro de Madrid), una sala de reuniones para 1000 personas, un estadio de fútbol para 50.000 mil espectadores, todos ellos de tu equipo, o una biblioteca con lo último de Shakespeare y Cervantes (firmado y dedicado por ellos mismos, que para eso soy rico). Y es que vivir en la misma casa es muy aburrido.


No más mudanzas

Si habéis vivido una mudanza sabéis de lo que os hablo. Además de sufrirla, te toca pagarla. Los ricos pagamos por no hacer mudanzas. Todo nuevo. Para eso me voy a la suite. Ni ropa ni nada. Te vas al Corte Inglés de cada sitio (en Francia, Lè corté Anglais, en Italia sería, Il Corto Maltés, en Portugal, O corte do país donde moran os inglesinhos, en China, El Colte Blitánico, en todo el mundo hay uno, por lo menos) y que me trajeran, o trajesen la ropa. Lo cierran un día para mí y me lo compro todo… ¡Qué coño! Me compro el Corte Inglés entero, con sus días de oro y sus primaveras y todo y que me lo lleven todo a la suite.


Se acabó el leer

Y mira que me gusta a mí leer. Pero siendo rico, mejor que te lean. Llamas a Iñaki Gabilondo para que te de las noticias, 24 horas, para ti solo. Y si quieres saber el tiempo que va a hacer que te llame el hombre o la mujer del tiempo para ver si ha llegado el anticiclón o todavía sigue por las Azores o si hay marejadilla o fuerte marejada en el mar de Alborán (lo mal que canta y le ponen su nombre a un mar… Estoy pensando en comprarme ese mar, fíjate lo que te digo). Y si es un libro, que me lo resuma el autor. Ya veo a Pérez Reverte (¡Qué alegría me da verte!) viniendo a mi suite de mala hostia (su estado natural) para contarme la última aventura de Alatriste… por supuesto, en rigurosa exclusiva. Ya no tendré que volver a pasar hojas… Es que no es tan fácil J


Ir al cine

Ya sabéis como somos los ricos (me meto rápido en el papel). Paso de tener que ir haciéndome selfies con la gente (con la de gente que hay en el mundo) y comprar una entrada… Nada. Mi suite tendrá un cine, y si no lo tiene me lo compro, para mí solo… A lo mejor os invito un día. Vendrá el director de la película, y los guionistas, y los actores que me caigan bien. Los que me caigan mal que no vengan. Y la vemos todos juntos y les pregunto cosas como  ¿Por qué Han Solo es el único que entiende a Chewbacca? Y es que vendrán Harrison Ford y George Lucas cuando quiera ver La Guerra de las Galaxias. Chewbacca no, que me pone todo perdido de pelo y no le entiendo.


Comprarme un yate

Los yates están sobrevalorados. Mejor un crucero, para mí solo. Con su casino dentro y si me falta cash, como es mío, saco el dinero de las tragaperras y apuesto todo en la ruleta al rojo, al negro, y a todos los colores que se me ocurra y gano más dinero. Y con piscina de agua fría, caliente, templada, con gas, sin gas… Y con camarotes de 2 kilómetros cuadrados, y 10 millas de eslora. Todo por babor (que no hay que perder la educación…).


¿Ferrari?

Ni Ferraris ni nada. Que ya tengo una edad para entrar en un coche de esos bajitos coloraos. ¿Habéis visto a un rico conduciendo alguna vez? En helicóptero todo el día. Pero de los que no suenan, que los que hay ahora hacen mucho ruido. Y que se conduzca solo, eléctrico. Como un dron pero para personas humanas. Para muchas personas humanas. Con Google Maps incluido. Y ya veremos si no me compro Google también, que ya puestos.


No dejaría de publicar en el blog

Eso sí que no. Me debo a mis lectores y aquí al pie del cañón. El cigarrito forever. A lo mejor alguna vez le pediría a algunos amigos que escribieran algún artículo. Por ejemplo al novio de la Preysler, a este tal Mario, que dicen que no escribe mal. O a este chico que es tan gracioso y hace cosas que hacen mucha risión a los jóvenes…. Joaquín Reyes, creo que se llamaba. Pero publicar lo publicaría yo, ellos sólo colaborarían… escribiendo todo, haciendo vídeos y todas esas cosas. Todo muy colaborativo. 


Y tú, ¿Qué no harías si fueras rico?




Salutaciones, abrazamientos o cosas que pasan al saludarse y al despedirse

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Hace algún tiempo ya proponía regular las reglas de urbanidad y ya hablábamos de que es necesario que alguien ponga orden en la forma en la que nos saludamos o nos despedimos. Y es que no es nada fácil.


Hay gente que te abraza nada más conocerte, otros no quieren que les toque ni la lotería, algunos dan besos al aire y tienen que hacer el muá con la boca como si fueran un ventricu… ventrílu…, como José Luis Moreno y los muñecos de Maricarmen… Vamos a ver si nos ponemos de acuerdo.

¿Estimado?

Cuando te llega una factura de la luz, el agua, el gas, lo que sea que te toque pagar. ¿A ti no te jode que te digan estimado? ¿Por qué dicen estimado si lo que de verdad quieren decir ES –TIMADO? Por favor, firme aquí, dónde pone el timado. Te cobran el agua como si fuera whisky de Malta (y es que al ser una isla, cuesta más traerlo de allí… ya me he vuelto a liar), y todos sabemos que cae del cielo. Yo entiendo que la luz sea cara porque meterla en esos cables tan pequeños debe costar un dineral , o el gas, que no debe ser fácil guardarlo en las bombonas de butano, pero como puede ser que te cobren el “internez” al precio que está… Si al final lo tienes que buscar tú todo, y Google es gratis… (lo voy a dejar ahí, que ya me he metido en muchos jardines)


No más queridos o queridas

No estoy en contra a que cada uno tenga los líos que quiera. ¡Líbreme el señor de decirle a nadie lo que tiene que hacer! Me refiero a que no está bien engañar a la gente. ¿Por qué empezamos las cartas con lo de querido o querida? Si no me quieres. Queridos Reyes Magos… ¿Queridos? Espera a que te traigan la corbata o la freidora, y esa colonia que huele a señor mayor recién afeitao y se te quitan los “querimientos”. Deberíamos ser más honestos y no ir por ahí queriendo a tanta gente. Si además, los reyes magos no leen las cartas… ¡Son los pajes! Sí, esos que están al lado de cada uno de los reyes, y van vestidos como la sota de bastos, pero sin la porra gorda (esto va a tener muchas interpretaciones, pero no vamos a entrar en connotaciones sexuales).


No todo el mundo es saludable

Hay gente que por lo que sea, no quiere que la saluden. Son los que te ven. Te han visto. Tú les has visto. Os habéis visto… Quiero recalcarlo bien para que luego no digáis que es que no te había visto… Me seguís ¿no? Pues esta gente no quiere que les saluden. Hacerse el longuis, el sueco, como quieras llamarlo, pero el caso es que no se alegran de haberte visto. Y se van sin saludar ni nada…


¿Qué hacer con los no saludables?

Tienes dos opciones. Voy a descartar la de no saludarle. No vamos a dejar que salga con la suya. La primera opción es saludarle aunque él no te diga nada, y la segunda es salir corriendo detrás de él o de ella con los brazos abiertos, gritando su nombre, como si fuera una canción de Nino Bravo. Eso sí que les jode. Y un codazo. Eso también jode. Pero no nos vamos a poner violentos. Bastante susto les damos corriendo haciendo hacia ellos como un poseso para darles un abrazo.


¿Un beso, dos, tres?

Deberíamos crear una comisión en la ONU o en la convención de Ginebra, o una reunión de vecinos o en algún sitio, para ponernos de acuerdo una vez por todas. ¿Qué es eso de que en unos países se den un beso, en otros dos, y en otros ya sea una ensalada de ósculos? Y no sólo el número de besos, si no por qué lado empezar… Aunque si no nos hemos puesto de acuerdo por qué lado debemos conducir, esto lo veo un poco algo más complicado.


Da la mano como es debido

Tiene que haber un término medio entre dar un apretón como si fueras a partir sandías y dar la mano como si te tendieran una merluza (sin descongelar). Tampoco vale lo de hacer la pinza. Que tampoco es tan complicado. Es sólo alargar la mano… Ah! Y también habría que regular el tiempo que dura el apretón. Si te la estrechan más de 5 segundos ya es cosa de preocuparse… Que se lo digan al primer Ministro de Japón cuando se encontró con el amigo Trump.


Puño, guiño

Si tienes más de 15 años y das la mano con bailecito, es para pensar seriamente ir a un especialista. Tiene que haber médicos para que te quiten la tontería. ¿Qué es eso de dar el puño, hacer una cabriola, cantar el aserejé y chocar el pecho? Todo a la vez. Que quedaba muy currao en el Príncipe de Bel Air. Pero tú no eres príncipe, ni estás en Bel Air, ni eres actor… y aunque lo fueras.


¿Te has dado cuenta de que los niños no se saludan?

Llegan, se sientan uno al lado del otro, se ponen a jugar, se abrazan, se tiran del pelo, se dan dos puñetazos, hacen las paces, luego se besan y se vuelven a abrazar. Y todo esto sin que hayan dicho “hola, me llamo Fulanito, encantado de conocerte menganito… pasó usted ya por casa, por su casa yo pasé… (Creo que me he ido de canción). El caso es que no necesitan darse la mano, ni ser presentados oficialmente. Se juntan y ya está. Bueno, hay alguno que no necesita juntarse a nadie… se salta todos los protocolos.


¿Cómo de amigos hay que ser para abrazarse?

Esto también habría que regularlo. Hay gente que te acaba de conocer y te abraza como si no hubiera un mañana. Y otra moda ahora es dar el abrazo de medio lao, que ni es abrazo ni nada. Mucha película americana ve la gente. Yo abogo (¿habéis visto qué bien utilizo las palabras? Abogo, del verbo abogar como  el actor de Casablanca)… por abrazar a todo el mundo. Aunque hay gente que no se lo tome bien.


Hay quién le encanta las despedidas

Seguro que os habéis encontrado a gente que no le gusta las despedidas. Se van y ya está, sin avisar. Como tu sueldo, cada mes. Otros, se despiden cincuenta veces. Bueno, me voy yendo… Oye que ahora sí que sí.  Al final, mira qué hora es y no me he ido… Y tú quieres matarle para despedirle de una vez por todas. Tiene que haber un término medio. Entre no decir nada o despedirse de todos debemos regular esto. Yo propondría hacer como en el fútbol, hacer una fila e ir pasando para despedirse de todos. Aunque a veces, tampoco funciona muy bien.


Hablando de despedidas, va siendo hora de ir diciendo adiós. Es difícil, ya lo sé, pero hay que hacerlo.

O sea, que sin otro particular, se despide atentamente, un salido, salado, saludo… Ya os dije que no era fácil J

Sí sí sí, el bombo ya está aquí

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¡Albricias! Celebremos con regocijo (quienquiera que sea regocijo) la buena nueva. ¡Manolo podrá tocar su instrumento de nuevo!  


Para los despistados. Hablamos del bombo de Manolo, un señor que es famoso por tener un bombo. Como Bartolo con la flauta, pero en versión bombo. Ya, ya sé que llego un poco tarde a la noticia, pero es que hay cosas que necesitan tiempo para digerir, y reconocer su importancia. Y es que era un clamor. La gente preocupada, no se hablaba de otra cosa, un sinvivir, noches sin dormir (una, pero sin dormir… bueno, en realidad sí que dormí, pero no muy bien… El calor no ayudaba)


¿Por qué es tan importante que Manolo tenga su bombo? ¿De verdad os lo tengo que explicar? Está bien, allá vamos.



Vosotros lo habéis querido. Aquí va la explicación. No voy a hacer como los políticos que no cumplen lo que dicen que van a hacer, y dan vueltas y más vueltas al tema para terminar por no decir nada y además…. ¿A quién quiero engañar? No me importa nada que Manolo se toque su instrumento, allá cada uno con sus cosas y lo que se quiera tocar… es más, casi preferiría que no lo hubiera encontrado.  

Cosas que se me ocurren sobre Manolo, su bombo, y la noticia que nos ha tenido en vilo durante… muy poco tiempo.

¡Es un puto bombo!

Que si fuera un “extraordinarius” o como quiera que se llamen los violines que cuestan tanta pasta, lo entendería. O un piano, con todas sus teclas, las blancas y las negras, pues igual, pero no estoy muy seguro si le dejarían entrar con el piano en un campo de fútbol. Tienes que ser muy famoso para que puedas pasar con un instrumento tan grande. No hablo del negro de Whatsapp, me refiero a los de tocar… Creo que no lo he arreglado. Quiero decir de música… como por ejemplo Elton John.


Manolo nos va a deleitar con la sinfonía en Sí bemol…

¡Cojones!… ¡Que es un puto bombo! ¿Os lo tengo que repetir? Que no hace más que ruido. Pum, pum, pum, y ya. No hace más. ¡Nada! Lo mejor del bombo es cuando es cuando no lo toca nadie. Como el toro bonito de  El Fary. Que nadie lo toque, que lo dejen tranquilo.


¿Nadie ha pensado en el bombo?

Espero que os hayáis recuperado de la coreografía de El Fary… ¡Qué egoístas somos! Todo el mundo preocupado por Manolo. Una pérdida irreparable, el valor sentimental… ¿Pero le hemos preguntado al bombo si quería ser recuperado? Porque a lo mejor estaba tan tranquilo sin que nadie lo golpeara. Un instrumento tan triste, siempre sólo, no como su prima la pandereta que al menos tiene a los platillos, o una batería, con más bombos alrededor que le hagan compañía… Y que igual ni siquiera le gusta el fútbol


La familia del bombo

¿Creíais que no tenía familia? Pues la tiene, es de la familia de la percusión. Siempre ha sido un grupo muy poco apreciado en el mundo de la música. Nada más que pegarles golpes. Un no parar de sufrir. Quizá este dato es lo único cierto de todo este post… Es un instrumento no afinado. Nadie se ha tomado la molestia de afinarle, como los cencerros, o la zambomba. Que tampoco están afinados. ¡Pobres! También es verdad que no necesitas estudios para tocarlos, ni hacer 10 años de conservatorio, pero tampoco es para despreciarlos. ¡Stop Bullying the bombo!


¿En qué pensaba el que lo robó?

Os habéis parado a pensar en qué coño estaría pensando el que le cogió prestado el bombo a Manolo. Que no es que hayas cogido un billete de 100 y es difícil demostrar que no es tuyo. Que pone bien grande en el bombo que es de Manolo. ¡Manolo el del bombo! No es como en las camisas de los ricos que ponen sus iniciales para… ¿Para qué cojones lo harán? Aquí no hay MB (Manolo el del bombo), que lo pone bien clarito. En letras bien grandes. ¡Hostia! Qué es el bombo de España! ¡De España!


Menos mal que tenemos a las fuerzas y cuerpos…

Vamos a segur con la vena patriótica. Y es que el bombo lo ha recuperado la Marina. ¡En Madrid! Que ya me contarás que hacen los marines en Madrid. ¿O no son los mismos marines? Dónde estáis ahora los que decían que en Madrid no hay playa. ¿Y cómo explicáis que tengamos Marina? ¿Eh? Dónde estáis los que decían eso. A ver, ¡Que yo los vea!


La recuperación

A lo que iba. Que el bombo se lo habían levantado a Manolo en Murcia…. ¡Y aparece en Madrid! Esto es más misterioso que la carrera musical de Paquirrín. Nadie se explica que triunfe. Bueno, que me imagino a los de la Marina (muchacho, la Marina te llama) buscando por tierra, mar y aire el jodío bombo. Y como son mucho de encontrar cosas, pues van y se lo encuentran… En realidad un ciudadano, que “lo ha encontrado” lo entregó en las dependencias “marineras”.


Cabos por atar

Creías que iba a decir algo de los cabos y la marina ¿verdad?... Yo sigo dándole vueltas al tema… el que encontró el bombo… A mí se me hace muy sospechoso. No es muy normal ir por la calle y encontrarte un bombo.  ¿Y entregarlo a la Marina? Que lo normal es dejarlo en una comisaria, o en un buzón, o a la oficina de bombos perdidos. No digo yo que no haya habido más gente que se encuentre un bombo en la historia de la humanidad… ¿Pero en un día? Que estas cosas llevan un tiempo ¿no?


¡Gracias Manolo!

El mal rato que ha pasado el hombre… Eso no se lo deseo a nadie. Ese señor sufriendo lo indecible por no poder animar a la selección. Que por eso empató España contra Colombia. Echábamos de menos el España, pum, pum, pum. Los jugadores estaban desconcertados, no sabían a qué ritmo jugar. Nos faltaba el líder. Nunca le agradeceremos lo suficiente que haya sido la luz que guió a la España del tiki taka…


¡Hasta siempre!

Pero ya está bien. Han sido muchos años dando la turra. ¿Vosotros habéis visto un partido cerca de un tío con un bombo? Y no me digáis que Manolo es un profesional. Eso no se lo deseo a nadie. Ni al propio Manolo. Por favor, disuélvase y entregue las armas. ¡No oponga resistencia!


No le deseo mal a nadie, pero que si se vuelve a extraviar el bombo, tampoco pasaría nada ¿no? Y así Manolo puede ampliar horizontes y aprender a tocar nuevos instrumentos más manejables y menos ruidosos… como un spinner, por ejemplo, que ahora están de moda.


Ah… y a ver si dejamos de dar tanto bombo a según qué noticias J.



¿Quién se apunta a viajar en el tiempo?

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La verdad es que con estos calores apetece cambiar de tiempo y de aires, ir al invierno o al entretiempo (que es cuando hay que ponerse una chaqueta) pero no es eso de lo que os quiero hablar. Me refiero a los viajes en el tiempo. Lo que viene siendo ir para adelante, y para atrás, como los vídeos VHS pero de verdad, que no es que los vídeos sean mentira, pero… Vamos a empezar de nuevo.


Cuando se habla de viajes en el tiempo se nos vienen varias cosas a la cabeza. También depende de la imaginación de cada uno, pero a mí “mesocurren” algunas cosas. ¿Te vienes?



Cambiar la historia

Hay gente que la cambia sin necesidad de viajar en el tiempo. Se la inventan, directamente o la reescriben (que es otra manera de decir que se la inventan pero suena más académico) para modificar la historia. Algunos dicen que Hitler no era tan malo, que ayudaba a personas mayores a cruzar de acera, o que Marco Polo no inventó los macarrones con chorizo (esta teoría necesita desarrollo, pero es que no tengo demasiado tiempo para confirmarla) o que Rajoy es un gran orador…


El caso es que algunos viajarían en el tiempo para cambiar la historia. Cuantos americanos querrían ir un par de años atrás para que no se presente Trump ¿verdad? O ir para adelante y ver si queda algo en pie en el mundo mundial. Y es que este calor es culpa del presidente de los USA.



Nota: Si lo leéis desde otra época por que habéis viajado en el tiempo, o por que habéis visto este post en invierno o desde otra parte del mundo, es que en Madrid hace más calor que alicatando un volcán.

No cambiar la historia

Hay gente para todo. Los hay que se pegarían un viaje para no cambiar nada. Con la de cosas que hay que arreglar, la de chapuzas que hacer, pues hay gente que viajaría para que la historia siga su curso (que creo que está en primero de la ESO, o de lo OTRO), y que seguramente cuando nos examinen nos manden repetir, porque muy bien, muy bien, no lo estamos haciendo. Ahí tienes a los del Ministerio del Tiempo, yendo para atrás para que Cervantes espabile y escriba el Quijote, o convencer a Napoleón para que invada España. ¿No podían hacer cosas útiles como evitar que se conozcan los padres de Belén Esteban o quitarle la guitarra al que compuso el “Despasito”? Pero sin violencia, suave, “suavesito”.


Me gustaría conocer a…

Otra de las razones para viajar en el tiempo es conocer a personajes históricos. Saludar a Darwin (y convencerle de que se afeite que con esas barbas parece un hipster), Julio César (el portero brasileño no, el otro, el que salían en las revistas romanas del corazón, las rosa rosae, por su relación con Cleopatra), a Colón (y que nos aclare de una vez dónde nació y qué le pasaba en el huevo), a Aristóteles y filosofar un rato con él… Que también son  ganas de viajar… Les conoces y ¿les das la mano, un abrazo, un par de besos….?  Que esa gente está muy ocupada para que vayamos a darle la turra y además, ni hablamos su idioma ni nada. Y además luego te llevas desilusiones, que los famosos suelen ser muy chulitos…


Vivir momentos históricos

Estar ahí en medio, viviendo el momento, ser testigo de hechos como la toma de la Bastilla, o el Desembarco de Normandía, la bomba atómica, la extinción de los dinosaurios… Pensándolo mejor, casi todos los momentos históricos son muy jodidos de vivir. Mejor que no nos pillen cerca, me voy por donde he venido…


Qué pasó realmente con…

No os gustaría saber a ciencia cierta cómo se creó el mundo, si realmente venimos todos del Big Ben (¿o era el A la bín ala ban, a la bin bon ban?), ¿Qué comían los neandertales y los cromañones? (todos quieren ser los campeones), ¿Qué cojones estaba haciendo el primero que probó la leche de vaca?


¿Cómo será el mundo dentro de mil años?

Otros querrían viajar para ver cómo es la vida dentro de unos siglos. Seguiremos viviendo en la tierra o ya estaremos en otra galaxia? ¿Habrá vida en otros planetas? ¿Seguirá Jordi Hurtado presentando Saber y Ganar?


Hacerte millonario

Quizá debería haber empezado por aquí. Muchos viajan en el tiempo para ver qué número será el premiado en la lotería… (como Rappel, pero en serio), o el resultado de los partidos de fútbol para acertar la quiniela, o viajar al pasado, enterarte de cómo ha quedado el Recreativo de Huelva, o saber cuántos goles va a marcar CR7 y apostar en bigüin, o güilianjil, o en cualquier otro sitio parecido y comprarte un yate para ir a doscientos nudos (y un lacito) o un Ferrari y el casoplón… Los que leéis este blog lo queréis para donarlo, que os conozco y sois buena gente.


Pero la verdad, verdadera es…

En realidad yo quiero hacer viajes cortos. No necesito ir a la Edad Media, o a la Tercera Edad, lo mío es más sencillo. Son unos minutillos, nada complicado y además no es con ánimo de lucro ni para sacar partido del superpoder. Todo más mundano.

Ir para atrás para ver dónde me he dejado las llaves, o las gafas, la cartera, o dormir cinco minutitos más, coger ese paraguas que siempre llevas… cuando no llueve, evitar al vecino que te da la chapa en el ascensor.


Si no puede ser para atrás, me vale también un poquito para adelante. En vez de rebobinar, ¿bobinar? ¿O cuál es la palabra correcta? El caso es que adelantar el tiempo me serviría para tirar la basura sin enterarme, o tener todo planchado pero sin pasar por el mal rato de hacerlo. Sería ir justo al momento en que has terminado de planchar, o de ir al gimnasio y hacer más abdominales que Cristiano Ronaldo y Aznar juntos, o cuando te han quitado la muela en el dentista…


Tampoco pido tanto ¿no? Es lo que viene siendo en términos científicos viajar un momentito. Poquito a poquito, suave suavesito… Ahora no os podéis quitar la canción de la cabeza ¿verdad?

¿No querrías viajar hacia atrás y hacer como que no lo has leído? ¿Veis como mis ideas sirven para algo?



Nos creemos hasta lo increíble

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Hace poco salía a la luz (vamos a empezar con tópicos que así se da más credibilidad) una noticia en la que se decía que los americanos pensaban que las vacas marrones daban batido de chocolate.


Sería injusto decir que todos los americanos son tontos. Ni siquiera esos 16 millones... Aunque teniendo en cuenta lo que votan… pero nosotros tampoco estamos para presumir. 

También habría que ver cómo han hecho la encuesta. A mí me llaman por teléfono a las 3 de la mañana para preguntarme una gilipollez y lo mismo contesto que el café con leche viene de las vacas blancas y negras.


Y es que no los creemos todo… Vamos a ver más ejemplos

La fórmula de la Coca-Cola

Siguiendo la misma lógica del batido de chocolate, ¿A quién hay que ordeñar para que salga Coca-Cola? Es una pregunta retórica, no hace falta responder. Y aquí está el misterio de la bebida refrescante de Cola que no se llama Pepsi-Cola (es por no darle más publicidad a la Coca-Cola… ¡Nada de publicidad gratuita!... O igual ya es tarde ¿no?


El caso es que la Nocilla lo tenemos muy claro: Leche, Cacao (proveniente de vacas del áfrica Tropical que cultivando cantaban), avellanas y azúcar (un bote de Nocilla tiene 3 millones de terrones, lo que equivale a unos 200 campos de fútbol)… A lo que vamos.  Que la fórmula de esta bebida es secreta. ¿Seguro? La hace el mismo tío, el Señor Cola, en su casa y se pasa rellenando botellines, y latas… ¿Y qué pasa con los grifos de los “Mardonals” o “Burriquines”? Ahí no está el señor Cola o la Señora Coca para llenarte el vaso… ¿O se esconden debajo del mostrador para que no les veamos?


Me senté en el baño y me quedé embarazada

Y es que la gente se sienta en cualquier sitio. O se embaraza muy rápido, una de dos. Que también se han dado casos de personas humanas (femeninas casi siempre) que se han bañado en una piscina o en el mar (en la Manga hay menos movimiento que en una piscina de gente mayor a las 3 de la madrugada) y a los 9 meses, embarazo que te crió. Por eso los hombres no nos sentamos en el baño. Por si acaso. Y la piscina, salir rapidito, que los espermatozoides pueden vivir ahí años, agazapados, esperando fecundar el glóbulo (el rojo o el blanco, cualquiera de los dos, si es rojo será niño y así sustantivamente), provocar la  mitocondria y llegar hasta las trompas de Eustaquio y llegar hasta el “istentino” delgado y luego al grueso… Esta clase de medicina es gratis, no os la cobro.


Walt Disney está congelado y Hitler vive

No me imagino a Walt Disney con su bigote y con Pluto y Goofy (¿Qué cojones es Goofy?) en un congelador, junto a la leche, la fruta y los huevos. Y a su lado Hitler, Elvis y Jesús Gil, todos juntos. Que esa nevera debe ser una fiesta. Uno pintando dibujos animados, el otro cantándole a Hitler “Don’t be cruel” y Gil, haciendo gili…  Pues siento deciros que no están congelados. Que sí, que están vivos, los 4, con Ruiz Mateos (sin los hijos) pero se han operado y ahora cantan en un consorcio... un consorcio de gente mayor que canta… lo que venía siendo Mocedades.


El Perro de Ricky Martin

Que siempre se ha dicho que los de Puerto Rico son un poco tranquilos, pero no es cuestión de insultar al pobre Ricky. Más de uno vio el famoso programa en el que había una niña metida en un armario y Ricky Martin comiéndose a un perro untado en mermelada que estaba desnudo mientras conectaban en directo con el estudio de Antena 3. Al final, el que salió del armario fue Ricky, y me parece fenomenal, que con el calor que hace no se debe estar muy bien ahí dentro.


El de las drogas a la puerta del colegio

La abuela de una amiga siempre decía: “Si te ofrecen sida, tú no lo cojas”. Y es que todos nos creíamos que había un señor que te ofrecía drogaína a la puerta del colegio. Mira que vivía en un barrio chungo cuando era pequeño, pero resulta que había que pagar la droga. Que no venía nadie a regalártela. ¡Ni que estuvieran drogados!


¡Fuego de Pecho!

Para los jovenzuelos, vamos a empezar por el principio. Había una leyenda que contaba que a Ana Obregón le explotó un pecho en un avión. Hay que explicar que la “¿actriz?” se había operado del pecho (realmente de los dos y creemos que al mismo tiempo). La presión del avión provocó que pusiera al resto de los pasajeros perdidos de silicona. Como si le hubiéramos dado la pistola esa de sellar “bujeros” a un loco, pero en versión gore. ¿Por qué sólo a Ana Obregón si había gente con más silicona que un programa de Bricomanía? ¿Por qué no le explotaron los dos? Y el misterio más misterioso… ¿Cómo consiguió hacerse famosa Ana Obregón?


Cocodrilos de aquí, de Madrid

Ya sabéis que los de Madrid, estemos donde estemos, decimos que somos de aquí, de Madrid. Aunque estemos en “Alajka” (porque nosotros no decimos Alaska). El caso es que las alcantarillas de Madrid hay cocodrilos. Muchos. Cienes. Miles, ¡Millones! Se conoce (expresión muy madrileña) que la gente los tiraba por el retrete (ya ves qué costumbres, ahora nos da por el spinner) y se encontraban en las conductos y allí se ponían a procrear. Y como en las alcantarillas no tienen un depredador que les amenace, pues allí vivieron felices y comieron, lo que podían. Todo muy lógico. Mira en Australia lo que pasó con los conejos, que también los soltaron y se hicieron grandes, enormes, aprendieron a saltar y… hasta aquí mi teoría de la evolución de los canguros.


¿Dónde estaban las L Casei Inmunitas?

Casei Inmunitas parece el nombre de un grupo de música de los tiempos de Julio Cesar, cuando se cantaba aquello de Unus, duo, tri, un transitum María, de Rickus Martinium (puestos a creer cosas raras J). El caso es que no sabíamos que las teníamos hasta que llegó el Actimel. Que sirve para no pillar un constipado, mejorar la flora y la fauna, activar las defensas y que los delanteros marquen más goles que Cristiano y Messi juntos.



No hay que creérselo todo, ni lo que te cuenta la tele, ni la radio y mucho menos, los periódicos. Y es que nos creemos cualquier cosa, hasta que Inda y Marhuenda trabajan para un periódico (si están todo el día en la tele, ¿Cuándo van a escribir? )... Que hay que estar más despiertos, ¡Cojones ya!




La generación gominola o estos chicos no aguantan ná

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Los jóvenes de ahora no aguantan nada. Son muy blandos. Cuando yo era joven… Y detrás de estas tres frases prepárate para escuchar toda clase de exageraciones variadas.  Aunque esto no es nuevo. Va pasando de generación en generación.


Ya lo decía Aristó…. ¿O era Platon? Bueno, algún señor con barbas, túnica y sandalias que decían cosas que te hacían pensar.  ¿Te imaginas a Rajoy de esa guisa diciendo cosas que hacen pensar? El caso es que…


Como ya tengo una edad en la que puedo decir eso de que la juventud de ahora …. (inserte cualquier queja en la línea de puntos), yo también voy a aportar mis reflexiones. 


Vamos allá

¿Calor? Tú no sabes qué es el calor…

En mi época sí que hacía calor, y no ahora, que estáis todo el día con el aire acondicionado puesto, que os vais a cargar la capa del planeta, y el ozono y los agujeros negros. Hasta 200 grados centrífugos había en agosto. En julio hacía un poco más de fresco y dormíamos a 40 grados por la noche. ¡Eso era calor! Y no había ventiladores ni nada. Nos turnábamos para soplarnos unos a otros. Dejábamos todas las puertas y ventanas abiertas por la noche. Ahora no se puede porque está todo fatal y te roban hasta la corriente… Y es que antes sí que había seguridad.


 Antes sí que pasábamos frio

El calor pase, ¿pero el frío? Los inviernos era como vivir en la zona de congelados del Carrefour. En verano, cuando vas en chanclas y pantalón corto. Así todo el año. Que había que dormir con 20 mantas. Los “enrredones” no se habían inventado. Los gansos no se dejaban quitar las plumas. Y es que los gansos de ahora son mucho más generosos. El caso es que teníamos que dormir con bolsas de agua caliente, y como en el belén, meter al buey y la mula dentro de la cama para poder sentir el calor.


Agua caliente y fría

Estáis muy mal acostumbrados con lo del agua. Ahora abrís el grifo y sale agua caliente y fría y puedes elegir la temperatura y la cantidad de agua que sale. ¡Es magia! En mi época teníamos que ir al río a por agua. No había ni fuentes, bueno sí, la Cibeles pero no te dejaban coger agua de allí. Y cargar con el agua durante 200 kilómetros. Por eso la gente bebía vino, o cerveza y se duchaba poco.


No sabes lo que es pasar hambre

Los jóvenes de ahora no saben lo que es pasar hambre. Nosotros teníamos que cazar lo que comíamos. No había ni Mercafour, ni Carredona, ni nada. Salíamos a la calle y comíamos lo que podíamos. Un venado (y te lo tenías que comer allí mismo porque no había nevera ni nada), o una gallina, un caballo, lo que tuvieras más a mano. Y nada de bollería industrial, ni hamburguesas, ni pizzas. No se había inventado nada de eso todavía. Todo era natural y los tomates sabían a tomates. Eso sí, había que subirse a los árboles para cogerlos… Que hasta eso ha cambiado, ahora crecen en cualquier sitio, hasta en la puerta de casa.


El colegio

Los chicos de ahora quejándose del calor que hace en clase, que si son muchos, que si tienen que hacer muchos deberes… En mi colegio les querría ver yo. 3000 alumnos por clases. Nos ponían tantos deberes que necesitábamos el sábado y el domingo, 48 horas, sin descanso para terminarlos. Ni vacaciones ni nada, no como ahora, 3 meses. Los profesores no eran profe y seño, sino Don Pepito y Don José (los que pasaban a ver a la abuela el uno del otro, y eran dos tipos requetefinos). ¿No sabéis quiénes eran?


Salga usted a la pizarra

Los profesores te llamaban de usted. Pero lo mejor era que no te llamaran nunca. Te tenías que saber de memoria los ríos, los afluentes, las montañas, las colinas y las capitales de todo el mundo y hacer raíces cuadradas, redondas y de todos los tamaños. Hay de ti si no sabías responder. ¿Te acuerdas de Gladiator? Pues igual, te mandaban al circo romano (daos cuenta de que yo soy muy mayor, y viví la época de Marco Aurelio, Julio César y Roberto Carlos….) Y ahí te las apañaras luchando con tigres y leones (no voy a decir lo de los campeones), osos y “ñuses”. Así que ya te podías saber la lección al dedillo (qué bonita expresión, lo del dedillo)


No se aburría nadie

Los niños no se aburrían. Teníamos que hacer deberes todo el día, o buscar comida por la calle. Los juguetes nos los hacíamos nosotros mismos, una playstation hecha con nuestras propias manos, o la X-Box. La Nintendo era muy complicada al ser más pequeña. No había spinners, pero había peonzas que era más divertido y se las podías tirar a otros. Porque eso sí, éramos muy brutos y teníamos mucho sentido del humor, como en el pueblo de Gila.


Ni avión ni aviona

¿Qué es eso de ir de vacaciones al extranjero? El que tenía suerte de ir de vacaciones, se iba al pueblo. El extranjero no existía todavía. En avión iban los ricos. Y aunque el pueblo estuviera a 200 kilómetros, se tardaban horas. Madrugabas para salir con la fresca (no era una señora ligera de cascos) y os montabais en el utilitario (que era una manera de llamar al coche pequeño en el que cabían 10 personas y un canario, si no era muy grande). Un coche que no tenía ni caballos, la potencia se medía en liebres por segundo.


¿A la playa?

La gente no iba a la playa. No estaban terminadas todavía. Aún estaban poniendo arena y rellenándolo todo de agua. Por eso la gente no iba a la playa. Mar sí que había, pero sólo para pescar. Así estaba la playa de Benidorm, hace muchos, muchos años… Ya os dije que a la gente no le gustaba eso de bañarse... y aún no habían puesto los garitos para beber.


Habéis cogido la idea ¿verdad? El caso es que habrá cosas que no cambiarán nunca, siempre diremos que lo de antes era mejor, aunque pasáramos frío y calor, y no fuéramos a la playa, ni viajáramos al extranjero, y estuviéramos todos más unidos en el utilitario… Eso sí, los tomates de antes, sí que es verdad que estaban más ricos.


Bueno, os dejo que me tengo que ir a la playa, que ya han terminado de poner la arena y de llenarla de agua… Y habrá que coger sitio.



Consejos veraniegos para los veranos

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Para los que decís que no escribo más que “tontás” en el blog, no os voy a llevar la contraria.  Es cierto. Pero en esta ocasión igual sirven para algo. Os voy a dejar unos consejos veraniegos para los veranos. 


Lo mejor es que sirve para cualquier verano, no caducan, incluso para los países que están boca abajo. Esos que van a contrapelo. Aquellos del semicírculo polar de Capricornio y el uso trópico de Greenwhich (igual tengo que volver a repasar algunos conceptos). Los que están en otro hemiciclo, para que me entendáis.


Vamos con los consejos.

¿Playa o montaña?

No, no voy a haceros un examen tipo test con preguntas carne o pescado, pelo o pluma, Justin Bieber cantando Despacito y Suicidio Rápido. El consejo es que una vez decidáis a dónde vais llevéis la ropa adecuada. Por ejemplo en la montaña unas chanclas, bermudas y la sombrilla puede ser poco recomendable. Que no digo yo que no lo llevéis, pero que no le vais a dar mucho uso. La toalla sí que la recomiendo en playa o montaña. Si os vais a bañar en el mar es probable que las botas con pinchos no os sirvan de mucho. Aunque a lo mejor ya os lleváis unas merluzas puestas y habéis aprovechado el chapuzón. Ya sabéis de dónde viene lo de la merluza de pincho.



¿Cuándo nos vamos?

Para que estos consejos sean realmente útiles es mejor que te vayas en verano. Ya os he dicho que no en todas partes el verano es al mismo tiempo. Por ejemplo en El Corte Inglés puede que todavía sea primavera. En algunas tiendas en invierno porque ponen el aire acondicionado a 15 grados centrífugos bajo el nivel del mar. Para saber exactamente cuándo es verano, lo miráis es Google, que no lo voy a hacer yo todo.


Eligiendo medio de locomoción

Esto es fundamental también. Una vez que ya sabes dónde vas lo ideal es elegir el medio de transporte. Por ejemplo, si vas al pueblo, en Guadalajara y vives en Madrid, no te recomendamos el avión. De nuevo, que no es por quitarte la ilusión de volar, pero igual tardas más en llegar al aeropuerto, facturar, y presentarte en México, que también tienen una Guadalajara, pero pilla un poco retirado. Aunque tiene que ser muy bonito, porque está en un llano y México en una laguna. Te lo cuenta Jorge Negrete que es un señor que llevaba sombreros de esos de los que se compran los “guiris” en Barcelona.


El que más se adecúe a tus necesidades

Esta es una de las frases más utilizadas por los señores de Marketing. Para que suene más profesional, yo también la voy a usar. Seguimos con la elección del medio de locomoción. Ir en coche hasta Guadalajara, la de México, puede que se adecúe a tus necesidades porque el billete de avión es caro. En barco se tarda un huevo (desde Madrid algo más todavía, el Manzanares es muy estrechito). Un taxi te puede salir por un pico también, aunque pidas un Uber que te dan una botellita de agua. El caso es que puedes optar por no ir a Guadalajara, aunque esté en un llano, o te vas en avión.


La maleta, la mochila, el bolso

Uno de los mejores consejos que te puedo dar es que no te olvide de llevar  la maleta, o un sitio en el que metas tus cosas (un banco en Suiza no cuenta)contigo. Que hay gente que hace la maleta, la cierra con mucho cuidadito con su candado, con su etiqueta (la del precio, no, en la que viene tu nombre, dirección, grupo sanguíneo, grupo de música favorito…) Todo, y luego vas y la dejas en cualquier lado. Ya te lo dicen en los aeropuertos, “No deje sus maletas desatendidas en ningún momento”. Y es que las maletas también tienen sus sentimientos. A nadie le gusta que le dejen sin atender. Ya lo conté en un post anterior. 10 consejos para llevarte bien con las maletas.

Protege tu domicilio

Domicilio, es donde vives, que viene del latín, domi (casa) cilio (hipoteca), el el sitio por que el tienes que pagar un huevo para vivir. El caso es que se va de vacaciones, a no ser que en la familia hagáis turnos para iros de vacaciones. Una opción cojonuda si no te llevas bien con la familia. Este consejo es gratis J. El caso es que hay que procurar que no te roben tu casa, lo de dentro. Si se llevan tu casa de sitio, es un problema aún mayor. A lo que vamos. Que te aconsejo que pongas una alarma, un tigre de bengala (o de otro sitio) en la entrada o aún mejor, pon la canción de “Despasito” a toda leche, todo el tiempo, 24 horas durante 15 días. Por allí no se atreve a pasar nadie. Ni los vecinos (ya te entenderás con ellos a la vuelta)



Bebe al menos dos litros

Estos consejos que te dan la autoridades competentes (yo no tengo autoridad ni competencia, soy único J) ya no hace falta que te los repita que ya para eso nos lo dicen una y otra vez. Vete por la sombra, bebe mucha agua, evita las horas centrales de sol, ponte cremita. Que menos mal que nos lo dicen ellos, que si no iríamos por Sevilla a las 4 de la tarde, con abrigo de piel, con una cantimplora de coñac). Los guiris como no ven la tele española, se despistan… Eso sí, lo de los dos litros si lo cumplen… pero de vino o cerveza.



Las dos horas de digestión

¿Os acordáis de que había que cumplir las dos horas de digestión después de comer? Pues eso sigue así. Por ejemplo estás de vacaciones en el Himalaya a punto de subir al Everest. Pues después de comerte una paella (que allí las hacen muy ricas) con tu sangría, un helado, y un licor de hierbas, pues hay que hacer la digestión. En la playa hay que meterse con cuidado, procurando que no haya tiburones u orcas asesinas. Aquí ya estaríamos hablando de la digestión de los bichos en cuestión, pero no es cosa de preguntarles si han “merendao” o están con hambre.


No te vayas “pa lo hondo”

En el caso de la playa, mi consejo es que es mejor no irse “pa lo hondo”. Aunque nades muy bien, hay criaturas marinas que nadan mejor, igual con menos estilo, pero son más rápidas y tienen muy mala uva. Por ejemplo las medusas que tienen dos o tres neuronas, una la tienen para nadar y la otra para dar por saco al que nada a su lado. Y en lo hondo hay muchos bichos con muy mal genio… aunque digan que en el fondo son buenos.


No te subas a lo alto

Que sí, que hay muy buenas vistas, que el aire está muy limpio, pero ¡Que te bajes de ahí te he dicho! ¿No ves que ahí no hay oxígeno y te puedes quedar trastornao?. Pues eso, que lo de subir montañas está sobrevalorado, que luego hay que bajarlas, y el camino está muy poco asfaltao, que no hay señales ni nada. Tu verás lo que haces, yo te he avisado.


Cuidado con los deportes extremos

Y no me refiero al puenting, rafting, Sporting (aunque sea de Gijón)… Esos los doy por descontado. Niños, no lo hagáis, ni en casa, ni en ningún sitio. Os aconsejo que no vayáis a la piscina a la hora en la que están los adolescentes tratando de impresionar a las “adolenscentas” o pasear por las playas con alto índice de partidos de palas (que aquello parece “güinbeldon” o “Golan Gagó”), o tratar de plantar la sombrilla en Benidorm a las 11 de la mañana.  Y es que las sombrillas pueden ser muy traicioneras.


Avisados quedáis. Yo por si acaso me voy de vacaciones y ya os contaré a la vuelta si he cumplido mis propios consejos. Nos leemos en unas semanas ¿Vale? Yo me voy con la música a otra parte. 



¿Con quién NO me iría a cenar?

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El otro día (expresión que puede servir desde ayer, al 15 de diciembre de 1780, por poner un día al “azahar”) me pedía Ana (a la que mando un saludo porque me estará leyendo… porque siempre lee el blog ¿verdad? ¿¿VERDAD??) que le ayudara a rellenar un cuestionario. De esos cuestionarios que hacen en las empresas serias para ayudar al resto de gente que trabaja contigo a conocerte mejor. Como si no les conocieran ya con tantos años que llevan juntos.


Una de las preguntas, era nombrar a 6 personas con las que te irías a cenar. Ni más ni menos, seis. Como si fueran toros. Y eso me hizo pensar (en los toros no, en general). Sin que sirva de precedente. Y aquí van mis pensamientos (y ahora es cuando tendría que poner una foto de un tiesto con flores), pero no voy a ser tan previsible.


Me iría a cenar con…


Me iría con mucha gente, y para terminar antes os diría con quién no me iría. Y como suelo ser muy razonable, te doy las razones por las que no cenaría con…

Ningún político

Básicamente porque me llevarían a un sitio caro y al final me tocaría pagar a mí, como siempre. Y la cena de los escoltas, de los asesores, del responsable de comunicación y me iba a salir la broma por un pico. Además que tampoco son tan interesantes. Con Rajoy tendría que hablar de fútbol, porque ninguno de los dos sabemos de política. Con Rivera tardaríamos horas en decidir qué comemos, este hombre no se decide. Pedro Sánchez bastante tiene con defenderse de Susana Díaz y estaría metido debajo de la mesa todo el tiempo. Y Pablo Iglesias no me dejaría hablar y seguro que final termino con algún pelo en el plato.


La Reina de Inglaterra

Me lo he pensado mucho y aunque podría contarme mil historias, prefiero dejarlo para más adelante. Total, esta mujer va a vivir otros 300 años más. Pero es que no sabría cómo comportarme con ella. Seguro que se me escapa al final “¿Qué tal has cenao reina?”. Y no sabría usar los doscientos mil cubiertos que pondrían en la mesa y que además la comida inglesa tampoco es para tirar cohetes.


El Papa

El bueno, Ratzinger Z no, el otro. El argentino. Tampoco. Al final con ninguno, que no me va eso de ponerme la mantilla, que es incómoda para ir a cenar. ¿O no haría falta ponérsela? Tampoco vas a ir a cenar con el papa en chándal, pero es que eso de ir de punta en blanco (¿O de blanco tampoco hace falta ir?). Mejor lo dejo, que ir en papamóvil debe ser un poco chungo. Si tuviera el coche de Batman, igual me lo pensaba, pero eso de tener que ir de pie en el coche…Y además, el papa ya va cenao.


Bill Gates

Este hombre tiene que ser interesante. No creo que fuera problema por el tema del dinero, aunque con estos millonarios nunca se sabe. Yo creo que son tan ricos porque no se gastan nada, ni derrochan. Por si acaso, también lo voy a dejar pasar, que no creo que se enfade. Seguro que está preparando la nueva versión de Windows, o rellenar alguna hoja de Excel, currarse una “powerpoin” o mejorar su estilo de dab.


Einstein

Ya, ya sé que el hombre no está para salir a cenar, pero si por un suponer, pudiera o pudiese escaparse, tampoco lo veo yo como un tipo interesante para pasar la noche. Me contaría lo de que todo es relativo, y la gravedad o con sus cosas de física y química, y a ver de qué hablo yo, que siempre he sido de letras, y de números nada, ni los de teléfono. Y además, tendría que peinarse para salir a cenar, y lo mismo ni quiere ni nada, que es muy rebelde.


Colón

Aunque nada más que fuera para preguntarle por el huevo y de dónde era realmente, merecería la pena salir a tomar algo con él. Pero que no me fío de este hombre, que luego te lías… Que si vamos a dar una vuelta y vete a saber dónde acabas. Y las compañías de este señor, que siempre iba con los hermanos Pinzones, que eran unos…liantes.


“Furgolistas”

Tampoco me iría con ellos a cenar por ahí. Que esos no cenan más que verdurita y entre plato y plato se lían a hacer “abominables” (esos ejercicios con los que te salen bultos en la tripa). Además, vayas donde vayas, la gente se tiene que hacer selfies con ellos y se te enfría la cena. Y algunos futbolistas son unos “malqueda”, que parece que se quedan, y luego se van J.


Aristóteles

Aparte de no quedar, porque no le entendería, que a lo mejor ya está muy mayor para salir, que él habla griego antiguo, y yo en griego, no sé decir ni yogur (broma patrocinada por Danone) me da que se pasaría la noche filosofando y que tampoco te dejan pasar a ningún sitio con túnica (ni a casa de Rappel siquiera). Por muy lógico que se pusiera el señor (broma para los que tienen estudios), no lo veo. Por cierto, ¿Cómo se apellidaba este hombre?


Ghandi

Sólo por ver la cara de la gente del restaurante al ver entrar a un señor mayor con un pañal, ya merecería la pena. Pero es que este hombre no tiene pinta de ser de los que salen a cenar por ahí, que es más de quedarse en la India protestando y luchando por los derechos humanos. Además que no era de mucho comer tampoco y con lo bien que se me da a mí, me sentiría un poco mal. A la playa si me iría, mira por dónde.


Cervantes

Mira que escribía bien este hombre, pero hablar lo que se dice hablar, no era su fuerte. Que decía cosas muy raras como vuesa merced, hideputa, desfacer entuertos (¿Qué coño es un entuerto?)… Seguro que no se le entiende. Y además salir de marcha con un señor disfrazado de tuno, me da un poco de mal rollo, que en cualquier momento le da por sacar la pandereta, dar brincos y cantar los clavelitos de su corazón, colorados igual que un piñón. No, no voy a poner ningún vídeo de señores mayores haciendo el canelo.


Tampoco creo que les importe demasiado si no voy con ellos. Pero con vosotros sí me iría, que no vais disfrazados de tunos, ni lleváis túnicas, ni os ponéis a hacer abdominales y da gusto estar con vosotros. Por cierto, para los que no sepáis quién es Ana. Con ella sí que me iría a cenar. Pero después de leer un ratito.



10 pruebas irrefutables de que las vacaciones no son lo que eran

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Las redes sociales han cambiado las vacaciones. No digo que sean mejores ni peores, son diferentes. Es un hecho irrefutable. ¿A ver quién es el guapo o guapa (que no voy a discriminar a nadie) que lo refuta? Lo que quiera que signifique refutar (suena a una jugada de fútbol. Aquí vemos a Fulanito Jr celebrar el gol que ha marcado por la escuadra tras un portentoso refute).


Las vacaciones las podríamos distinguir entre AR (nada que ver con Ana Rosa, que seguro que está disfrutando de sus merecidas vacaciones… tópicos típicos que se dicen en estas fechas señaladas) y DR. Donde R es redes sociales, A es antes y D, como os podéis imaginar sin necesidad de estudiar física cuántica (como si la distinguiera de la que no es cuántica) es Después. Y aquí va mi explicación.



Este tío está siempre de acá-pallá

¿No os da la sensación de que hay gente que está todo el día de vacaciones? Nada más que poner cosas en sus “feisbus”, Instagram, tuister, Google + (para los que no quieren saber dónde estás) o en LinkedIn (también, también ahí). Que si ahora a Hawai, luego a Bombay, de ahí al pueblo, y a la playa, montaña, carne, pescado… y así todo el tiempo. ¿Cuándo trabaja este pollo? (o gallina, que seguimos sin querer discriminar a nadie). Porque de la oficina no hace fotos, no.


Antes, durante y después

Además de que hay gente que está todo el día vacacionando (antes de que preguntéis. La palabra existe. Es fea, pero existe. A ver si es que ahora no vais a dejar a los feos que vivan en paz, y que se vayan de vacaciones). En redes sociales se habla del antes: ¡Qué ganas tengo de irme! Me quedan X días… Del durante, fotos del aeropuerto, del viaje, de la llegada…) y del después, en el que se hace una selección de las mejores jugadas, las recomendaciones, fotos de cuando se te está quitando el moreno, recordatorio… Ponte a currar de una puta vez, ya. Calla, que está de vacaciones de nuevo.
 

¿Viste mis fotos?

Aquí hay dos vertientes, la del Atlántico y la del Mediterráneo (¿O esto era otra cosa?) El caso es que hay gente que le encanta ver a otra gente de vacaciones  y luego está la gente normal.  El caso es que antes había personas que quedaban para ver las fotos de vacaciones de otros… tú me enseñas la tuya y yo la mía (seguimos con las fotos. Las fotos de vacaciones). Y no te quedaba otra que tragarte la sesión completa. Ahora siempre puedes decir que ya las viste. Y que estaba muy guapa… Aunque sólo hubiera hecho fotos de paellas, o de cualquier tipo de comida, y más comida…


Hambre, lo que se dice hambre no has pasao, no

Antes de que hubiera redes sociales, la gente no comía en sus vacaciones. Ni en ninguno de sus viajes. Ibas a Paris y hacías fotos a la Torre Eiffel, a Londres y sacabas al Big Ben. Ahora también, pero tienes que sacar las cervecitas que te tomas, el desayuno, comida,  el brunch, la merienda, la cena... Así evitas que tu madre te pregunte si has comido bien. Pocas fotos de lentejas, veo yo en redes sociales. Que no coméis más que tontás, ¡Hombre ya!


“Pieses” ¿Por qué?

Antes de las redes sociales ¿Veías a alguien hacerse fotos a los “pieses”? Ni siquiera a los podólogos. Y ahora ¿Por qué a todo el mundo le hace gracia hacerles fotos? Y peor aún. ¡Ponerlas a disposición de la gente!  Los pies son para llevar zapatos, o chanclas. Eso sí, con calcetines, para que no se vean los pies, como hacen los alemanes. No ir por ahí descalzos, que eso no puede traer nada bueno.


Te mando un “guasap”

¿Os acordáis de las colas que había en los sitios de veraneo? Voy a comenzar de nuevo.  ¿Recordáis cuando esperábamos durante un buen rato para poder llamar por teléfono en las cabinas de Benidorm, o de Gandía para decir que “estamos bien que hemos llegao que hace muy bueno que vamos a dar un paseo y tomar un “helao” bueno te dejo que hay mucha gente esperando ya te llamo más adelante si estamos bien que se corta bueno adiós”? Y ahí acababa la llamada. Ahora mandas un guasap a los diferentes grupos, familia, primos, vecinos, padres del colegio del Jonathan, grupo de ballet de la Jessi… Y zumbando. Con un mensaje, se acabó lo que se daba. No más llamadas.


Los famosos ya no son lo que eran

Antes no veías a un famoso en bikini o bañador si no comprabas el Hola o el Diez Minutos. Y quitando a Ana Obregón que ponía posturitas, a los demás les robaban las fotos (¿Dónde las dejarían para que cualquier se las quitaran?) Pues ahora son ellos mismos los que lo ponen en su Instagram, y si llegan a no sé cuántos “lais” o me gustas, se hacen una foto sin nada, mostrándolo todo. Antes te enseñaban la casa, y ahora te enseñan todos los rincones.  Y lo ponen en Instagram o en Facebook y los “periódicos online” te lo vuelven a enseñar.


I am at Villarriba de Abajo

Da igual que hayas ido al pueblo, que tus amigos no hablen inglés ( o como decimos en nuestro curriculum nivel medio escrito y bajo hablado de inglés), que tus redes se empeñan a decir cosas en el idioma de Shaspi, Shaeks,Chakes… del señor que escribió “Jamlet”. “Feeling Happy”, “sharing”, “liking”, y así todo el “time”. Al final “mese” ba a olbidar hescribir en Spanish”


Antes te ibas de vacaciones para no ver a alguna gente y ahora…

Ahora no es que les sigas viendo, es que les ves disfrutar y todo. Que no quieres ver a tu jefe, y ahí le tienes, en la playa, sufriendo, y tomando “gintonis”, o viendo a su mujer, que mira que es fea, que yo no tengo nada contra ella, pero es que, vaya pintas… O a ese “amigo” que en qué momento le diste a aceptar en Facebook. ¿Por qué? ¿Por qué?


¿Te acuerdas de que te olvidabas de todo?

Antes, durante las vacaciones te olvidabas de todo. No sabías si tu ciudad seguía estando en el mismo sitio, qué había pasado en el mundo, nada. No te acordabas de la contraseña de tu ordenador, no veías la tele… Ahora estamos más conectado que el microondas de un soltero. Ahora sabes lo que pasa en todas partes, hasta en Venezuela. No sabemos situarla en el mapa, pero nos cuentan con pelos y señales lo que hace el presidente, la oposición, la madre del portero de la selección de béisbol del país… ¿Hay porteros en béisbol? El caso es que éramos más felices viviendo en la ignorancia. No sabiendo nada. Ahora te enteras de todo… O de casi todo.


¿Os he convencido? Da igual. Vosotros seguid disfrutando de las vacaciones. Y no os olvidéis de poner fotos de la playa, y de la cervecita y la paella. Y me ponéis un “wasap” cuando lleguéis para quedarme tranquilo. No, fotos de “pieses” no hace falta, que estoy cenando. 




La que sigue liando el pollito o siempre hay cosas peores

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En los informativos de todas las cadenas de TV y de radio de todos los países hay una sección sobre Trump. En cada lugar se llamará de una manera, pero yo la llamaré “la que sigue liando el pollito”. A lo mejor en inglés la llaman What the fuck?, Little chicken?, o en francés, “Le petite poulet est tres malade dan la tête”, y en alemán, “Die polliten ist grossen enfermen, notejoden”. La traducción puede que no sea la más correcta.


Y es que el señor con el pelo color patito de goma, no para de liarla. Cuando no hace que suba el pan, hace que baje la bolsa, destituye a gente, pone a su hija a currar por él, y al yerno a arreglar el problema de Oriente Medio. Así, en dos patadas, como se arreglan las cosas, sin medias tintas… lo único es que no arregla nada.


La última del pollito de California (o de dónde sea este pollo) ha sido que bueno, que sí que hay nazis, pero que los que no son nazis también la lían… que tampoco son muy buenos Y ahí sí que hay que darle la razón, hay gente muy mala que no tiene porqué ser nazi. Y de eso vamos a hablar, de gente que es muy mala.



Quizá debería avisar que esto es sólo una broma… No vaya a ser que venga el señor Trump o cualquier otro pollito y me la líe. Aunque ya hablamos de algunos malos, más concretamente 33 tipos de malos malísimos, los malos nunca descansan y siempre hay más. Allá vamos.


Los que lo arreglan todo en dos patadas

Pocas veces, a no ser que seas Bruce Lee o futbolista, se solucionan las cosas en dos patadas, o “patás” que es como se suele expresar el que resuelve las cosas así. Cuando una televisión se veía mal, se le daba un golpecito, y ya, pero ahora nada, hay que razonar con la tele, convencerla de que se “sintocine” bien o apagar y volver a encender. Pero todavía hay algunos que pretenden que las cosas vuelvan a funcionar (o lo que ellos piensan que es arreglar) a golpes. Y a veces arreglan cosas que no están rotas, El famoso, “no toques, no toques, ¿paquécojones has tocao?”.


Los que te dan golpecitos

Estos son de la peor especie. No saben hablar sin darte golpecitos. Para que les hagas caso, para que muestres conformidad con lo que dicen, para que les des la razón, para convencerte de algo, para, para, ¡PARA YA!


Sólo estoy mirando

Me imagino a los dependientes de las tiendas muy felices con esta gente. Miran el precio, se prueban esa chaquetita ideal de la muerte, o doscientos pantalones que les hace el culo gordo (no, macho, no es cosa de los pantalones), revuelven los doscientos “jerseises” para ver todas las tallas, y cuándo les preguntan si necesitan ayuda, nada, no necesitan ayuda. Sólo están mirando. 


No se admiten quejas

Con algunos deberíamos tener un cartelito preparado prohibiendo las quejas. Y es que todos les molesta, el frío, el calor, el entretiempo (que es cuando te pones la Rebequita), la lluvia, el sol, estar en casa, salir…  Y todo les aburre. Se aburren hasta de ellos mismos, y como no se aguantan, pues eso, que son inaguantables. Condeno la violencia en todas sus expresiones, pero es que hay veces que…


Me gustaría sentarme, pero…

¿Habéis oído hablar del “manspreading”? Consiste en que un señor con los huevos muy gordos, necesita, al menos dos asientos para acomodar los testículos, y ya de paso, sentarse él también. Puede darse el caso de señoras que sufran de la misma enfermedad, pero son casos aislados. A lo mejor este sí es un ejemplo de que las cosas se pueden arreglar en dos patadas… Pero sigo condenando la violencia.


Los que hablan a gritos por el móvil

Igual me estoy quejando un poco de todo ¿no? Pero ya que estamos, vamos a seguir con estas personas malérrimas. Probablemente no saben que el teléfono tiene ya un altavoz incorporado y que las ondas sonoras ya se encargan de que la persona que está al otro lado del aparato te oiga… Y los del otro lado, no somos el resto del mundo. No necesitamos saber si vas a comprar acciones, si tienes un briefing, un meeting, un sporting, o lo que quiera que tengas.


Los que se mean fuera

No hay justificación posible. Si la tienes muy larga, estás más cerca y las posibilidades de no acertar se reducen drásticamente. O sea, que ya sabemos por qué te meas fuera. Ya verás como para la próxima tienes más cuidado.


¿Por qué tantos mensajes?

Eso sí que es maldad. ¿Por qué me mandas 10 mensajes  de Whatsapp para decirme?

Sólo
Te
Escribo
Para
Preguntarte
Qué
Tal
Vas
Todo
Bien?

Y ya para rematarlo te mandan la flamenca, un beso, una sonrisa. Y a veces hasta llaman para ver si has recibido el mensaje. Al infierno de los que mandan muchos mensajes van a ir. 


El silbidito

Imagínate que estás junto al que ha recibido los 10 mensajes, la flamenca, el beso, la sonrisa… Y todo ello acompañado del silbidito. ¡Habrá que llamar a la superabuela justiciera!


Los malos del cine

No me refiero a Darth Vader o a los supervillanos de las películas. Son los que hablan durante la película, y se la cuentan al de al lado, que probablemente no necesita que le digan lo que está viendo, o lo que va a pasar. También están los que comen palomitas como si fuera el monstruo de las galletas… todas al suelo.


Los que están ¿Contigo?

Puedo entender que necesites mirar el móvil, pero ¿Todo el tiempo? ¿A todas horas? Sólo falta que me envíes un mensaje para preguntarme cómo estoy. Que estoy aquí, contigo.  Ya mirarás “twinstafacegram” más tarde. Anda, ¡Dame un abrazo, que te perdono!


Los abusones

¿Qué es eso de meterte con los más pequeños? O con los más grandes, o con los de talla L. No está bien meterte con nadie.  


Odiosos sin fronteras

Los más malos de todos. Los que odian a otros porque piensan diferente o porque creen en cosas distintas, o por el color de la piel (no quiero ver a los del “Kú kú Trás Trás” en Benidorm a finales de agosto…) no dejan títere sin cabeza. O gambas, aunque a estos seguro que no les gustan las gambas…


¿Os vais a portar bien? Pues eso, que os mando a una madre con una zapatilla y se os quita la tontería a todos. A ti también, pollito.





Sara Carbonero, se hace de noche y el Vicente Calderón

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Vamos a empezar por el principio y a explicar quién es Sara Carbonero y Vicente Calderón. Algunos ya sabéis quiénes son, pero es muy probable que no le veáis la relación. Y aún mucho menos en el título de un post. Si ya le juntamos lo de la noche, la cosa se pone más complicado que ver a un culturista con gafas de cerca. (Ver de cerca a un culturista no es muy difícil, me refiero a un culturista que lleve este tipo de gafas)


Sara Carbonero es una periodista que presentaba las noticias deportivas en Tele Cinco, conoció a Iker Casillas y se casaron y es muy probable que sean felices y que alguna vez hayan comido perdices.

Vicente Calderón fue presidente del Atlético de Madrid, y dio nombre y apellido al estadio en el que, hasta este año, ha jugado el equipo. Así, de generoso era el señor. Pudiendo haberle dado otro nombre, le prestó el suyo a un campo de fútbol. Lo de la noche, ya lo explico ahora, y la relación entre Sara Carbonero y el señor Calderón. Ponte cómodo que allá voy.


Como muchos ya sabréis mi equipo de fútbol es el Atlético de Madrid y desde que era muy pequeño suelo a ver los partidos de mi equipo. Hay veces que no he podido ir y de eso os quiero hablar. De las veces que no he ido al Vicente Calderón. De ahí una parte del título.
No, os voy a hablar de todas las veces que no he ido, sólo de dos y son probablemente las más divertidas de todas. Una tiene que ver con mi sobrino Jorge, y otra con mi madre. En las dos, ganó mi equipo, pero eso es lo de menos y lo único que podría significar es que el gafe soy yo, pero esa es otra historia.
Se hace de noche
Es una de las frases más conocidas en la familia. Mi sobrino Jorge (es muy posible que no esté leyendo, él es más de esperar a la película) fue por primera vez al estadio con 4 años. Allí iba él con toda la equipación, su camiseta, pantalón, medias de fútbol y su “fufanda” (así la llamaba él en su tierna infancia).  Aquí tenéis un documento gráfico de su primera vez, junto a mi hermana.  
En mi defensa tengo que decir que yo no tengo ninguna responsabilidad de que sea del Atleti. Es más, desde muy pequeño le he intentado convencer de que se haga del Real Madrid para sufrir menos. La vida es muy dura para complicársela todavía más. E incluso le he comprado la equipación completa del Real Madrid… Aún no sabemos para donde tirará, o si al final le da por el pádel, que no se gana tanto dinero, pero no te llevas disgustos.
El caso es que ahí estaba él, sin poder creer que había tanta gente del mismo equipo. “¡Cuánta gente! ¡Y todos del Atleti!”. La cosa no empezó mal, era divertido ver a unos señores jugando, pero él había ido a otra cosa. Iba pasando el tiempo, cada vez era más tarde. Ahí es cuando empezó a murmurar, y a ponerse cada vez más triste. Y a seguir murmurando…
Hasta que mi suegro, que también había ido al fútbol, y que también es su abuelo (un hombre polifacético el señor Antonio Páez), le preguntó. “¿Qué dices Jorge?”, y mi sobrino entre lágrimas contestó sollozando “Yo me he vestido así… Se hace de noche… y no juego…”.
Poneos en su lugar. Te dicen que vas a un estadio de fútbol. Te visten de futbolista, vas con toda tu ilusión, se hace de noche y ¿NO JUEGAS? Y claro, tuvo un momento Matías Prats.
Sara Carbonero
Ahora es cuando os explico lo de Sara Carbonero. Pero primero os dejo la versión de mi madre de su primera vez en el Vicente Calderón.
Ayer hice algo que creía que no haría nunca, sé que va a sorprender a mis amigos, y sobre todo a mis hijos, no sé cómo ocurrió, pero lo cierto es que lo hice...IR AL VICENTE CALDERÓN. Lo hice por acompañar a mi marido, que es el verdadero aficionado, no es que quiera disculparme. El campo impresionante, actividades variadas, se canta, se comentan cosas de la familia (del rival).
Por lo que oí los debían conocer a todos, eso sí, yo misma grité un !!GOL!! y dos o tres!! UUYYY!! Pero el Atletico de Madrid se alzó con el triunfo, lo de alzarse es literal, porque hay que ver las veces que se caen con lo jóvenes que son. Mi experiencia en fin ha sido positiva, después de negarme a ver el espectáculo, durante tantos años.
ENHORABUENA A TODOS LOS COLCHONEROS. Ellos se llevaron una bonita copa, y yo un " SEMBRAO" de cáscaras de pipas en mi cabeza. Besos a todos.
Este texto es lo que puso mi madre en su Facebook. Así nos enteramos mi hermana y yo que, por fin, después de años y años intentando convencerla, que se animó a ver un partido. Ya no en directo, sino en la tele, ella que el único partido que había visto fue un rato el 12-1 de España a Malta, y que se sentó a verlo cuando marcó Señor. 


No ha sido el único partido al que ha ido mi madre. No es que se haya convertido en una forofa, pero al menos ya sabe a qué equipo tiene que animar (siempre que jueguen con la primera equipación) y en qué dirección tienen que atacar los nuestros (como dice ella). En la segunda parte, la pregunta se repite. Los nombres de los jugadores es algo que va más despacio, y es que hay muchos, y se cambian de equipo constantemente. Messi le tenemos controlado, es el pequeñito del Barcelona. Cristiano Ronaldo es el de la nuez para fuera. Y Casillas, es muy majo. Hasta ahí… Y el de Sara Carbonero.


Durante el partido, además de llevarse un “sembrao” de pipas en la cabeza, escuchar las canciones y los recordatorios a la familia del rival, uno le llamó la atención por encima de todos. Y tenía que ver con la periodista. Repetían su nombre y en una rima consonante le hacían saber a su esposo, que jugaba en aquella época en el equipo rival, que su mujer era ligera de cascos durante la época estival. “Sara Carbonero, putón verbenero”.


Eso está muy feo. No está bien meterse con nadie, pero claro, no te vas a poner a convencer a todos los que gritan, uno por uno, de que eso no se hace, caca, pero al menos, intentó conseguir una respuesta. Ni corta ni perezosa, se dio la vuelta esperando una explicación por parte de uno de los “gritaores”. No obtuvo más respuesta que: “Esto es así, señora”.


Así quedó la cosa, Jorge sin saber por qué se había vestido así si luego no iba a jugar, y mi madre sin entender muy bien qué tenía que ver la mujer de un futbolista con el partido… Y es que el mundo del fútbol no hay quién lo entienda.


Ahora habrá historias diferentes en un estadio nuevo. Habrá muchas primeras veces por que el equipo cambia de casa. Ahora están poniendo los enchufes, y las cortinas y todas esas cosas que se ponen en las casas que se estrenan y es muy probable que no se vuelva a cantar nada en contra de Sara Carbonero (lo ideal sería que no se insultara a nadie). Seguiremos acordándonos de Vicente Calderón, pero ya no tendrá estadio, y Jorge puede que no se ponga la camiseta del Atleti, o al menos no se pondrá triste si el Cholo o cualquier entrenador, no le saca a jugar.... o sí :-)



Por motivos ajenos a la dirección, el post de esta semana se retrasa

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Esta semana vamos (como si hubiera alguien más que escribiera) un poco más tarde.  

Mientras os dejo con unos minutos musicales


Vamos a ver si me da tiempo a publicar el jueves o el viernes.  

"Lamentamos las disculpas" 


Vuelve la vuelta al cole

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Quizá el título no lo aprobarían en un periódico serio. También es verdad que cada vez quedan menos periódicos serios. Realmente,  tampoco es que haya demasiados periódicos y es mejor no tomarse las cosas demasiado en serio.

El caso es que estamos otra vez con la vuelta al cole. Cualquier producto es bueno para aprovechar la idea. Aquí no tenemos muy claro cuál es el público potencial. ¿Los padres? ¿Los profesores? ¿Los tiernos infantes? El caso, es que no está mal de precio.


Hoy vamos a hablar de las cosas que pasan cada vez que nos referimos a la vuelta al cole. Es como la vuelta a España. Tiene cuestas, gente sufriendo, uniformes… pero aquí no te puedes echar la siesta como cuando ves el ciclismo.



Estas son las cosas que se repiten desde antaño (fecha indeterminada para decir que fue hace muchos años, sin decir cuántos, como lo de Maricastaña, pero más fino).

Los reportajes

No hay cadena de televisión que no saque a los niños despertándose para ir al cole, los padres poniéndole una mochila de Bob Esponja o cualquier otro personaje de dibujos animados, de 200 kilos (la mochila, no Bob Esponja) y corriendo para reencontrarse con sus amiguitos del cole.


Entrevistas

No acaba ahí el reportaje, engañosos por otra parte ya que no sacan a los niños que no quieren ir al cole, los que se quedan dormidos, o espachurrados por la mochila. También hay entrevistas.

- Periodista: ¿Tienes ganas de volver al cole? (Pregunta original donde las haya)
- Madre de Manolín Dile que sí.
- Manolín: Sí (conteniendo las lágrimas)
- Madre de Manolín: Cuéntale lo que decías ayer de tus amigos y las ganas que tenías de verles
- Manolín: ¿Lo de si voy a ir a clase con María Khalesi y si me va a seguir pegando Jonathan?
- Periodista: Cosas de niños… Bueno Manolín, que supongo que tendrás muchas ganas de conocer a tus nuevos compañeros
- Manolín: ¿Me puedo ir a casa ya?
- Periodista: Como vemos, no siempre hay tanta ilusión por volver al cole. Nosotros devolvemos la conexión. Para TeleMontilla del Palancar, María de Arousa.
- Madre (voz en off): Manolín, tira para adelante que te voy a dar yo más que el Jonathan, y cómete el bocadillo, que no me tengan que llamar porque te has meado o has pegado a María Khalesi.


Forramiento de libros

Todos los años toca ponerles el plástico y a veces también lo incluyen en el reportaje. Pero el forramiento de verdad es del que los vende. Da igual que el libro sea para aprender que la M con la A es MA o que te expliquen lo del conjunto vacío, que va a costar una pasta. Y todo para contarte qué es un sintagma nominal, la capital de Canadá, dónde está el esternocleidomastoideo y pocas cosas más… Y esas cosas no cambian de un año para otro ¿No?


El uniforme

Podrían innovar un poquito en estas cosas. Siempre lo mismo, pantalón gris o azul, un polo, chaqueta de señor mayor que conduce yates, la corbata con goma por detrás para no hacer nudo, zapatos negros, falda escocesa… No, no todo al mismo tiempo. Aunque ya puestos. Yo propongo un traje de camuflaje como los de los militares. Es verdad que sería más difícil encontrar a los niños, pero tampoco se notarían tanto las manchas de boli, o del bollycao, o lo  que sea que toman los niños ahora. No, el casco, no es necesario a menos que vayan en bici.

La seño, el profe

¿Cómo será la seño de este año? ¿Tendremos un nuevo profe? ¿Tendremos que correr con el de gimnasia? ¿Qué mote le pondremos? Porque eso sí, no hay profe sin su denominación de origen, como los vinos pero en cachondo. El melenas (porque es calvo), el chepa, la pelos, el chincheta, la diarrea… Y los profesores encantados con su mote. Aquí tenemos al morsa cuando se enteró de su nombre.

Mi clase

¿En qué clase estaré, ¿tendrá vistas al patio, o a la calle? ¿Me pondrán con los del B o los del C? Por favor, con los del C no, que no conozco a nadie y me caen todos muy mal (por ese orden, no conocerles y que te caigan mal). El primer día de clase es todo un mundo de incógnitas.



¿Dónde me siento?

De todos es conocido que los niños siempre se quieren sentar con el más listo de la clase, para aprender más, poder estar atentos, que no les molesten los niños más revoltosos (¡Qué palabra tan antigua! ¡la virgen!). Nadie se quiere sentar con sus amigos, ni en las últimas filas porque no se oye bien ¿verdad? Quizá tengo que recabar más información para apuntalar esta teoría, pero creo que estoy en lo cierto.


Pues a mí me gusta

En el cole siempre te gustaba un niño o una niña. A mí me gustaba una niña… Y al resto de la clase también. A todos. La misma. No recuerdo si el resto de niñas eran guapas o  no, pero sí que la niña no nos hacía caso a ninguno. Siempre le gustaban los de otra clase. Y cuando llegabas a otra clase pasaba lo mismo, nada L


Cajonera, mochila, lápices, borrador, sacapuntas…

El borra, el saca, los “retus”… Qué recuerdos tan bonitos. ¿Siguen sabiendo escribir los niños en papel o ya lo hacen en el móvil directamente? Fíjate la de cosas que se ahorraban. Igual no es tan buena idea, pero yo sí que propongo algunas medidas para ahorrar, como que se retiren de una vez ya los lápices de colores que no se usan. Cuatro colores y andando. Azul, rojo, amarillo y negro, y ya. Qué es eso de lápiz blanco, o color cobalto, o colorín colorado… O el borrador de tinta… Que eso más que borrar destrozaba el papel. Que lo pruebas en la carretera y te borrar las líneas continuas y las discontinuas. Y fuera compás, que lo único que sirve es para pinchar al prójimo. Si quieres hacer círculos, se lo dices a los de Podemos, que ya tienen todos hechos. Y nada de cosas de tinta, que manchan, ni Rotring (parece el nombre de un equipo de fútbol holandés), ni bolis, ni calamares (aquí creo que me he liado con la tinta). Que mira cómo se ponen los futbolistas por andar con bolígrafos, que parecen la puerta de un baño.


Actividades extraescolares

Qué me decís de esto? Ahora los niños tienen clases de todo y una vez que terminan empiezan con el chino, el hockey sobre hierba, mecanografía, Excel a nivel usuario, baile tailandés, clases de laud tibetano, carpintería y así hasta mil cosas más.


Irte a buscar

Llega la hora de recoger a los infantes. Dependiendo de la edad, algunos pagarían para que no les fueran a recoger. Cualquier cosa, antes de que les vean con sus padres. No vaya a ser que coincida con la chica que no me mira se dé cuenta de que tengo 5 años y todavía me vienen a buscar. Lo gracioso va a ser que los padres no sepan quién es su hijo porque todos llevan un traje de camuflaje y no sabría dónde se han escondido… pero esa es otra historia.


Pasan muchas más cosas, pero voy a ir dejando que las experimentéis vosotros mismos, que no os lo voy a dar todo hecho.

Por cierto, que esta semana he andado muy liado con la vuelta al cole con cosas del trabajo y no me ha dado tiempo a escribir antes el post… Perdón, lo siento y seguro que volverá a ocurrir. De momento, la semana que viene os la doy de descanso. No quiero que os canséis demasiado.

Dos no discuten, hasta que empiezan a discutir

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Lo de las discusiones es un tema que viene de lejos, antes de que empezáramos a hablar, los humanos ya andaban discutiendo. Había cuatro gatos en la tierra y ya andábamos peleados. Adán, Eva y los hermanos. Que si Abel es el preferido, que Caín me está mirando mal, y ya sabéis cómo terminó la cosa…. Y de eso vamos a hablar hoy, de las discusiones.


Cosas, casos, personas, personos… Todo lo relacionado con las discusiones. Allá vamos.

¿Por qué?

¿Por qué? ¿Realmente preguntas por qué hay discusiones? ¿De verdad? Pues porque sí, y ya está, y punto redondo. Es una de las razones principales. También hay que tener en cuenta que existen personas a las que le gusta discutir. Como el anuncio de BMW. Hay gente que le gusta conducir, pues estos igual, pero en versión tocar los cojones (perdón por la expresión, pero si no te gusta, ya sabes….Y ya la hemos liado.  ¿Veis que fácil es empezar una discusión?)


Hoy vamos a discutir sobre…

Cualquier cosa. Lo que sea. Esto es como un restaurante chino, todo se aprovecha. Todos los temas son susceptibles de ser discutidos, aunque hay algunos que se llevan la palma (nunca supe muy bien qué significa esta expresión y si llevarse la palma es bueno, malo o regular… y ni siquiera el listo que todo lo sabe, lo tiene muy claro… Ejemplo en:https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/llevarse-la-palma/)

“Grites jits”

Como en los discos de recopilación de los grupos que ya no venden discos, aquí vamos a recopilar (qué verbo tan sonoro, por cierto) los grandes temas, los “grites jits”, que son, política, fútbol, religión… Diréis que Cataluña debería entrar en la lista, pero os doy mis razones para no meterlo. Fuera de España y Cataluña o el Estado Español y a Julian Assange, este tema no traspasa fronteras. A la gente de Portugal, no digamos al resto de Europa, lo de Cataluña les da igual… Y a los americanos (bastante tienen con lo suyo) aún menos. ¿Os acordáis que hace unos días lo sabíamos todo de Venezuela? Pues ya no sabemos nada… Es lo que viene siendo, discusiones sin fronteras.


¿Para discutir es necesario conocer el tema a tratar?

¡Hasta ahí podíamos llegar! Estaríamos buenos. Si supiéramos de lo que hablamos es muy probable que no discutiéramos. ¡Y cualquier cosa antes de renunciar a discutir! Y podemos hablar de leyes como si tuviéramos un máster en Leyología (o como se llame lo de estudiar la constitución y las leyes y todo eso). Hay señores que viven en las televisiones todo el día, sin salir y discuten de lo que sea, del tiempo, de la alineación del Albacete, de la paella, del matrimonio, del patrimonio, de lo que sea. Tienen tarifa plana, lo hacen todo por el mismo precio. 


Amores reñidos…

Para que haya discusiones no hace falta más que juntar a gente a vivir en un mismo sitio. Mira lo que se monta en cada edición de Gran Hermano. Pero imaginad una familia con 4 hijos con una cámara las 24 horas. Lo de Caín y Abel y lo de Puerto Hurraco se quedaba corto (no, en Puerto Hurraco no mataron a Abel… ni a Caín, eso fue otra historia).  Y no hace falta que haya hijos, una pareja sola también se las apaña para discutir. De lo que sea. Sobre quién baja la basura, o sobre la tapa del váter, o a ver si recoges los pelos de la ducha… Al final no se habla más que de guarrerías en pareja ;) ¿Os imagináis a Chewbacca y su mujer después de los rodajes de la Guerra de las Galaxias?


Mi cuñado, en el salón, con el cuchillo de cortar jamón

No, no vamos a jugar al cluedo… Pero si tuviéramos que elegir uno de los mejores sitios para discutir, un “discutidromo” o una “discuteca”, sería el salón. Y  cualquier noche de Nochebuena. Pero vamos, que nos sirve cualquier día. No hay día malo para discutir. Con que haya dos personas, ya tenemos suficiente… Y a veces con una sola


Discutidores profesionales…

Ya hemos dicho que hay profesionales del tocamiento de pelotas. Les gusta liarla. Algunos, como los señores de la tele son profesionales, les pagan por ello. Pero hay algunos amatu… ametu, amatre, aficionados, que tampoco lo hacen nada mal. Tienen fama los cuñados, pero siempre habrá otro cuñado que lo haga mejor, las suegras (la mía discute fatal, pero el resto lo hace muy bien. Palabrita)… es difícil nombrar al balón de oro de los discutidores. Yo creo que no hay premio para que no nos matemos.


El del medio de los chichos

En las discusiones siempre suele haber uno que no tiene muy claro qué está pasando. No entiende la discusión, no saben por qué han llegado hasta allí… Lo que viene siendo el equidistante… y amigo. ¡Eso sí que no! En una discusión tienes que tomar partido. No vale lo de "si yo entiendo tu punto de vista”, “creo que este argumento es válido”, “veo que puede haber un punto de acuerdo”… ¡Pero esto qué es! O es blanco o negro, carne o pescado, playa o montaña, café o té, Cola Cao o Nesquik… Habéis cogido la idea ¿no? Es que me he quedado sin más ejemplos.


El que la lía y luego si te he visto…

O también conocido como Calixto, si te he visto o el listo. Es el típico que la lía, pone a todo el mundo en contra, les hace discutir y luego es el primero que se retira… Sería algo así como la liebre en las carreras de atletismo. Les pone a todos a cien y cuando ve que la cosa no pinta bien, se pira.


Yo es que sólo pasaba por aquí

No quiere discutir. Nothing, nada, cero. ¡Que no! Que se ha propuesto no hablar de lo que no sabe, que no quiere líos, que sólo quiere ser feliz, OOOOOM! Pero da igual, le buscaremos su punto débil y tarde o temprano, caerá en la trampa. Y le convertiremos.


Argumentos usados en la discusión

Lo he visto en Internet, lo dicen en la tele, ha salido en los periódicos… Antes esto servía como prueba para decir que algo era verdad. Pero lo de Internet, la tele y los periódicos… Y es que sale cada cosa. “Lo sé de muy buena tinta” es sinónimo de que no es verdad, y que la tinta no es tan buena como dices. Pero no se vayan todavía, aún hay más.


Pues yo conozco a…

Todos conocemos a alguien que nos sirve como argumento para nuestras discusiones. Un primo que trabaja en… un tío que vive en, un abuelo que estuvo en, un amigo que me contó, y así para cualquier cosa que se os ocurra. Hay gente que sigue diciendo que llegamos a la luna… no os digo más. Que conoce a un astronauta que tuvo un primo que fue a… ¡Patrañas! (¡Qué me gusta esta expresión!)


Podríamos estar discutiendo todo el tiempo, y de cualquier cosa, que en eso sí que somos democráticos y hay libertad para hablar de cualquier cosa. Eso sí, como digas algo que no me gusta, se acabó la democracia y la libertad, y la fraternidad y la “igual-da”.


Por cierto, que lo de que no llegamos a la luna es verdad. Lo sé de buena tinta, me lo contó un amigo que lo había leído en Internet. Y si no te lo crees… Pero mejor lo dejamos para otro día que tengo una discusión pendiente en Twitter… ¿O era en Facebook?


Famosos, yo, y cosas que nos pasan con las “celebritis”

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Todos tenemos un pasado, en algún momento hemos sido jóvenes pizpiretos y jacarandosos (que dos adjetivos calificativos tan bonitos). Hasta Jordi Hurtado. Aunque él no se acuerde. Y de esto quería hablaros, de mi relación con algunos famosos.




Sí amigos, yo podría haber sido famoso, vender mis fotos en el Hola, o en el Semana (¿Se siguen vendiendo?), o incluso en Interviú (me darían dinero por no posar desnudo) y es que yo, aquí donde me leéis, he conocido a la flor y nata del famoseo español e internacional y del mundo mundial.


Y hoy por fin, abro mi corazón para contároslo en exclusiva. Sólo para vosotros, y gratis. Ni cobro revenido, ni “contratubolso”, ni nada. Gratis, free, cero.


Pero como ya sabéis, antes tenéis que tragaros algunos momentos publicitarios.



Ya, se acabaron los anuncios, que esto no es Antena 3. Y ahora os cuento mi historia, que para eso es mi blog

Famosos sin fronteras

Os aviso, para los que no me conocéis, que en ocasiones sufro de “despistaciones transitorias”, para que sirva de eximente (esto que suena a cosas que se echan en la comida para que tenga sabor, resulta que sirve en los juicios para que no te tengan en cuenta las maldades).

El caso es que estaba de vacaciones con Ana, mi novia. Salíamos del hotel y de repente vi a una persona conocida. Tengo que decir que estábamos en Chicago y no es muy corriente encontrarse a un conocido, allí suelen ser todos desconocidos. Con mi simpatía habitual, me dispuse a saludarle y le saludé (algo muy normal cuando te dispones a saludar). Le dije, “Hombre, que haces por aquí”. Todo ello con la máxima naturalidad posible. Y él me dijo, “Hoombre, ¿Estáis de vacaciones?”. Y yo le dije….(Mejor lo escribo como dios manda, y me evito él me dijo, yo le dije, y él exclamó…
  
     -  Yo: Sí, estamos unos días por aquí… ¿Y tú?
-      Famoso: Con el equipo. Hoy tenemos partido aquí
-      Yo: Perdona, pero ahora mismo se me ha olvidado por completo tu nombre… ¡Jodé, que rabia!… Te llamas…. Nada, no me sale… Si jugabas en mi equipo… ¿Será posible que no me acuerde?
-      Famoso: (Sonriendo) Toni, me llamo Toni

A todo esto, Ana nos miraba al uno y al otro con cara de… ¿Qué hago yo aquí?, ¿Quién es este tío? y ¿No me va a presentar?

-      Yo: ¡Es verdad!  Lo siento.
-      Famoso: Nada, no te preocupes.
-      Yo: Pues nada, mucha suerte en el partido. Espero que ganéis. ¡Hasta luego!
-      Famoso: ¡Hasta luego!

Y seguimos caminando por esas calles de Chicago, que yo tanto frecuento.


Y Ana, supongo que igual que vosotros, se preguntaba… ¿Quién era ese? ¿Es del barrio? ¿Jugaba contigo?… Ya te vale, no acordarte de su nombre… Y yo, le tuve que explicar que sí, que jugaba en mi equipo, pero no conmigo. Jugaba en el Atlético de Madrid, de portero…. Pero no me salía su nombre en ese momento… Y ahora está en el Tottenham, de entrenador de porteros… Seguro que Toni le anda contando a la gente lo que le pasó con un español en Chicago… y la historia será bastante diferente a la que cuento yo.



Seguro que no soy el único al que el famoso le ha tenido que recodar quién era. Cosas que pasan con las “celebritis”. Pero antes…

¿Qué es un famoso?

Pues depende. Y es que hay gente que es muy famosa para unos, y completamente desconocido para otros. En mi caso, el famoso era famoso para mí y un completo desconocido para Ana. La RAE dice que un famoso es alguien o algo sobradamente conocido en un determinado ámbito. ¿Veis como todos podemos ser famosos? Aunque sea en tu clase de yoga por tener menos flexibilidad que el brazo de un Playmobil (click para los que ya tienen una edad). 


Inconcenb, inconcebli… No me lo puedo de creer

¿Os podéis creer que hay gente que no sabe quién es Messi o Cristiano Ronaldo? ¿Y que en otros países son famosos gente que se pone un pijama y da porrazos a una pelota con un palo y ganan mucho dinero con el béisbol? Otros son conocidos por cantar. Otros cantan y no son conocidos, y otros que sin cantar, se forran (ejemplo, cualquier miembro de la familia Iglesias). Y otros que aunque no hagan nada, son famosos (también vale la familia Iglesias).


Famosos de verdad, de los buenos

Pero yo he conocido a famosos de verdad, de los buenos, de los fetén (¿Hay expresión más vieja que ésta?). No de estos famosos de los chinos (que seguramente sean famosos en su país… no, no voy a hacer la broma de que todos son iguales… los chinos, o los famosos). Y esto te lo dirá mucha gente… que como sus famosos, no los hay. Sus famosos son los más famosos.  


Y tú dirás, ¿Y a mí qué?

Y tendrás razón. ¿No os pasa a vosotros que os llega gente diciendo que conoce a tal o cuál? Y lo dicen como si fuera algo importante, emocionados. Suena como cuando eras pequeño y decías que tu papá era policía y te sentías lo más… Claro que otro decía que el suyo tenía una pistola y ahí te acojonabas… Y es que en mi barrio, sí que había gente con pistola, y no era para vacilar.


Mis famosos y yo

Quizá, sólo quizá, he exagerado un poco al decir que yo podía haber sido famoso… o no, porque hay cada famoso por ahí… Tampoco es que tenga demasiado mérito, pero en lo que sí que me he pasado ha sido con lo de mis relaciones. No, no me he liado con ningún famoso o famosa. Pero eso tampoco tiene mucho mérito, mira el novio de Alaska, o la novia de Jesulín… Aunque a lo mejor lo de no saber hacer nada, sirve para algo… A ellos, les ha servido…


Sí, eso también es un famoso

Ahí donde le veis, el de la foto d arriba es famoso. Y tiene un grupo de música en el que no canta (aunque es el que se pone más cerca del micrófono para mover los labios), y sale en la tele (si no sales en la tele no eres famoso, eso es así), y su mujer es una cantante, que  ha estado en más grupos de música que en grupos de Whatsapp. ¿Y por qué es famoso? Pues ahí están los misterios misteriosos. Nadie lo sabe muy bien.


Y tú ¿quién eres?

No soy el único que pregunta a un famoso quién es. Hay ocasiones en que ves un pequeño grupo de gente, todos haciendo fotos, y uno en el centro… Suele ser un famoso… Y siempre hay alguien que se hace una foto, o le pide un autógrafo… y le pregunta. ¿Y tú quién eres? ¿Eres famoso? ¿Cantas o juegas al fútbol? En ocasiones  pueden darse las dos premisas, cantar y jugar al fútbol, (mira Casillas)… Es como la versión de los señores mayores cuando ven una cámara de televisión y les pregunta “¿Y esto, a qué hora sale?


¿Por qué gritamos?

Debe ser una reacción como lo del perro de Pavlov. Es ver a un famoso y ponerte a gritar, ¡Mira! ¡Es él! Ahí! ¡Que sí que es él, ¡Qué fuerte! Bueno, no todo el mundo hace eso, y esas cosas se van curando con la edad, pero cuando eres joven y pizpireto, sí que pasa…


Una foto, un autógrafo, o tu ropa…. Algo, dame algo…

Y esta es la segunda parte, que después de ver al famoso, sentimos la necesidad de que nos de algo. Un beso, una foto, estar contigo, vivir contigo, una noche loca…. Al final vais a coger cariño a Enrique Iglesias.


Objetivo conseguido

Quieres la foto, el autógrafo, decir que has estado con él…Vale, ya tienes la foto con el famoso… ¿Y ahora? Que te encuentras al novio de Alaska y te haces una foto con él… Y la enmarcas, o la pones en tu perfil de Facebook… Allá tú, se van a creer que es tu novio… ¿Quieres matar a tu abuela o qué?


¿Y si no se hace la foto?

Hay famosos que por lo que sea, no les viene bien hacerse 3000 fotos diarias con gente. Y entonces será un desagradable, un asqueroso y pasará a ser tu peor enemigo. Quizá el hombre, o la mujer, prefería seguir comiendo tranquilamente a levantarse y que le enfriara la comida y hacerse una foto con alguien al que no conoce de nada. Pero hay gente muy insistente… “Eh, tú, famoso, que te estoy hablando, que te hagas una foto…” Y es que es muy dura la “famosez”.


Disfraz de famoso

Los famosos tienen un truco para pasar “percibidos”. No, no me he equivocado. Tú ves a alguien con unas gafas de sol de 2X3 metros y un sombrero, o gorra, y ahí le tienes, famoso seguro… Eso, o participante de Hombre Mujeres y Biceps Berzas.


Más famosos

No os creáis que esta ha sido mi única experiencia con un famoso. Y además, tampoco me voy a poner estupendo contándote que una vez cené con…. Y otra vez estuve hablando con, y salí de copas con… aquél autógrafo que me firmó… y que conozco desde que era pequeño a… No, esto lo dejo para mis memorias, que ahí vais a tener que pagar… ¡Me las pagaréis! (Siempre he querido decir esta frase, y era aquí o en una película sobre piratas ;)


Ahora me acuerdo, que ya os hablé de mis memorias.  Si ya os dije que tengo una cabeza... 


No me saludes, que no te veo

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Para los jovenzuelos hay que explicar que hace unos años se estrenó una película que en España se titulaba No me chilles que no te veo. Digo en España porque en otros países era sordos, ciegos y locos.


El otro día escuchaba en la radio una noticia sobre una… Mejor que lo leáis vosotros mismos.


Podría parar aquí y no escribir nada más. No hace falta. Pero hay cosas que no se pueden evitar. Allá vamos.
Preguntas inevitables que no puedo evitar
  • ¿No era más fácil fingir ser sorda?
  • ¿Qué clase de vecinos tenía esa mujer que no eran nada “saludables”?
  • ¿No le contó nadie que los ciegos oyen?
  • ¿Nadie se dio cuenta de que veía? ¿No tenía amigos ni familiares?
  • ¿No sospechó nadie de una persona que no pisó un charco en 28 años siendo ciega? ¿Y aunque no seas ciega? 


No estás sola

Que no es la primera persona ni la última que finge una enfermedad, todos conocemos al que tenía gripe cuando había exámenes, al que se le moría un abuelo para no ir a trabajar, o el que le surgía un viaje para no quedar a comer con los padres de ella… 


Excusas sin fronteras

El mundo de las excusas no tiene fronteras, los perros extranjeros también se comen los deberes de los niños chinos, accidentes de tráfico en el Polo Norte evitan que llegues a tiempo (en el sur también), enfermedades que vienen cuando menos te lo esperas… (hay enfermedades que llegan cuando más las necesitas)


¡Qué rabia! No puedo hacer gimnasia

Todos teníamos aquel compañero de clase que no podía hacer gimnasia por cualquier motivo. Tenía asma, o las piernas no le llegaban al suelo y no podía saltar, odiaba saltar el potro y el médico le había prohibido acercarse a los animales… Cualquier cosa era buena para saltarse la clase. Pues ese mismo ahora es el campeón del Ultramaratón Challenge Superman Advanced Premium (no sigo que ya habréis pillado la idea), y recorre el mundo trota que te trota, y nada 50 kilómetros y va en bici del Polo Sur al Norte y es siete veces más fuerte que tú y veloz… y siempre está de buen humor. 


Estoy muy malito

Siempre enferman cuando hay que hacer algo que no les gusta. Y tosen, y tienen una fiebre altísima (más de 50 grados centrífugos) y vuelven a toser, y les entran escalofríos. Suele coincidir con exámenes, visitas familiares, salir con gente, reuniones de vecinos… Si al final era buena idea lo de ser ciego…


¡Siéntese por favor!

En el metro hay gente que finge estar embarazada (ser hombre y tener la barba más poblada que China e India no es motivo para que no te cedan el sitio). Otros se echan años encima para que les dejen sentarse, o les entra una cojera transitoria….



¡Qué cojera más tonta!

¿Quién no ha fingido una cojera alguna vez? Los futbolistas lo hacen para justificar que han fallado un penalti, los atletas para no ganar una carrera, no ir a clase de gimnasia, no salir a correr con el vecino runner… El caso es que no puedo andar, imposible, ¡Qué rabia!


¿Qué? ¡¡No te oigo!!

Lo que viene siendo hacerse el sueco. Nada, que no oigo. Y mira que pongo atención a lo que me dicen, pero nada. Imposible. La sordera puede curarse si comienzan a insultarte… o cuentan algo que te interesa de verdad.


Más abuelos que en una residencia

¿No conoces a gente que ha ido a los entierros de sus cuarenta abuelas, sus 120 tías, y tiene primos en el pueblo que tienen menos suerte que la familia Kennedy? Y no falta a ninguna misa, ni entierro, funerales o lo que haga falta para justificar que no puede hacer otra cosa… Y claro, no les puedes pedir el justificante porque queda mal, pero cuando ya es el quinto abuelo que se le muere en un mes, comienzas a sospechar.


Acompañar al médico

No irías al médico para ti en la vida, pero eso sí, puedes ir con tu vecino que se ha puesto muy malito, o con tu abuelo (el que falleció hace poco) y parece que va algo mejor pero tiene una revisión, o vas con tu hijo el pequeño. Todo muy normal si no fuera porque no tienes hijo pequeño… ni mayor.


Hay muchas más excusas que utilizar cuando necesitas librarte de algo. A lo mejor no hace falta ir tan  lejos como la señora que odiaba a sus vecinos Probablemente hubiera sido más fácil cambiar de piso, y de vecinos, o hacerse la sorda… Mejor no damos ideas, ahora que sabemos que nos puede leer.




 Basta de excusas :-)  


Cosas que no quieres ni oír, ni escuchar.

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En estas fechas tan señaladas… Ya, ya sé que no estamos en Navidad, pero como vi al Rey el otro día en la tele, pues me he “liao”. He mezclado la navidad con el ácido “sulfídrico”, total que se está liando parda.


No, no te preocupes. ¡Quédate! Yo no voy a hablar del tema que estás pensando. Para eso están los políticos, que son los que deberían arreglar todo esto… Si es que quieren sentarse a hablar, y a escuchar, por que hablar, no han parado.


Vamos allá:

Oír y escuchar

Quiero comenzar por diferenciar. Y es que no es lo mismo oír que escuchar. Hay gente que oye, pero no escucha. Otros escuchan, pero nada, que no oyen. Otros escuchan y oyen, pero les entra por un oído y les sale por el otro. Y hay personas que oyen, escuchan, entienden, o hacen por entender, piensan, y luego ya eligen si dicen algo o no. Hay muchas variaciones y permutaciones de estos elementos (seguimos hablando de oír, escuchar, entender y demás… no es que llame elementos a los políticos, que también).



Y ahora que os he explicado la diferencia, vamos a mezclar las cosas que no me gusta oír, ni escuchar. Vaya vuelta de tuerca ¿eh?


Voy a ser breve

Estás viendo la tele, escuchando la radio o en una conferencia y alguien dice voy a ser breve, prepárate, ponte cómodo y reza lo que sepas porque va a ser lo más aburrido que te cuenten nunca…. Y no va a ser breve. O al menos se te va a hacer más largo que Pau Gasol subido a hombros de su hermano.


Volvemos en unos instantes

Seguimos escuchando la tele, o viendo la radio (que todo puede ser) y si no nos hemos dormido escuchando al “breve”, te dicen, la famosa frase para dar paso a la publicidad. Y los instantes son eternos, te da tiempo a hacer la cena, poner dos lavadoras, dormir a los niños (si no los tienes, también te da tiempo a ponerte a ello) y sigue la publicidad. Cuando vuelve la película te tienen que poner aquello de “priviusly” o “en capítulos anteriores” para que te recuerden qué estabas viendo.



Seré sincero

Cada vez que lo oigo o lo escucho o percibo, o… El caso es que es que cuando alguien lo dice, me enciendo. ¿Qué pasa que el resto del tiempo no has sido sincero? ¿Desde cuándo has estado engañándome? Cuándo ibas a decirme la verdad? Igual estoy exagerando un poco… o quizá no.


No es por criticar pero…

Suele ir acompañado por un “no me gusta criticar”, y sí, el que te lo dice le encanta criticar. Además, ya sabéis la teoría de todo lo que va antes del pero, no sirve de nada. Te quiero pero… como amigo… (es sólo un ejemplo, no te quiere, y tampoco como amigo).  Me imagino a los de los programas del corazón empezando todas las frases diciendo lo de no es por criticar, pero otra vez se ha divorciado esta… o qué mal gusto tiene este otro para vestir, o qué feos son todos los novios de tal actriz… Pero no les gusta criticar…


Yo siempre voy de frente

No es que no me guste que la gente vaya de frente. De hecho creo que es mucho más práctico que andar para atrás, o de lado. A lo que me refiero es que los que suelen decir eso, es que te van a soltar cualquier burrada, sin que les hayas pedido opinión, porque ellos son así, les gusta decir las verdades. Y eso estaría bien si también aceptaran que les dijéramos que hay gente que no quiere oír o escuchar la verdad, y toda la verdad y nada más que la verdad. Son los de “pues te estás poniendo un poco ternasco…” o “esa falda no te sienta nada bien,  José Antonio…” ¡Déjale a Jose Antonio que se ponga falda o se ponga ternasco!


Lo sé de buena tinta

Ni lo saben, ni es buena tinta, ni ná de ná. Y qué tiene que ver la tinta con lo que se escribe con ella. Porque mira si es buena la tinta de las impresoras, o al menos debería por el precio que tienen y hay gente que escribe cada cosa… Otros, sin embargo, escriben con la gorra…


¡Señor!

Una de las cosas peores es que te llamen señor. ¡Eh, señor! ¡Deja pasar al señor! No es que prefiera que me confundan de sexo y me llamen señora. Y que te lo digan niños bueno, que para ellos son señores los de 14 años, ¿Pero gente mayor? Si te deja pasar una señora en la cola del supermercado, ahí ya sí que te tienes que preocupar. Estás muy mayor y muy mal conservado. Que tienes peor aspecto que la nevera de un divorciado.


Tengo confianza plena

Esto necesita contexto. Si ves a un presidente de fútbol decir. “Tengo confianza plena en este entrenador”, sabes que el entrenador tiene menos futuro que un vídeo Beta.


¿Estoy guapa?

En realidad no es que odie la frase, sino lo que viene después. La reacción una vez contestes. Porque digas lo que digas la respuesta es incorrecta. “Tienes el derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia. Tiene el derecho de hablar con un abogado y que un abogado esté presente durante cualquier interrogatorio. Si no puede pagar un abogado, se le asignará uno pagado por el gobierno. ¿Le han quedado claro los derechos previamente mencionados?". Lo mejor es salir corriendo. 


Hay muchas más cosas que no me gusta oír, como el despertador, a los comentaristas deportivos cuando le marcan un gol a tu equipo, una tiza chirriando en una pizarra, un tenedor en el plato y sobre todo, la Tuna, no puedo evitarlo. Y si ya los veo, peor todavía. No me gusta la Tuna, nada, ni siquiera La Tuna Turner… ya me callo, lo prometo.





Consejos para no indignar a nadie, nunca, jamás, never ever, and forever

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Iba a comenzar preguntando si no teníais la sensación de que estamos todos indignados. Pero no, no es una sensación. Estamos indignados. Todos. Tú también. No te hagas el chulito o chulita.


Da igual si estamos a favor de una cosa, o de otra, o de ninguna. Indignados sin fronteras. Porque sí, porque no, por “tugal”, y por si acaso.


Estamos todos muy suscpet, supesti, suspecti…. Que no aguantamos ná, pero ná de ná (medida para medir la indignación). Voy a daros unos consejos para no indignar a nadie.  Al menos que este blog sirva para algo. ¿Qué hacer?, ¿Cómo actuar? ¿Preparados?




¿Ya os habéis puesto cómodos y estáis preparados, listos, ya, para los consejos? Pues allá vamos.

Consejos para no indignar a nadie


Sentimos comunicarles que ha habido un fallo de la transmisión y pasamos a ofrecer unos minutos musicales.


Perdón por el fallo. He estado buscando en todas partes y no, no hay consejo posible para no indignar a nadie… Ni en Google, ni la Wikipedia, ni en las páginas amarillas, ni en el cajón ese donde metemos los hilos, las pilas y todas las mierdas que no sabemos dónde meter… o en la caja de las galletas danesas. Nada, que no encuentro cómo no indignar a la gente.


Ya, ya sé, ahora estáis indignados conmigo porque os había dicho que iba a hacer algo y no lo he hecho… Pero eso hacen los políticos y no os enfadáis con ellos… Bueno sí, también, que los políticos no son el mejor ejemplo de “indignadores”.


Da igual lo que hagas, o incluso que no hagas. Vas a indignar a alguien en algún momento. La gente se va a indignar con cualquier cosa que digas. O con cualquier cosa que no digas, pienses, o ellos piensen que tú pienses…


A pesar de todo, sí os voy a dar unos temas a evitar para que la gente se indigne. Y estos temas valen para cualquier país, región, comunidad autónoma, pueblo, vecindario o ascensor (que ahí también nos indignamos).


Vamos con cosas que indignan.  

Opinión

Dar tu opinión sobre algo es apostar sobre seguro. Alguien se va a indignar. Sobre cualquier cosa, da igual. Hay gente que se indigna porque hay opiniones distintas. Otros incluso se indignan porque la gente tenga opinión. Eso sí, si alguien opina como tú, entonces es que es una persona cabal y con sentido común… ¿Qué es lo contrario de cabal? ¿Descabalgado?

Política

Si mezclas opinión y política ahí ya sí que te la estás jugando. Si quieres indignar, sólo tienes que decir algo como “pues anda que la que está liando el Partido de los Ciudadanos Unidos Jamás Serán Vencidos Socialistas Populares”. Y saldrán los defensores del partido,  y el tú más, y anda que tú, pues anda que aquel, nosotros, vosotros y ellos… Y ya es cuando nos liamos a repartir a diestro y siniestro, izquierda, centro y derecha.

Fútbol

Aquí hay varias subcategorías y puedes indignar por diferentes razones. Por hablar del árbitro, por no hablar del árbitro, por no ser del equipo correcto,  por pensar que un jugador es mejor que otro, por decir que es penalti, por no decir que es penalti, por decir que no te gusta el fútbol, Cualquier razón es buena… Para indignarse.  Y si un futbolista opina de política, ya ni te cuento. Un triple salto mortal con tirabuzón de la indignación.


Religión

Os acordáis de una canción que decía “al jardín de la alegría quiere mi madre que vaya…”. Pues en este jardín no te metas, que tiene poca alegría. Si crees malo, si no crees peor… creo que voy a salir de aquí cuanto antes. ¿No crees?

Música

¿Os podéis creer que hay gente que le gusta Enrique Iglesias? ¿O la tuna? ¿O la tuna cantando canciones de Enrique Iglesias? No me digáis que no es para indignarse… Hasta el punto de que hay gente capaz de pelearse por los gustos musicales. ¿Os imagináis a los amantes de la música de Mozart quedar para pegarse con los que escuchan a Beethoven? Seguro que sería algo así.



Realmente podríamos incluir cualquier tema. El cine, el teatro, las series de Televisión, los seguidores de Star Trek, los de la Guerra de las Galaxias… todos se van a indignar. Aunque a Yoda le dé un poco igual. 


La buena noticia es que hay cosas que no indignan.

Cosas que no indignan

Dejadme pensar… Vamos a ver…


Parece que hay algo que no funciona… Esto es INDIGNANTE J





Perrerías y otras putadas que les hacemos a los animales

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Una perrería no es dónde se venden perros, sino algo que se hace con maldad, jugarreta (bonita palabra también, suena como un jugador de la Real Sociedad o del Alavés). Aunque vender perros también está muy feo.  Estamos de acuerdo ¿No?



A todos nos gustan mucho los animales pero os voy a dar algunos ejemplos de lo malamente que nos portamos con ellos, y no sólo nosotros sino también la madre naturaleza, que a veces se pasa un poco. 


Los ñus

¿O se dice ñuses? ¿O ñues? No es el primer animal que se te viene a la cabeza cuando hablamos de maltrato. Y ahí está el problema, que nos da igual. Esos pobres bichos intentando cruzar el río infestado (que siempre suena como si lo dijeras mal) de cocodrilos. ¿Nadie ha pensado hacer un puente para que esos animales puedan cruzar? Aunque lo haga Calatrava, pero alguien que haga algo. No estoy muy seguro si los ñuses cruzarían algo que al final también se va a caer…


Pingüinos y otros bichos que cogen frío

¡Criaturas! ¿No les pueden llevar a otro sitio que haga mejor tiempo? Que en esos sitios no se puede pillar nada bueno. Por eso están todo el día juntos y andan como andan los pingüinos. Ponte tú en bolas a 30 grados bajo cero y ya veríamos cómo andabas tú con todo helado. Todo, incluidas las partes bajas.



Y los osos bipolares ¿Qué? Que esos osos no saben muy bien si tienen frío o calor, ¿o bipolar es que pueden vivir en los dos polos? El caso es que también están jodidos los pobres.


Cambiad el agua al cocodrilo

¿No habéis visto como está el agua en la que están los cocodrilos? Que ahí no quien se bañe ni nada. Por eso lo tienen tan difícil los pobres para comer. A ver quién es el guapo, o feo, que se mete en esa agua. Y los cocodrilos esperando que entre alguien a bañarse. Eso sí, pacientes sí que son. Hasta que dejan de serlo.


Las tortugas

Bonitas, lo que se dice bonitas no son las tortugas. Con esa cara que parecen el señor que salía en los billetes de 100 pesetas pero sin gafas. Que igual por eso van tan despacio, porque no ven una mierda y son muy precavidas. Y las tortugas marinas, también sin gafas, que así seguro que no ven nada de nada. ¿Habéis probado a bucear sin gafas y los ojos abiertos? Pues así les pasas a las tortugas.


¿La serpiente de cascabel?

¿No les podían haber dado otro instrumento? No te digo yo que le den un piano. Que ir cargando con él por el desierto no debe ser fácil. Pero al menos un violín, una guitarra… o una flauta que pesa poco. ¿Pero un cascabel? “Amos no me jodas”.  Pobres bichos, la turra que tienen que dar todo el día.


Pez martillo

¿Por qué? Que si se juntan con el pez sierra pueden montar un Ikea… Pero que tampoco veo yo mucha salida al tema debajo del mar.  Lo bonitos que son algunos peces, menos el rape, que es más feo que una nevera por detrás… Al menos el rape se puede comer, pero ¿Qué haces con un pez martillo? Que esos bichos son muy grandes y muy poco manejables para clavar cualquier cosa.


Medusas

Seguimos en el mar y a mí las medusas me dan mucha pena. No las quiere nadie. Bueno, sí las tortugas marinas sí que se las comen, pero debe ser porque tienen pocas cosas a mano. También es verdad que no se hacen querer. Cariñosas no son. Son bastante ariscas y no se dejan tocar ni nada. Dejaremos que se las sigan comiendo las tortugas.


Canguro

¿Sabías que marsupial significa en griego que tiene un bolsillo? Como las chaquetas, o los pantalones, pero en animales. Hay más bichos con bolsa, y mi queja es ¿Por qué no nos han hecho a nosotros con bolsa también? Que te vas a bañar y para guardar el tabaco o el móvil, pues a la bolsa. Que te cobran la bolsa en el Carrefour, pues lo echas en la marsupia (o como se llame el bolso de los canguros). Yo no le veo más que ventajas… y además es muy cuqui y te tapa la barriga cervecera.


La extraña pareja

¿Un oso hormiguero? No me quiero imaginar quién conquistó a quién. ¿El oso? ¿La hormiga? Porque el perro pastor… todavía, pero no veo yo cómo empezó aquella relación. Me imagino a los padres del oso, diciéndole que no les gusta esa chica para él… Y la madre hormiga explicándole lo de la semillita… No quiero ni pensarlo. Normal que el bicho se dé a la bebida.


Caballos

Ahora corre, ahora da un salto, ahora lleva gente desde Wisconsin hasta el otro lado del Mississippi. ¡Hasta los huevos tienen que estar los caballos! Que igual ni les apetece echar carreras entre ellos ni nada, que no son competitivos, ni les apetece saltar, ni ir a Wisconsin… ¡Que eso debe estar muy “retirao” de todas partes! Porque yo lo valgo :-)


Perro

Me sacas a mear cuando a ti te viene bien. Que llevo encerrado todo el día y ahora no quiero salir… Y además ¿Otra vez tengo que ir a por el puto palito? Paso, este me lo quedo.

No os extrañe que los gatos no os hagan caso y pasen de todo. Viendo cómo tratamos a otros animales… Mejor vamos a llevarnos bien.





Animaladas y perrerías (II), el “retonno”

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La semana pasada os contábamos lo injusto que es el mundo con algunos animales. Entre las cosas que les hacemos, y las cosas con las que vienen ya de serie, pues lo pasan muy malamente.


Vamos con la segunda parte, el “retonno”. ¿Preparados? ¿Listos? ¡Allá vamos!


No les vistas, ellos nunca lo harían

¿Qué es eso de poner ropa a los animales? Y algunos hasta les disfrazarán para celebrar “jalogüin. ¿No habéis visto con la cara que te miran cuando llevan esos vestiditos? Si parece que estuvieran diciendo, ¡Quítame esto ya! No me saques así a la calle. Y no me vale lo de vestirle de marca, ni ropa de diseño… Yo tampoco me pondría nada que Agatha Ruiz de la Prada… A ver si tienes cojones de ponerle un chalequito a un cocodrilo (vivo) o un pantalón pitillo a un oso polar… Con los pobres perros sí que nos atrevemos…


No juzgaré a los animales

Está muy feo eso de estar todo el día juzgando a los animales. Que si las hienas son desagradables y se ríen… también lo son los políticos y los tenemos patrocinaos. Por lo menos las hienas comen lo que hay por la selva. Igual habría que dejar a los políticos en la selva un tiempo a ver cómo se apañan… ¿Te imaginas a Rajoy vestido como Tarzán?


Más prejuicios

Hablando de políticos, ¿Qué me decís de los perezosos? Que igual ese bicho no es perezoso ni nada, sino que tiene su propio ritmo, o que está pensando en sus cosas y nosotros ahí intentando estresarle. ¿Le habéis preguntado cómo se siente? Es que es muy fácil juzgar a los demás… Como decía un filósofo, antes de ponerte los zapatos de uno, anda unos 50 kilómetros con sus pies… O algo así. El caso es que está muy feo reírse de los perezosos (ya hemos dejado de hablar de Rajoy… que igual no te habías dado cuenta).


¿Por qué no les enseñamos cosas útiles?

Habéis visto esos espectáculos de loros o cacatúas montando en bici ¿no? ¡Pero que c#€/!!. ¿Cuándo van a necesitarlo? ¡¡Que son bichos que vuelan!!! Que no van a correr el Tour… Que van más deprisa ellos solos sin que se monten en esas mierdas de bici que les dan en los zoos… ¡Dales una moto, o algo que no tengan que hacer esfuerzo!


¿Y si dejamos de quitarles sus cosas?

¿A nadie más le parece muy feo que les quitan cosas a los bichos? Que si a uno le quitas la leche, a otro la lana, y al otro la mantequilla para toda la semana… ¿Y las ostras? Están ahí las ostras tan tranquilas debajo del mar, matarile (que ya me diréis qué significa eso) y vamos nosotros a quitarles la perla. Con lo redondas que les salen. Lo de comértelas, tiene un pase (las ostras, no las perlas)… y sobre todo si las ostras son la marca Pedrín J


Dietas

Otra cosa que hacemos mucho es criticar las dietas de los animales. Que si uno come insectos, otro se carga a pobres cervatillos, otros se comen las sobras de lo que dejan otros… El caso es que ninguno tiene una dieta equilibrada. Mira las vacas, tan veganas ellas, que no comen ni carne roja, ni bollería industrial y están gordas… Así les pasa, que algunas se vuelven locas.


Gastando energía a lo loco

¿Sabías que el colibrí gasta casi toda su energía batiendo las alas mientras se alimenta? Que también son ansiosos estos pájaros. ¿No es más fácil sentarse tranquilamente y comer como es debido? Agonías, que sois unos agonías. Menos mal que siempre hay alguno que medita las cosas.


Creo que ya os he dado suficientes ejemplos para ver que la naturaleza se ha portado muy mal con algunos animales. Y que hay personas que son muy animales, pero esa es otra historia.

De todas maneras me quedan muchas preguntas sobre este tema, como por ejemplo:
  •  ¿De qué religión es la mantis religiosa. ¿Es católica? ¿O depende de la zona en la que haya crecido? ¿Hay mantis ateas?
  •   Si  un búho se mueve mucho, ¿Es el búho dinámico?

  • ¿No podrían variar un poco la receta las abejas?¿No se hartan de tanta miel? Podrían probar con Nocilla, flan o arroz con leche.


  • Por cierto ¿Cómo se elige a la reina? ¿Cómo votan para ver a quién le toca? O es como el resto de reyes, que no hay elecciones, ni nada.


  •  ¿Hay animal menos ergonómico que el camello? No sé porque la gente se sigue empeñando en sentarse encima si el animal ya viene de serie para que no se le suban.

  •  ¿Al final volvieron las oscuras golondrinas a tu balcón sus nidos a colgar? Es que con el trajín que llevan de un lado para otro, nunca se sabe.

  •  ¿Cómo sabe la paloma mensajera a quién tiene que entregar el mensaje?
  • Y lo más importante. ¿Quién ganó? ¿Los tigres o los leones? ¿Quiénes fueron los campeones?

A ver si alguien se hace cargo de todo esto cuanto antes. Tiene que haber algún responsable ¿no? ¿Alguien ha tomado nota?


Bueno, pues ahora a esperar a que esto se solucione… Pero con paciencia, como los perezosos, sin estresarnos. 


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